La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, es una gran superficie de proyección donde se muestran procesos psicosomáticos.
Problemas de contacto, roce y relación. Stress nervioso, miedo, angustia, sensación de amenaza. Seguridad, protección y sobre todo pertenencia, que pertenezco a algo, a un clan.
Conflicto de separación (contacto deseado), falta de calor humano. Conflicto de límites y de fronteras. Todas las enfermedades de la piel son enfermedades de amor.
En general, la piel se relaciona con la valoración de sí mismo ante el exterior. Por ser la envoltura corporal, representa la imagen que el ser humano tiene de sí mismo. Una persona que quiera saber qué imagen tiene de sí misma solo tiene que describir su piel. Cualquier problema en la piel se relaciona con la vergüenza que la persona afectada siente ante sí misma. Le concede demasiada atención a lo que los demás puedan pensar de ella, así como a sus juicios.
No se permite ser ella misma y se rechaza fácilmente. A menudo se siente herida en su integridad. También es una persona muy sensible a lo que sucede en el exterior, que se deja tocar demasiado fácilmente por los demás (en sentido figurado) y a la que le resulta difícil amarse tal como es. Cuando el problema dérmico se acompaña de pus, significa que no soportas a alguien o algo, hasta el punto de que te ocasionas este problema para alejarte. Un problema dérmico grave es un recurso excelente para alejar a los demás. La piel ayuda a establecer contacto con otras personas, pero también puede ser un medio para aislarse.
Una persona puede avergonzarse tanto de lo que es o de lo que podría ser, que se rehúsa a acercarse a otro y utiliza su problema como excusa. Se vuelve “intocable”. Quisiera “mudar de piel”, es decir, cambiar por completo.
Cuando la persona ha intentado acercase a alguien sin éxito y como consecuencia guarda mucho rencor y enojo, puede crearse un cáncer de piel. Si el problema altera solamente la parte superficial de la piel, por ejemplo, el vitíligo, la persona afectada vive con dificultad una separación, una pérdida de contacto o una pérdida de comunicación. La siente como un rechazo o una ruptura definitiva. Es el tipo de persona que quiere salvar a los demás, sobre todo a los miembros del sexo opuesto.
La piel recubre todo mi cuerpo y delimita lo que está “en el interior” y lo que está “en el exterior”, es decir mi individualidad. Por su superficie, mi piel es el órgano más importante de mi cuerpo. Es una capa protectora que delimita con precisión mi espacio vital y que deja translucir fielmente e inconscientemente mi estado interior. Si soy una persona dulce, también lo será mi piel. Si es muy grande mi sensibilidad, también mi piel será muy sensible. Al contrario, si soy más bien duro conmigo mismo o con los demás, mi piel será también muy dura y espesa. Si está irritada mi piel, hay algo o alguien en mi vida que me irrita. Una gran inseguridad hace que mi piel sea húmeda mientras que una piel que transpira mucho evacua las emociones que retengo y que necesito evacuar. La calidad de mis relaciones con el mundo exterior estará pues representada por el estado de mi piel.
La piel es como la corteza de un árbol. Nos revela que hay problemas exteriores o interiores. Aísla las células de mi cuerpo, mis componentes en cuanto a mi entorno exterior. Si mi piel tiene anomalías, hay muchas probabilidades de que sea una persona que da mucha importancia a la opinión de los demás y a lo que pueden decir a mi respecto. Estando poco seguro de mí – mismo y teniendo miedo de estar rechazado o de hacerme herir, voy a crearme una enfermedad de piel que se volverá “una barrera natural” que permitirá guardar cierta distancia con mi entorno.
La piel es un tejido blando que está relacionado con la energía mental y por lo tanto expresa mis inseguridades, mis incertidumbres de aquí la expresión “estar rojo de ira”. Mi piel puede cambiar de color cuando estoy molesto o cuando puedo sentir vergüenza. Es pues la línea de demarcación física, mi máscara entre mi interior y mi exterior. Si mi piel es seca, es que carece de agua. El agua es el segundo elemento (después del aire) necesario a la vida.
Mis relaciones con la vida son pues secas, áridas. Me bloqueo interiormente en mis relaciones con el entorno. Puedo tener la sensación de “secarme”. Debo buscar la alegría en mi comunicación con los demás. La piel muerta que hace copos indica que me abandono a viejos esquemas mentales. Si tengo granos en la superficie de la piel, es que expreso exteriormente problemas de relaciones, comunicación con mi entorno, referente a puntos concretos. Si mi piel muestra signos de inflamación, entonces no debo estar menos irritado frente a ciertas situaciones de conflicto interior o exterior.
Si mi piel es grasa, es que retengo, conservo demasiadas emociones para mí. Puedo desear huir de una situación o persona como si tratasen de atraparme, como la pequeña bola cubierta de aceite que se quiere coger y que resbala entre los dedos. Debo dejar fluir la energía para que mis pensamientos negativos puedan desaparecer. Debo mirar con calma, fríamente las frustraciones que alimento para que mi piel sea más clara y menos espesa.
Cuanto más me vuelvo transparente y verdadero con los demás, más transparente será mi piel. Una irritación me muestra que hay uno o varios pensamientos irritantes que suben en la superficie de mi piel y que he de mirarlas de frente para que dejen de atraer mi atención y molestarme. Cuanto más sea capaz de apreciar mis cualidades y ofrecerme pequeños dulces, más mi piel va a “transpirar” este bienestar por su dulzura y su claridad. Cuanto más sea capaz de comunicar libremente mis emociones, más se relaja y resplandece mi piel.
ACNÉ
En el rostro, el acné se relaciona con la individualidad (cabeza = individualidad) y tiene relación con la armonía que vivo interiormente y a lo que sucede exteriormente. El rostro es esta parte mía que da la cara a los demás en primer lugar, la que me permite estar aceptado o rechazado. El acné puede producirse cuando estoy emocionalmente y mentalmente en conflicto con mi propia realidad. Este conflicto está vinculado con la expresión de sí y mi propia naturaleza interior. Así, el acné es una expresión visible de irritación, resentimiento, rechazo, miedo, vergüenza o inseguridad frente a mí o a los demás y demuestra una no –aceptación de mí mismo-. Me encuentro feo y a veces incluso asqueroso.
Estas expresiones todas están unidas a la afirmación de mi identidad, al amor y a mi aceptación incondicional de mí–mismo. El acné se manifiesta físicamente por lesiones cutáneas (de la piel) situadas en el epidermis. Sé que el fast-food (restauración rápida) puede favorecer la aparición del acné y afectar el funcionamiento del hígado sede de la ira. Como adolescente, el acné frecuentemente está relacionado con cambios interiores que vivo, en el momento en que debo elegir entre el miedo de abrirme a mí – mismo y a los demás (resistencias, elecciones, decisiones) y así romper (de un modo frecuentemente inconsciente) todo contacto con los demás, o bien, encararme con cambios en mi vida, con los ajustes relacionados con mi mundo interior y mi visión del mundo exterior.
Al ya no ser un niño y aún no adulto del todo, puedo sentirme en una posición incómoda con relación a mi propia imagen. Puede incluso que tenga miedo inconsciente de perder prestigio delante de lo que pueda pensar de mí mi entorno. Así el acné se manifiesta por un miedo inconsciente de mi sexualidad, por una tentativa de exteriorización de lo que soy verdaderamente. Como adolescente, mi comportamiento es entrar en contacto con los demás, incluso si quiero ardientemente hacer lo contrario.
Me pongo más feo para filtrar a la gente que no deseo en mi campo magnético o en mi entorno; establezco fronteras y sólo dejo entrar a la gente con quien estoy verdaderamente bien; quiero estar en paz sin estar molestado por los demás que aparto inconscientemente; me repliego sobre mí –mismo y quiero mantenerme así: no consigo amarme suficientemente; entonces los demás no pueden amarme y sé que algo me molesta y crea negatividad debajo de mi piel; me comparo a los demás y me encuentro todo tipo de defectos (demasiado gordo, demasiado alto, etc.) me siento limitado en mi espacio vital y me rechazo; me siento controlado y dirigido por mis padres de un modo excesivo; me identifico con uno de mis padres para complacer a los demás, en vez de guardar mi propia identidad.
Aceptando al nivel de corazón los cambios que se hacen en mí, me mantendré a la escucha de mis necesidades fundamentales (sexuales u otras) de una manera sana y natural. Descubriré un día la persona que corresponderá a mis esperanzas. El acné puede situarse en diferentes partes del cuerpo. En la espalda, se refiere a mi pasado, mis costumbres, mis miedos anteriores y mis angustias. Es un modo de rechazarme. O bien puedo dirigir el rechazo hacía las personas por parte de quienes me parece recibir poco apoyo o sostén a mi respecto. Cuando se sitúa en la parte alta de la espalda, representa la ira reprimida o irritación que intenta hallar un alivio. En el pecho, representa el porvenir y lo que está previsto para mí. El acné significa la búsqueda de mi espacio vital y del respeto de los demás frente a éste. Debo tomar mi lugar con el corazón e, incluso si necesario, expresar a los demás cuál es mi espacio y el lugar que pueden tomar con relación a mi espacio vital. Me acepto y me amo tal como soy y dejo de querer complacer a los demás a toda costa.
ACRODERMATITIS
La acrodermatitis es una enfermedad de la piel que afecta esencialmente la palma de las manos y la planta de los pies, ahí donde se sitúan cuatro de los veinte y uno centros de energía (chakras) menores del cuerpo. Esto me indica una necesidad de dar más amor con mis manos ya que el centro de energía situado en la palma de cada mano es una extensión del centro de energía del corazón que representa el amor. Puedo aprender una técnica de curación por imposición de las manos, lo cual me ayudará a dejar fluir esta energía de amor que bloqueo para mí mismo. Puedo también hacer trabajos manuales de creatividad, pintura o dibujo para hacer que esta energía pase más libremente por mis manos. En lo que a los pies se refiere, debo considerarme como andando en un terreno sagrado y dejar que la energía que albergo corra libremente hacía la tierra, sabiendo que recibo constantemente al dejar fluir dicha energía.
ACROQUERATOSIS
Igual que para la acrodermatitis, la acroqueratosis afecta la planta de los pies y la palma de las manos volviéndose la epidermis más espesa. Utilizo mi energía mental para protegerme de tener que dar por mis manos y sentirme en mejor armonía con la tierra; Libero mi mental de estas angustias y puedo tener en cuenta sugerencias hechas para la acrodermatitis para hacer circular la energía.
AMPOLLAS
La ampolla es una acumulación de agua que se forma entre dos partes de la piel, o sea la dermis y la epidermis, a causa de una fricción repetida en el mismo lugar. La acumulación de agua así formada actúa a título de protección natural del cuerpo. Pone pues en evidencia mi falta de protección, en particular en el nivel emocional, o mi falta de resistencia. La ampolla es el recuerdo de una debilidad emocional y el lugar en que se ubica da una indicación del nivel de la debilidad. Una ampolla a los pies está relacionada con mi noción de seguridad, el suelo en el cual ando, la dirección que tomo. Si está detrás del tacón, está vinculada a mi madre, a mis propias cualidades maternas. Una ampolla en las manos me lleva a ver la irritación y la frustración en lo que hago o en el modo en que llevo mi vida. Así, mirando en donde está situada la ampolla, puedo preguntarme lo que me irrita en mi vida, lo que me causa una fricción y provoca en mí pena (agua) incluso inconsciente. La ampolla está aquí para aportarme más “luz” sobre lo que vivo.
ANTRAX
El ántrax es una infección de la piel, constituida por la reunión de varios furúnculos y que se extiende al tejido conjuntivo subcutáneo. Vivo entonces agresividad dañina procedente del hecho que tengo el sentimiento que se me ha privado de libertad personal de modo injusto e inaceptable. Tomo consciencia que tengo que aprender el modo de hallar el lugar que me corresponde y que tengo el poder de cambiar cualquier situación en mi vida. Sólo me hace falta decidirlo.
Si todos estos temas te resuenan...¡TE ESPERAMOS! EL 26 Y 27 DE SEPTIEMBRE!
Comentarios
¡Abrazos María del Pilar!
Gracias por leernos.
Gracias por compartir. Bendiciones de luz par todos.