Todos los días pareciera que actuamos como robots, automáticamente y sin conciencia. ¿Te has puesto a pensar la diferencia entre “Hacer y Estar”? Recientemente estrené una nueva conferencia que ofrecí en dos ocasiones en Monterrey, llamada “Toma de Decisiones con Impacto”. En ella explico cómo es que realmente estamos conscientes de la manera en que afectamos o no a otros en la toma de sus decisiones.
Es increíble como cada vez estoy más convencida de mi definición de presencia ejecutiva. “Estar aquí, ahora, en cuerpo, alma y mente para hacer que las cosas sucedan”, se refiere más a una verdadera transformación de la persona. Me he estado preparando para apoyar a profesionales de alto nivel a lograr este paso, teniendo una verdadera conciencia de ellos mismos, para poder no sólo hacer, sino estar alertas a lo que les rodea.
Cuando escribí mi libro, no había tenido un encuentro tan cercano con la profundidad real de este tema. Si bien en este detallo herramientas que son muy importantes para elevar tu presencia ejecutiva, es primordial empezar a trabajar en uno mismo desde dentro.
Me encantó el término que usó Loretta Valle en una entrevista que le hicimos en Retos Femeninos: antes de pensar que uno es víctima, es importante voltear los reflectores a uno mismo.
¿Estás acostumbrado a usar solo la mente?
Si eres líder en una organización, analiza si “haces” mecánicamente. ¿Estás acostumbrado a usar solo la mente, echando a andar la máquina de pensamiento? ¿o qué tanto “estás”, sientes emociones y la energía que contagias? Es bien importante tener conciencia de lo que sentimos para poder darnos cuenta de quién nos rodea y de la influencia que podemos generar.
“El deber ser”
He aprendido y compartido con mis clientes a lo largo de los 8 años que tengo con mi consultoría cómo construir relaciones de éxito, cuidando lo que decimos y cómo lo decimos. Cómo logramos impactar con energía a través de nuestra postura y lenguaje no verbal. La importancia de tener empatía con colaboradores y controlar las emociones para evitar la famosa guerra de las expectativas. Casi, casi “El deber ser” como profesional para influir en otros y crear sólidas conexiones.
Hasta hoy, por muchas razones, me he dado cuenta de lo importante que es reconocer primero nuestras propias emociones, para así lograr conectar con otros y estar más alertas de lo que sucede alrededor. Cuando sólo actuamos por actuar, reaccionamos sin tomar conciencia de cómo estamos realmente, olvidamos pensar en cómo se sienten los demás y cómo influimos en otros.
Por ejemplo, Juan (nombre inventado), buscando cumplir con sus objetivos y resultados de área, ha olvidado considerar que ir con prisa ha debilitado la relación que tiene con otras áreas que dependen entre sí. Esto ha repercutido en cómo lo ven como líder. Sienten que impone sus ideas y que sólo tiene que ser su voluntad. En el momento en que entendió que se siente abrumado por llegar al resultado, logró entender cómo ha afectado a otros su comportamiento. Se dedicó a “hacer” todo este tiempo y olvidó estar.
Para transformarnos y elevar nuestra presencia ejecutiva, sí tenemos que considerar varios elementos, pero primero que nada, hay que estar conscientes. Si solo estamos de prestados, no podemos entregar como líderes.
Ale Marroquín te lleva a la cima por medio de una transformación personal. Trabaja de la mano de las personas para empoderarlos, para encontrar y reinventar su marca personal a través de su esencia, talento y valores y que puedan conseguir proyectar liderazgo y una presencia ejecutiva de éxito. www.alemarroquin.com twitter @a_marroquin linkedin https://www.linkedin.com/in/alemarroquin/
El contenido original de esta publicación se encuentra en https://www.alemarroquin.com/2019/11/11/la-diferencia-entre-hacer-y-estar-para-hacer-que-las-cosas-sucedan/
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