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Tú eres lo más importante. El Poder está en Ti.

“La mayor esperanza de la sociedad descansa en el carácter individual. Si has de crear algo, antes debes ser algo”

El descubrimiento de sí mismo, conduce al conocimiento de sí mismo, para que esto suceda se requiere de buenos hábitos y capacidad, lo que llamamos carácter. El carácter indica quién es cada persona. Se encuentra escrito, cincelado y grabado en todo nuestro ser. Todo mundo posee un carácter, pero no todos son personas “de” carácter. El carácter se fundamenta sobre principios inamovibles. Se trata del núcleo que subyace del todo. Posee un poder tácito, sólido y resuelto, y jamás titubea.

Reconocemos el carácter en cuanto lo vemos, pero nunca estamos muy seguros de cómo podemos enseñar a obtenerlo. Aprendemos a adquirir un carácter por medio de las personas que nos rodean, así como de nuestros héroes y de los modelos que nos imponemos. “El carácter es resultado directo de la actitud mental. No puedes copiar las cualidades particulares de otra persona, antes bien debes desarrollar tus propias cualidades de carácter de acuerdo con tu propia personalidad”. Los héroes son importantes, no sólo porque demuestran cualidades fundamentales del carácter, sino también porque nos obligan a examinar la forma en que estamos conduciendo nuestras vidas. Basamos nuestras actitudes en los ejemplos, las imágines y las representaciones que nos ofrecen nuestros héroes. Tratamos ser como ellos. Sin embargo, en ocasiones, en medida que vamos adquiriendo experiencia, descubrimos por qué deseamos ser diferentes a ellos.

Existen valiosas y respetadas técnicas que nos ayudan a “grabar el carácter propio”: buscar la verdad, encontrar y mantener una creencia religiosa, practicar la humildad y mostrar respeto y conmiseración por los demás. Ninguna resulta fácil de adoptar, pero todas son importantes para un carácter firme y honesto. La mejor manera de entender la verdad es mencionar sus contrarios: la mentira, la hipocresía y la farsa. Puesto que la verdad es el fundamento del carácter, resulta un elemento absolutamente necesario para un líder. Sin la verdad, no puede haber confianza. Si tus seguidores no confían en ti, no podrás guiarlos a ninguna parte. Cuando una persona se sustenta en la verdad, hace siempre lo correcto, si te dejas guiar por la verdad actuaras de la misma manera en público y en privado. Cuando observas las cosas desde tu propia perspectiva, sabes que cada acto que realices en privado “tiene importancia”.

Alguna vez Oscar Wilde comentó: “A veces olvido que lo que hace o destruye el carácter es cada pequeño acto que realizamos a diario y, por tanto, aquello que uno ha cometido en las habitaciones más secretas, algún día tendrán que gritarse a los cuatro vientos”. ¿Qué podemos obtener de una persona cuyo propósito se sustenta de la verdad? “Se obtiene a alguien muy parecido a una persona con carácter y honestidad: alguien que no tiene intenciones ocultas, no hace tratos a escondidas ni da puñaladas en la espalda”.

En nuestra búsqueda por la verdad, tarde o temprano hablaremos de confrontar nuestra fe (o nuestra falta de ella) en un Ser Supremo. Puedes llamarlo: Dios, El Espíritu, lo Inescrutable, lo Infinito o el Poder Superior. Podemos reprimir, esconder o no hacer caso de este aspecto de la humanidad, en lo personal no creo que se pueda negar su existencia. Considero que cada uno de nosotros debemos afrontar el asunto de la fe; es decir, estar conscientes de lo que creemos y por qué creemos en ello. “Si tenemos fe obtendremos una fuente más confiable de bienestar y fortaleza”

Si practicamos la humildad sabremos qué tan firme está nuestro carácter: “La sencillez es una forma de humildad y es, al mismo tiempo, un signo de verdadera grandeza. La modestia es un signo de humildad y, al mismo tiempo, un símbolo de verdadera fortaleza” la humildad es una cualidad de alguien que carece de pretensiones. La humildad consiste en dar crédito a quien lo merece de verdad. “Debes tener en cuenta que existen leyes, independientemente de toda influencia humana, que rigen la realidad, la naturaleza misma y al hombre mismo, sin importar que él esté dispuesto o no a reconocer su existencia, ante las cuales tenemos que doblegarnos, a menos que nos consideremos capaces de gobernarnos a nosotros mismos de manera independiente al resto de la naturaleza. En otras palabras, el egoísmo debe derrotarse dentro de uno mismo. Un hombre egoísta jamás alcanza la felicidad”

Mostremos compasión, sin ella, no hay carácter: El proceso de forjarnos un carácter comienza desde adentro. Uno debe hacer que su carácter salga al mundo, donde la disposición y capacidad propias para mostrar respeto por los demás se vuelven elementos extremadamente importantes: “A todos nos gustan las fortalezas o la belleza física de otros. Pero, ¿podrían gustarte las debilidades de otra persona? ¿La aceptarías por sus incapacidades? Pues eso es justo lo que debemos hacer. De eso se trata el amor. No solo de las cosas buenas” Considero que trabajar con personas que menosprecian o tienen cualquier tipo de prejuicio no deben estar en el equipo.

La gente compasiva se preocupa por los demás, en el entendido de que, como seres humanos, en realidad son más nuestras semejanzas que nuestras diferencias. Todos provenimos de una misma fuente: la fuente de toda vida. Respiramos el mismo aire, ocupamos el mismo pequeño rincón de la misma casi insignificante galaxia. Todos deseamos más o menos las mismas cosas en la vida: son solo variaciones de un mismo concepto de felicidad humana.

Al final, todos hablaremos de enfrentar el mismo destino. Como dicen los italianos: “Después de morir, todos los hombres huelen igual”. ¿Acaso no nos merecemos unos a otros algo de compasión?

“Encuentra la manera de escribir sobre tu propio cemento, antes de que se solidifique”

Recuerda, Tú tienes el Control, Tú eres lo más importante. Que Dios te bendiga, nos vemos el próximo martes. Gracias.