Hoy apareció este artículo en la página principal de prodigy.Y es tan cierto.....si nos permitiéramos al menos por un día de café con las amigas dejar a un lado los logros de nuestros hijos; y en cambio, hablar de lo que nos preocupa y aportar de forma constructiva soluciones y compromisos personales de solucionar esos asuntos.....otra cosa sería!Tampoco se trata de tomar de "cubo de basura de quejas" a las amigas; si no de crecer, escuchar y ser escuchados.Para lograrlo hay que tener , por supuesto, un grupo de amig@s consideradas con ganas de escuchar sin juzgar, sin interrumpir, atentas del tiempo que corresponde a cada uno para compartir.¿No conoces a nadie así? ¡¡En verdad deseo que lo encuentres!! Una conversación así, dejando a un lado la competencia es tan refrescante!!Les mando un fuerte abrazo desde Monterrey, México!AlexandraPD Ya viene el taller de liberación emocional on line; puedes ver más detalles (la fecha puede cambiar a finales de Agosto) en mi blog http://eftmonterrey.wordpress.comLas madres no pueden evitar competir entre ellas"¡La mejor fiesta, sin duda, fue la de mi hijo!", es una expresión común entre las madres.Una encuesta llevada a cabo en el Reino Unido constató que las madres no pueden evitar competir por cosas como organizar la mejor fiesta de cumpleaños para sus hijos o por llevar la mejor la ropa.El estudio de la empresa Mum Poll, en el que participaron 3.000 madres, encontró que un 39% de ellas no pueden sino jactarse y presumir en torno a los logros de sus hijos.Cerca de la mitad de las encuestadas querían que su bebé fuera el primero en gatear, caminar y hablar.Además, un cuarto de ellas trataron de ser las más organizadas.Aunque un 78% admitió que tener una naturaleza competitiva era "ridículo", la mayoría indicó "sencillamente no lo pueden evitar".Una de cada cinco confesó que se había deleitado porque su niño aprendió rápidamente a ir al baño.Otra área de rivalidad entre las nuevas madres fue perder el exceso de peso tras haber dado a luz lo más rápido posible.En este sentido, un 27% admitió haberse sometido a una dieta relámpago y a ejercicios vigorosos, mientras que un 19% intentó ser la mejor vestida.Fracaso y la casa perfectaUna quinta parte de las madres encuestadas dijo que le gustaba alardear sobre su "querido marido".Sin embargo, un 39% expresó que a menudo se sentían fracasadas.Y cuatro de cada diez admitió sentir envidia cuando las amigas de otras madres parecían llevar bien la maternidad por lo que tendieron a alejarse de ellas.Una portavoz de la encuestadora Mum Poll indicó: "Por naturaleza las mujeres son generalmente más competitivas que los hombres y se juzgan a sí mismas al compararse con otras mujeres"."Por ello, tiene sentido que cuando las mujeres se convierten en madres, aumenten sus expectativas y luchen por ser absolutamente las mejores en todo lo que tiene que ver con la maternidad", señaló."Las madres se ponen a sí mismas bajo una inmensa presión para ser las mejores en todo pero es imposible tener la casa perfecta, un esposo atento y al mismo tiempo hacer las mejores tortas nunca antes vistas en el pueblo"."Estoy segura de que para la mayoría de las madres, sería un gran alivio ir a la casa de otra madre y ver que está tan desordenada como la de ellas, encontrar que sus hijos no han hecho la tarea y que el marido está trabajando hasta tarde por cuarta noche consecutiva", concluyó.
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