Hemos tenido cambios significativos en cuanto a los equipos de telecomunicación en nuestras vidas: pasamos del telégrafo al WhatsApp, de la televisión en blanco y negro a las tablets de alta resolución; de los teléfonos fijos a los celulares.
Es por ello que vale la pena reflexionar que tanto influye esta tecnología en tu vida diaria, la forma en que la utilizamos, por qué y para qué.
NUESTRA MENTE:
Pasamos más de ocho horas al día interactuando con algún aparato electrónico conectado a internet. Esto tiene implicaciones positivas y también negativas.
Nos ayuda a organizarnos mejor, aprender cosas nuevas, a llevar registro de nuestras metas y avances personales, o a acortar distancias con amigos y familiares, entre otras muchas ventajas.
Sin embargo, podemos llenarnos de información dañina, estresante o buscar situaciones en las que estemos expuestos o en riesgo.
NUESTRO TRABAJO:
Por un lado, la tecnología ha hecho que los trabajos sean más flexibles, y que el home office (trabajo en casa), o el remote office (oficina remota), sean posibles. Con esto se evitan factores estresantes como el tráfico, se eliminan las barreras de horarios, distancias y contribuyen a crear un sentimiento de productividad y manejo de horarios. Permite también un mejor balance entre la vida familiar y la laboral.
Sin embargo, el utilizar las redes sociales dentro del ámbito laboral hace que muchos trabajadores pierdan tiempo en asuntos no relacionados con el trabajo.
NUESTRA FAMILIA:
Sin duda la tecnología ha presentado nuevos retos y oportunidades para las familias actuales. Sus integrantes están más comunicados mediante las redes sociales, pero tristemente más alejados en la comunicación de persona a persona. Como papás tenemos la responsabilidad de que la tecnología sea una herramienta para el crecimiento integral de nuestros hijos, y NO una forma de vida.
¿Cómo darle el lugar a la tecnología en nuestras vidas?
- Reconoce el problema, cuestiónate que papel tiene en tu vida, que puedes o quieres cambiar, o bien mejorar.
- Audita y evalúa tus fuentes de información (noticias, perfiles, amistades). Responde las preguntas: ¿me ofrecen contenido de calidad?, ¿cómo me hacen sentir conmigo mismo?, ¿me aporta información útil y necesaria en mi vida?
- Cuida mucho lo que recibes: el filtrar las redes sociales y fuentes de noticias es esencial para que recibamos los mensajes que queremos y que construyen. En la vida si una persona te lastima o te hace daño, la evitas, si un periódico o revista te parece de baja calidad no lo compras. ¿Por qué en las redes no habríamos de hacer lo mismo?
- Modela un buen comportamiento: no hagas lo que no quieres que te hagan, y piensa muy bien antes de enviar algo. Estas deben ser dos reglas de oro en las redes sociales. Piensa, ¿qué imagen estoy dando?, ¿cómo estoy contribuyendo al diálogo o a la interacción con mis aportaciones?
Recuerda, la tecnología debe ser una herramienta útil en tu vida, nunca un obstáculo que te impida vivirla plenamente.
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