A esta muchacha de la oficina también le gusta el amor.
Y entre el fárrago de papeles que la ensucian todos los días,
hay hojas de sueños en blanco que guarda cuidadosamente,
recortes de ternuras que se atreve en soledad…
Jaime Sabines
Dos y media de la mañana. Retumba el cielo. Comienza a llover. Me asomo a la ventana, el agua se encharca en el camellón. Salgo al pasillo, el bonsái y el moisés se pueden ahogar. Dejo las macetas junto a las escaleras.
Regreso a mi cama y me envuelvo en la obscuridad. Tus palabras retumban como alambres en mi memoria: Intento hacer las cosas bien…
El viernes fui a comprar unos cd’s, uno de Julieta Venegas y otro de Joaquín Sabina. Tuve que pasar por Bellas Artes, en donde nos quedábamos de ver muchas veces. En donde te veía y te abrazaba, feliz, por verte otra vez. En donde pasábamos cuando íbamos a las marchas y tomábamos fotografías ¿te acuerdas? Nos subíamos a los postes, nos metíamos entre las personas para intentar el mejor ángulo. Después los días en San Miguel de Allende, Tula, C. U., San Ildefonso, Morelia…
Te escribí una carta la semana pasada y apenas respondiste ayer… contundente como siempre: Es lo más adecuado, quiero hacerlo…
Hay personas con las que se hacen las cosas bien y con quienes no, ¿verdad? La suma de los días dio como resultado ésta certeza. Como dice Jaime Sabines: Sexo puro, amor puro. Limpio de engaños y emboscadas…
Te conocí en el Palacio de Minería, en una feria del libro. Ibas de mezclilla, con una playera tipo polo de color negro. De lentes. Fuiste parte de esta historia desde entonces. No debí desaparecer tanto tiempo, lo sé, ya no tiene remedio.
Mi viaje está listo. Me voy el próximo mes. No hay nada más que me retenga.
¿En dónde estamos, desde hace tantos siglos llamándonos con tantos nombres Eva y Adán? He aquí que nos acostamos sobre la yerba del lecho, en el aire violento de las ventanas cerradas, bajo las estrellas del cuarto a oscuras… JS
Lo adecuado, según tú, es quedarte con ella.
Adieu.
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