Son las seis de la mañana me levanto y camino hacia el baño, me veo en el espejo y me tengo que tallar los ojos, ¿qué, de dónde salió esa arruga junto a la boca? ¡Pero si ayer no la tenía, estoy atónita, no lo puedo creer!
Por más que me he programado a envejecer en estado de gracia, a veces esto de las arrugas inesperadas me saca de balance. Quiero aprender a envejecer y no ser como los millones de Mujeres que han sido programadas para quererse ver de 20 años toda la vida cuando eso es imposible. Me niego también rotundamente a ser como esas Mujeres que se han desfigurado con cirugías plástica y con el famoso botox que las hace verse como pez globo sin ninguna expresión en la cara. Me pregunto ¿a quién querrán engañar? pues es obvio que la edad no se les va a dejar de notar y pareciera que todas fueron al mismo lugar porque se ven como clonadas con esa cara hinchada que para mi gusto, se ve muy mal.
Tenía años que no me sentaba frente a la televisión y me tocó ver a Alejandra Guzmán, ¡Santa Bárbara bendita! ¿qué le pasó a su belleza? Creo que se ve igual a su mamá Silvia Pinal.
¡No señoras,no, no, no! No hagamos eso por favor. Se que cuesta salirse del esquema que nos ha puesto la era patriarcal de aceptar nuestras arrugas, pero hagamos lo posible. Un lavado de cerebro en positivo por favor. Si los hombres se ven interesantes con sus arruguitas, pues nosotras también, ¿cuál es la diferencia? Lo tenemos que lograr ahora que hay tanto movimiento en pro de la Mujer para llevarnos al mismo estatus de los hombres.
Yo considero que envejecer con gracia significa aceptación ante todo, no me lo tomes a mal, pero claro que me gusta ver mi piel sana pero es obvio que no va a ser lo mismo a los 20`s que a los 50’s. Claro, podemos cuidarnos la piel para tenerla en su mejor estado sin importar la edad pero las arrugas no se van a ir por mas afirmaciones positivas ni productos caros, naturales, con fórmulas traídas de Francia, de Suiza o de la Conchinchilla.
Sí, ser Mujer en estos tiempos y de mi generación no es nada fácil, pues somos las que venimos a cambiar paradigmas. Se que aún las arrugas me sorprenderán, pero he puesto la intención de que sea cada vez menos y como me gusta cuidarme la piel me he comprado una maquinita fantástica casera galvánica que no me quitará las arrugas, ni me veré como de 20 pero según me dijeron hace que se disminuyan y tarden un poquito más en salir. Y pues claro que me seguiré cuidando pues las expectativas de vida han subido a los 120 años y esta piel me tiene que durar en sus mejores condiciones.
Ya te platicaré como me va con mi maquina maravillosa pues los resultados prometen ser maravillosos. Me programo, si a las arruguitas que me hacen más interesante y no al envejecimiento prematuro. Y por supuesto que podemos comenzar a cambiar paradigmas con referencia a nuestro envejecimiento y podemos hacer con gracia, mucha gracia.
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