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¨La vida no merece que uno se preocupe tanto. Marie Curie.¨

Primeramente, que es la preocupación?, según el diccionario, lo conceptúa como intranquilidad, inquietud o temor que produce alguna cosa.

Para Alberto Ferrer Botero, psicólogo colombiano, expresa que ¨…recibe permanentemente personas que están preocupadas por las más diversas causas, desde la posibilidad de tener un ataque de pánico, por tener una obsesión o una compulsión, por pasarla mal en público, por estar lejos de casa de los seres queridos, por engordar, por múltiples síntomas físicos, por creer que se tiene una enfermedad grave, por un suceso traumático, etc.

Por que la preocupación es tan frecuente?, probablemente por que la razón de ello sea a que la preocupación es vista como una cualidad. Desde muy pequeños hemos escuchado que las personas responsables son preocupadas. También hemos oído decir que la irresponsabilidad es despreocupación.

Se nos ha inculcado que la despreocupación es sinónimo de negligencia, irresponsabilidad y desidia. Tal vez todos tenemos la imagen de nuestra madre en la mente, sentada, absorta en sus pensamientos y cuando le preguntamos, que le sucede?, responde ^Yo aquí, pensando mijo^. Definitivamente la preocupación fue rubricada en nuestra mente de una manera profunda. Esta rúbrica se la debemos a una mala interpretación en nuestra cultura, concluye diciendo el psicólogo.¨

Y con ello no es que no nos preocupemos por las cosas o situaciones, sino que valor realmente le damos en nuestro día a día y si esta abona para ser mejores mujeres.

El diario vivir, el stress, escuchar la televisión, etc, contribuye a la preocupación.

Sería interesante preguntarnos ¨ ¿la preocupación me crea habilidades y me hace más eficiente? o si…

¿Me capacita la preocupación para vivir de forma más adecuada la situación si llegara a suceder realmente?¨

Valoremos, evaluemos y amemos nuestra vida, hagamos un balance y reflexionemos.