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…Con el estallido de la guerra de independencia, algunas mujeres salieron de sus papeles tradicionales, y algunas otras dieron a sus papeles tradicionales otro significado…

Somos muchas las mujeres en este país, quienes día a día producimos, elaboramos y emprendemos grandes labores.

Calificada de trascendentes o no, somos quienes edificamos este país, desde educar a nuestros hijos, levantarnos cada mañana para ir a nuestras labores, escuchamos las experiencias de otras mujeres, imprimimos toda nuestra pasión en cada instante, poseemos una actitud de retos ante los imprevistos, hace que refrendemos nuestras trascendencia personal.

Quienes fuimos formadas y creadas en México, somos mujeres que por las casualidades vividas, nos hemos lanzado al desafío de vivir.

Somos Mujeres “Hechas” en México, porque…

Hemos transformado la adversidad en éxito, al decidir que el cambio no es nuestro enemigo, sino su amigo.

No perdemos cada día, cada noche, la energía, el entusiasmo, la empatía.

En lugar de quejarnos, buscamos posibles soluciones. Es la clave para la innovación.

Porque a pesar de todo, no olvidamos sonreír y reír más. 

Con brújula o no, disfrutamos el viaje que la vida nos regala.

Y concluir con parte del poema de Gioconda Belli, nicaraguense, pero universal en sus palabras...

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos, nariz y boca de mujer.

Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.

Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.