“Cuando descubrí lo grande que era, me di cuenta, de que lo más importante de mi vida lo había recuperado, amarme, cuidarme y respetarme por el resto de mi vida, hoy, se que vivo con el valor más importante: el amor hacia mí misma”.
Cuando los años pasan y tenemos momentos de reflexión, pero de auténtica reflexión, descubres las grandes cosas que has vivido, las grandes oportunidades de amar y vivir con la pasión de cada recuerdo, de cada caricia, de cada sentimiento, de cada palabra, redescubres lo maravilloso que es recordar, que has sido amada, deseada, protegida, respetada, admirada y recordada.
Hoy me siento mejor que nunca, desde hace mucho tiempo he sentido el inmenso placer de caminar tan rápido, volar tan alto y tocar el cielo, mirar desde una perspectiva diferente la vida, mi vida, tan grande ha sido mi vida, que solo Dios sabe lo agradecida que me siento, tan comprometida hasta el último momento de mi vida, de amar, de cuidar, de enseñar, de soñar, de sentir, de gritar, soy una creación del mundo, tan grande y tan maravillosa como TÚ, como hoy, de frente TÚ y YO, debemos de cumplir nuestras promesas, nuestros compromisos, nuestras palabras, decirle a todos los que amas y deseas que los necesitas, que están cubiertas por un manto de gloria, de esperanza, de ilusión, porque nada ni nadie quiere tu desdicha, no, no es así, es tu momento para no privarte de lo que tienes en el alma, en el corazón, porque somos y seremos capaces de motivar, engrandecer, rescatar, cambiar todo aquello que no te agrade, porque eres tan buena, tierna, excelente y divina como cualquier ser humano.
Para lograr el amor hacia nosotras mismos, se requiere ser honesta contigo misma. Significa que tienes que ponerte en contacto con los instintos humanos básicos de justicia y equidad contigo misma y con todos los demás. Significa identificar las defensas que has erigido contra tu conciencia y todas las demás fuentes de señales internas que te han impedido ser todo lo que puedes llegar a ser, y librarte de todo pensamiento paranoico y de la fabricación de excusas en las que has acabo apoyándote para explicar porque eres tan desdichada. Recuérdalo: eres la creadora de tu propia integridad.
Nuestra sinceridad con nosotras mismas puede medirse en gran parte por nuestra voluntad de desviarnos de nuestro curso para convencer a otros de que somos algo que en realidad no somos. Conocemos a personas que fingen ser abiertos y carecen de prejuicios si las circunstancias externas les indican que es aconsejable obrar así. Ser sinceras con los demás y veraz contigo misma, no solo te ayudará a sentirte mejor ante ti misma como ser humano, sino que te aumentará tu capacidad de hacerlo todo bien. Gozar de ti misma y de tu propia integridad personal interna, te ayudarán a no ser falsa, a evitar el auto engaño y preguntarte ¿a quién intento engañar?
Respétate, ya que es algo fundamental para cualquier ser humano, porque si no te respetas a ti misma, te clasificas automáticamente como indigna de consideración o como merecedora de poca estima, con lo que provocas que todos te traten mal. Por eso te invito a que consideres tu vida como algo sagrado. Tienes que tener muy claro el sentido de tu vida, que adquieras un compromiso en todas las formas existentes, que seas un individuo que piensa y actúa, que crees con firmeza en el carácter sagrado de todas las cosas vivas. La cualidad más importante de la vida “es el valor de la propia vida”.
Recuerda que tenemos infinidad de posibilidades para tener un crecimiento personal, en el horizonte lejano de lo desconocido, siempre, siempre habrán oportunidades insospechadas, confía en tu interior, en tu capacidad de amar y entregar sin reservas ni miedos todo el amor que quiere brotar y gritar ¡me amo, y por eso te amo! “Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla afuera”
Recuerda, Tú tienes el Control, Tú eres lo más importante. Que Dios te bendiga, nos vemos el próximo martes. Gracias.
Comentarios
Angy querida, eres única, que bueno que estás conmigo y yo cotigo, cada día aprendo más y más de ti, por lo tanto estoy aprendiendo a vivir contenta con esta discapacidad que hace algunos años me estorbaba, me enojaba y me desanimaba para lograr mis metas.
Gracias a ese amor que me tengo a mi misma, estoy dándome cuenta que yo valgo, siento y puedo como cualquier persona "normal" para hacer las cosas, aunque con un poco de dificultad, pero no me doy por vencida para mi propio bien.
Como siempre, te envio todo mi amor y un caluroso abrazo de amistad.
ROSY ARRIAGA.