Somos únicas e irrepetibles. Desde que nacemos nuestra huella nos identifica; nos hace diferentes, y en este ser distintos radica la chispa de la vida.
Qué aburrido sería pensar, sentir, actuar, ser iguales.
En la variedad está el gusto, dice el refrán, y es cierto. Hay opciones para todo y para todos. Lo importante entonces es no romper el código de respeto para poder vivir en armonía. Bien lo dijo Benito Juárez: "El derecho al respeto ajeno, es la paz". Ahí está la clave. Seamos diferentes, sí, pero sin olvidar que vivimos en sociedad .
Las ofertas son ilimitadas: creatividad para crecer, actitud para enfrentar los retos, valores para mantener los pies sobre la tierra, recursos para competir, valentía para reconocer nuestros propios sentimientos y maneras de sentir, fortaleza y voluntad para defender nuestros derechos; pero también está a la alza elegir la violencia, la sumisión, la depresión, la falta de sensatez para entender a quienes conviven con nosotros, la manera fácil y muchas veces letal de resolver nuestros problemas y de rechazar y discriminar al de junto, por la única y sencilla razón de no estar de acuerdo con su proceder. Ante tantos desafíos no hay mejor opción que la tolerancia. Esa capacidad tan esencial que nos permite reconocer que no todos tienen que ver y asumir la vida como nosotros.
Es urgente un cambio de actitud que nos permita aprender de los demás, tomar sin vergüenza lo bueno que cada ser humano nos ofrece, y desechar todo aquello que lastima, que rompe, que envenena a la humanidad.
No es fácil acomodar las nuevas piezas de este mundo tan complejo, pero actuar como si nada hubiera cambiado es una alternativa estéril que nos resta posibilidades para adaptarnos a una vida que se transforma día con día y en la que queramos o no, estamos inmersos.
Tomemos un respiro y reflexionemos. Quizá entonces podremos entender que la diversidad se hace presente en todo lo que nos rodea: en el ámbito cultural, en el sexual, y hasta en el biológico.
Diversidad… un término que viene del latín: diversitas, y que se refiere precisamente a la diferencia, a la variedad, a la abundancia de cosas y conceptos distintos. Así de simple y de compleja es la diversidad, y está en nosotras optar por concederle el lugar que le corresponde, o negar su existencia viviendo siempre con una venda en los ojos.
Descubre en cada ser humano algo valioso y hazlo tuyo. ¡Verás que te sentirás mejor!.
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