Cuando las preocupaciones por el aspecto físico nos distraen de los sueños que queremos perseguir nos arriesgamos y dejamos que se nos escapen de las manos los puestos de liderazgo que tanto hemos anhelado. Nos arriesgamos a perder nuestra voz ante
Cuando las preocupaciones por el aspecto físico nos distraen de los sueños que queremos perseguir nos arriesgamos y dejamos que se nos escapen de las manos los puestos de liderazgo que tanto hemos anhelado. Nos arriesgamos a perder nuestra voz ante