Hoy celebramos el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería.
En esta fecha especial, queremos rendir homenaje a una pionera que rompió barreras y dejó una huella imborrable en la historia de la ingeniería: Emily Warren Roebling.
Emily Warren Roebling es un ejemplo de perseverancia y dedicación en un campo que históricamente ha sido dominado por hombres.
Nacida en 1843, Emily se convirtió en una figura clave en la construcción del icónico Puente de Brooklyn. Tras la enfermedad de su esposo, Washington Roebling, quien era el ingeniero jefe del proyecto, Emily asumió la responsabilidad de supervisar la construcción. Sin formación formal en ingeniería, aprendió todo lo necesario para llevar a cabo esta monumental tarea, demostrando una increíble capacidad de aprendizaje y liderazgo.
Gracias a su inteligencia y determinación, el Puente de Brooklyn se completó en 1883, y Emily fue la primera persona en cruzarlo, simbolizando su enorme contribución al proyecto. Su trabajo no solo consolidó uno de los hitos arquitectónicos más importantes de Estados Unidos, sino que también demostró el papel crucial que las mujeres pueden desempeñar en la ingeniería.
En el discurso inaugural del Puente de Brooklyn, el congresista Abram Stevens Hewitt alabó la incansable labor de Emily sin cuyo trabajo el puente no hubiera sido una realidad. En su discurso, Hewitt reconocía el mérito de Emily, una mujer, a quien la sociedad de su tiempo vetaba insistentemente su acceso a una educación superior.
Placa conmemorativa. El texto de la placa es el siguiente: “Los constructores del puente. Dedicado a la memoria de Emily Warren Roebling (1843-1903). Cuya fe y coraje ayudaron a su enfermo marido el Coronel Washington A. Roebling, Ingeniero Civil (1837-1926) a completar la construcción de este puente, a partir de los planos de su padre John A. Roebling, Ingeniero Civil (1806-1869) que dio la vida por este puente. “Detrás de cada gran trabajo se encuentran el sacrificio y la devoción de una mujer”. Esta placa se ha erigido por el Club de Ingenieros de Brooklyn con fondos conseguidos mediante subscripción popular”.
Hoy, recordamos a Emily Warren Roebling y celebramos a todas las mujeres ingenieras que siguen abriendo caminos y desafiando las expectativas. Gracias a su pasión y habilidades, el mundo se construye con mayor diversidad y fortaleza.
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