Como Abogada cada día estoy más convencida, de que una de las claves vitales para evitar que los Juzgados estuviesen saturados de trabajo es el que nosotros los mexicanos aprendiésemos a decir un rotundo, simple, educado y sencillo NO!
Dos letras, dos simples letras te pueden llevar a perder o a ganar tu paz, tranquilidad, tu estabilidad, tu economía, tu orden…. Y tal vez peor a romperte a ti misma y a tu familia.
Si sales de vacaciones la semana que viene sin duda alguna es porque lo planeaste, ahorraste y llevas un presupuesto, ¡Y las mereces! Sin embargo, te recuerdo que cada día es más común la oferta de bienes y servicios en los sitios turísticos, entre ellos tours, comida y los tiempos compartidos, de éstos últimos una de sus principales fortalezas se encuentra en su fuerza de ventas, cuya labor de convencimiento es impresionante, además de que cuentan con toda una maquinaria e infraestructura espectacular para atraer al turista. Como seguramente lo has podido constatar en alguna ocasión ó te han contado, primero brindan a sus “invitados” un desayuno para toda tu familia con la promesa de que únicamente escucharán una plática de 90 minutos, quizás menos, los llevan a recorrer las hermosas instalaciones de los hoteles, tratan a la pareja e hijos como reyes y aprovechando el momento de entusiasmo, de la familia completa reunida, de la emoción de poder tener un lugar así cada vez que se desee…, así después de una larga explicación, sin querer y cuando menos se dán cuenta los “invitados”, firman con su tarjeta de crédito –requisito básico para que den el desayuno, el paseo y todo lo demás, llevar tarjeta- saliendo así de ése desayuno siendo propietarios de una deuda inesperada y de un tiempo compartido que NO tenían calculado, ni pensado y cuando regresan a su lugar de origen resulta que ya arrastarán y regresarán no nada más con los recuerdos del viaje sino con ésa deuda que ni calcularon, ni querían, volviéndose así las vacaciones una terrible preocupación ¡Vaya situación!
¿Te suena conocido lo que te he descrito?
Así, te pido, que en tu protección y de tu familia, de su paz y tranquilidad, solo compres ése fabuloso tiempo compartido si es algo que realmente desean, si lo han planeado, calculado, deseado incluso desde antes de salir de viaje y de no ser así no decidas en el momento, hazle saber a tu anfitrión ó vendedor que reflexionarás, que lo platicarás y quizás ya con la cabeza en frío, con calma, haciendo bien números y cuentas ya en tu casa, de regreso, entonces tomes la decisión, es maravilloso tener un tiempo compartido, te dá oportunidad de viajar a diversos lugares incluso del mundo, pero de verdad queriéndolo tener con toda conciencia, conociendo los alcances de tu capacidad económica, no por no saber decir que NO, ése de ninguna forma es un buen motivo.
Puede llegar a ser el desayuno más caro de tu vida y de tu familia por no poder decir que no. El aprender a decir que no requiere mucha fortaleza, decisión y carácter. Sin embargo, una vez que lo aprendes a decir, te sentirás muy bien contigo de haber sido fiel a ti y congruente con tus intereses y los de tu familia.
Recuerda dos letras, solo dos letras harán la diferencia en éste caso y tantos otros que te continuaré platicando. te pueden salvar ó introducir en un serio y grave problema incluso legal.
Y si vas a decir SI, dilo con plena convicción de lo que ello conlleva.
¿Conoces alguien que haya adquirido un bien ó servicio sin desearlo?
Y recuerda como siempre que ¡NO ESTAS SOLA!
Lic. Claudia Torres G.
Abogada familiar y corporativa.
Coach y orientadora legal y familiar.
Autora del libro “¡POR FAVOR NO LO HAGA!”
abogadaclaudiatorres@hotmail.com
Facebook: claudia torres
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