He notado que la palabra "alegría" aparece en los lugares más interesantes en esta época del año. La he visto atrevidamente colgando sobre mi cabeza en un centro comercial. La he visto como parte de comerciales de temporada para todos los tipos de productos, e incluso la he visto en luces de neón en una gasolinera local. Sin embargo, hay poca conexión entre el significado de la alegría y la forma en que aparece.
Pero, tal vez su naturaleza omnipresente en esta época del año puede ser un recordatorio del verdadero regalo de la alegría; disponible para cada uno de nosotros, y para los que nos rodean, y quizá sin necesidad de ir a ninguna parte o conseguir nada. De hecho, en mi experiencia, la alegría es a menudo completamente un "trabajo interior".
¿Qué te trae alegría? Darnos un momento para reflexionar sobre esta cuestión es un tiempo bien empleado. Los sentimientos en el cuerpo, la mente y el corazón que experimentamos cuando estamos alegres es una de las mejores experiencias de ser humano. Y nuestra práctica del mindfulness apoya nuestra indagación y nos ayuda a ver lo que puede estar bloqueando nuestra posibilidad de experimentar alegría. Sabemos que las “cosas materiales”-posesiones, promociones y logros pueden traer momentos de felicidad, pero no alegría duradera. Entonces, ¿qué te trae alegría? ¿Y qué hay de tu capacidad para traer alegría a otros?
Una vez oí decir a alguien que los antiguos egipcios creían que los dioses les hacían dos preguntas al morir. La primera pregunta era "¿Encontraste alegría en tu vida?" La segunda pregunta era "¿Trajo tu vida alegría a los demás?"
En esta época; con las muchas apelaciones y recordatorios superficiales a la alegría, tal vez te puedas hacer algún tiempo y responder a estos dos Preguntas.
Quizá puedas comprender que realmente no son dos preguntas separadas en absoluto.
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