La ‘autoayuda’ o el desarrollo personal se pusieron de moda hace años. No obstante, lo que en verdad se puso o triunfó fue la actitud ‘problem free philosophie’, como en la película ‘El rey león’. Vivir sin problemas no es posible. En cambio, sí es factible vivir con una actitud positiva, optimista, luchadora, proactiva, voluntariosa… Vivir con este tipo de actitud requiere de una serie de creencias (ideas, pensamientos), actitudes, conductas y hábitos que la hagan posible y la refuercen.
‘No pain, no gain’ (sin esfuerzo no hay ganancia).
No tengo nada en contra de la ‘autoayuda’ inteligente, honesta, sensata, práctica, realista, auténtica, sencilla. Solo estoy en contra de la falsa que promete ‘duros a cuatro pesetas’ (como solía decirse en España hace décadas), y que sólo proporciona réditos y beneficios a su ‘autor’. La realidad real es muy prosaica. La vida humana es dura, excepto cuando no lo es, que nos da un respiro. Hacerle creer a la gente que basta con imaginar algo para verlo y tenerlo, es vender ‘crecepelo’ o remedios milagrosos al estilo del viejo Oeste americano. Los charlatanes con fórmulas ‘autoayuda milagrosa’ son, curiosamente, los que han tenido más éxito
¿Cómo ha sucedido esto?
Como era de esperar, después de tantos desmanes, aparecen los detractores, psicólogos en su mayoría, echando pestes de toda la autoayuda sin diferenciar la buena de la nociva. No todo es malo en el mundo de la autoayuda.
La gente, en general, se ha infantilizado mucho, ha dejado de creer en sí misma habiendo dejado de valorar el esfuerzo, la meritocracia, la perseverancia... Los valores tradicionales han mutado su rostro. El dinero se ha posicionado como el ‘valor’ más alto: ‘si eres exitoso tendrás dinero’, ‘tener dinero es la prueba de tu éxito’, ‘si tienes mucho dinero es garantía de que eres buen profesional’. He visto a coaches que, cuando se anuncian, se fotografían aparece una gran mansión con piscina y mucho más al fondo (con lo fácil que es trucar una foto hoy en día), a modo de prueba de lo ‘buenos profesionales’ que son ya que ‘ganan mucho dinero’. Personalmente, nunca contrataría a un profesional de la psicología que se pavonease de ‘ganar mucho dinero’.
Volvamos a la autoayuda que no ayuda y sí crea problemas.
Los cambios se logran con esfuerzo, perseverancia, persistencia, voluntad. Siempre y cuando, se cuente con una buena estrategia, metodología y una fórmula realista basada en la idiosincrasia de cada individuo tanto en su planteamiento como en su ejecución.
Cuando se quiere disimular la ausencia de bondad de una ‘fórmula de falsa autoayuda’ se le da una pátina de ‘caramelo’. El ‘caramelo’ es muy usado para disimular la falsedad, fragilidad, ausencia de veracidad y mentira. Es fácil engañar a quien está dispuesto a dejarse engañar con el ‘caramelo’.
¿Qué es o en qué consiste este ‘caramelo’?
Caramelo psicológico, claro.
Por ‘caramelo’ me refiero a presentar la fórmula o metodología o idea como ‘fácil’, ‘espiritual’, ‘empoderada’, ‘cuántica’, ‘propia de seres espirituales o de maestros’ y ‘de poco pensar’ (nada de analizar, reflexionar, diseccionar…), ley de atracción, mezclar la física cuántica a modo de ‘mezclar churras con merinas’.
Las ideas, que venden, son aquellas que se presentan como ‘fáciles’. A casi nadie le gusta el esfuerzo ni la persistencia o la perseverancia. A estas ‘fórmulas secretas’, antaño, las bauticé como ‘el síndrome de la faja’. Pongamos el caso de alguien que quiere lograr una figura esbelta, tiene dos opciones, siendo (a) la ardua, lenta y a largo plazo: hacer ejercicio, deporte, comer adecuadamente… Y, (b), la fácil: te pones una faja y ¡adiós michelines! Siguen ahí, pero ocultos a la vista de todos, que es lo que importa.
Paralelamente, se ha instalado en la sociedad la cultura del ‘buenismo’, del ‘facilismo’, del tontismo en definitiva, que consiste en no pensar, no reflexionar, no introspeccionarse y sí verlo todo a través de un velo de color rosa practicando el mínimo esfuerzo.
No necesita esforzarse quien, para lograr convertir sus sueños en realidad, le basta con ‘imaginar’ el resultado que desea lograr o repetir unas frases delante del espejo o ponerse notas en el espejo.
- “Lo mejor está por venir”.
Es una frase mantra paradigmática de la autoayuda 'nociva'.
Una actitud infantiloide, negacionista de la realidad, predispone a la frustración por cuanto la persona no está preparada para afrontar (carece de los recursos psicoemocionales pertinentes y necesarios) las diversas vicisitudes de la vida, para los giros inesperados y a veces, dramáticos, del destino.
La inmadurez, el infantilismo actitudinal y vivencial es inversamente proporcional a ciertos recursos psicológicos que, de tenerlos, permiten surfear las olas de dificultades, poner proa a la tormenta y superarla. Es decir, la madurez nos permite afrontar las vicisitudes propias del vivir.
Alguien que espera lo ‘mejor’, caso de que se le muera un ser querido, le detecten un cáncer u otra enfermedad, le echen del trabajo, le deje la pareja, se quede en bancarrota o… de todo un poco, se sentirá propulsado a la depresión al carecer (o tener en desuso, aletargados, en la mazmorra del inconsciente…), probablemente, de los recursos psicológicos pertinentes para hacer frente a semejante panorama ‘negativo’ o contrario al ‘lo mejor está por venir’.
La inmadurez psicoespiritual que se deriva de la actitud de negarse a asumir la realidad de la vida humana en la Tierra aboca a los individuos a ser presas fáciles de charlatanes que venden ‘pócimas’ milagrosas en forma de libros de autoayuda.
La incongruencia, el no caminar lo que se habla, la desfachatez, la falsedad, la farsa que es consustancial y retrata a algunos de los más famosos ‘autoayuderos’ no suele ser vista por sus seguidores, adoradores o adeptos. ¿Son imbéciles? No lo creo. Más bien son personas de buena fe y débil autoestima que pusieron su vida (literal o simbólicamente) en manos de una charlatayudero en lugar de asumir su propia responsabilidad. No vemos lo que no queremos ver, ni oímos lo que no queremos oír. Cuando nos negamos a ‘reconocer’ el malestar que ‘algo’ o ‘alguien’ crea en nosotros es fomentar los puntos ciegos. Y, al igual que sucede con la conducción de un vehículo, si no se asumen y, por consiguiente, no se actúa con la diligencia pertinente puede que los ‘puntos ciegos’ deriven en percances o, peor, en accidentes.
La ‘facilidad’ es una característica sine qua non que toda falsa autoayuda debe incluir en sus preceptos y teorías. Sin ‘facilidad’ no hay ventas. Recuerdo una ocasión en que yo misma estaba impartiendo una conferencia previa a un workshop. Tenía al auditorio casi convencido al pleno. Pero, la fastidié. Sí, la pifié. ¿Cómo? Diciéndoles lo que pienso de los workshops: que, por buenos que sean, no le solucionan la vida a nadie pues no pueden sustituir a una buena terapia. Nunca me gustó engañar a la gente, ni venderles mulas ciegas.
Igualmente, la infantilidad psicoespiritual genera una suerte de pseudo estupidez en los individuos y, como si de infantes se tratase, se ‘tapan con la sábana, creyendo que de éste modo, se vuelven invisibles’. Me refiero a que se tragan el anzuelo de las fórmulas secretas según las cuales, cuando, por ejemplo, te gusta un chico o una chica, basta con imaginar, durante un tiempo ‘x’, que te ama y así acabará siendo (se materializará) en la realidad. O, que si imaginas como el dinero llega a ti en cantidades abundantes, así será y podrás hacerte rico en un pis pas.
En una ocasión, una mujer, directiva de una importante empresa en España, me comentó que mi enfoque basado en el esfuerzo, el compromiso propio, la implicación, el ‘pico y pala psicológico’, no gustaba demasiado a las mujeres. A las damiselas, puntualicé yo. A las reinas, les encanta porque saben que la única manera de lograr las metas en esta vida terrena es a base de esfuerzo puesto que nadie te regala nada.
- El ‘gratis’ no existe.
- Quien algo quiere, algo le cuesta.
- Los perdedores siempre tienen una excusa, los ganadores, un plan.
A las mujeres con actitud ‘damisela de diadema floja’, los chalatanes de la autoayuda les han vendido muchas falacias envueltas en celofán de ‘amorosidad’, ‘calidez’, ‘espiritualidad’ y presentando ideas de otros como propias. Amén de ser unos misóginos disfrazados de salva mujeres, crédulas y con la diadema floja, claro.
A las mujeres con baja autoestima (diadema floja), les suelen atraer los hombres misóginos y de actitud soberbia dado que no detectan a un machista ni a un ladrón de ideas y mucho menos a uno que se aprovecha de su candidez y de su necesidad de ser ‘vista’ o ‘importante’ para un hombre. Mientras que, a las de tipología opuesta, las mujeres verdaderamente empoderadas (las reinas con la corona bien puesta), inteligentes, competentes, con personalidad de rompe y rasga (no una de pacotilla o de fingida fortaleza), esos tipos, les suelen poner de los pelos.
Las ‘reinas’ no van de ‘madres’ de otras mujeres. No pretenden darles lecciones ni ser sus amigas. Una reina, lo que anhela, es coronar a otras mujeres como reinas, esto es, las anima a ser lo mejor que les ha pasado.
Por eso, la falsa autoayuda tiene tanto éxito: porque hay mucha más damisela que reina, de momento. Y así será hasta que despierten las mujeres.
Si te gusta un libro de autoayuda o su autor o autora y por más que practiques lo que te propone no consigues ningún resultado productivo pregúntate lo siguiente:
- Autor/a: ¿Camina lo que habla autor? ¿Es coherente y consecuente? ¿Qué transmite su metalenguaje?
- La teoría, ¿huele a coherente o hay algo que no cuadra?
- ¿Es fácil o difícil de poner en práctica?
- ¿Es original o huele a ‘más de lo mismo’?
- ¿Es teoría-teoría o teoría-basada-en-la-práctica?
- Argumentos de venta: ¿los hay? ¿Cuáles son?
- ¿Te dice lo que quieres oír o te va bien oír o te remueve, te crispa o te ‘pica’ algo o mucho de lo que dice?
- ¿Se pone de ejemplo o usa su ‘vida particular’ como fuente de ejemplos?
- ¿Te identificas con el autor/a?
- ¿Sueles analizar, reflexionar o vas por la vida a tontas y a locas?
- ¿Te la suelen dar con queso, esto es, engañar?
- ¿Usas tu sentido común o es el menos común de tus sentidos?
- ¿Crees en ti?
No todos los libros o la ‘autoayuda’ que divulgan charlatanes o pseudoterapeutas son al cien por cien malos ya que, la mayoría, copia mucho, esto es, lo ‘original no es bueno’ y ‘lo que es bueno, no es original’. Empero, de todo, o de casi todo, se puede aprender. En ocasiones, hay libros de los que no podemos aprender porque todavía no hemos alcanzado un nivel ‘interior’ adecuado o apropiado. En cambio, de otros no podemos aprender porque son bazofia pura.
La ‘autoayuda’ en sí misma no es mala ni buena, depende del contenido, enfoque y propósito que cada ‘autoayudador’ le dé. Incluso gente cualificada, con carrera de Psicología, puede proporcionar ‘autoayuda de baja calidad’: una cosa es tener información y otra bien diferente, conocimientos. Estos últimos no los da la carrera sino la persona que ha cursado los estudios. Hay cualidades, capacidades, que no se aprenden sino que se nace con ellos. Si, a un don, se le pone teoría y práctica, tendremos a alguien singular, único, diferente. No todo el mundo es talentado, lo cual no significa que quien no lo sea no pueda ser buen profesional y proporcionar autoayuda de buena calidad.
- ‘La información es rumor hasta que está en el músculo que es cuando se convierte en conocimiento” Judy Delozier/NLP trainer
Bazofia la hay en toda técnica, disciplina, libro, producto, autor, profesional… Lo opuesto, también es cierto. La calidad, la genialidad, la profesionalidad, la veracidad, la bondad… existen.
Busca autoayuda de buena calidad. A veces, te la puede proporcionar quien menos te lo esperas. Que un autor/a sea menos conocido no significa que su ‘autoayuda’ no merezca la pena y, viceversa. Un autor/a conocido no tiene por qué ser sinónimo de buena calidad. No todo lo ‘famoso’ es ‘calidoso’.
Haz catas a ciegas, te sorprenderás.
© Rosetta
Si quieres darle un giro a tu vida, impulsarte hacia tu destino, aprender a ser lo mejor que te ha pasado, ponerte la corona y no quitártela ni para dormir, atreverte a ser tu mejor versión o dejar el miedo y apuntarte a ser una empoderada… Ejerzo de Hadamadrina agitadora de neuronas y entrenadora de reinas.
E-mail: lavidaenrosetta@gmail.com
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- La reina que dio calabazas al caballero de la armadura oxidada (RBA)
- Las reinas son del planeta que les da la gana. Las damiselas son de Venus (Zenith, Planeta)
- Que no te la den con queso (Zenith)
- Empoderamiento https://www.amazon.es/EMPODERAMIENTO-CUANDO-PROPONGAS-INCLUSO-COMERTE/dp/B08T4DD1B3
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