EL Nuevo Tiempo.... los cambios

LA ENERGÍA DEL RETORNO AL ORIGEN


Como seres humanos, tenemos la capacidad de conectarnos con ese entramado de energía
y con el Cosmos. Por lo tanto, debemos tomar conciencia de todo lo que podemos
generar a partir de esta capacidad.  Elcambio de energía planetaria no está relacionado sólo con superponer la energía femenina por sobre la energía actual, predominantemente masculina, sino que el
cambio evolutivo trata justamente del equilibrio que tengamos con estas dos partes
de la polaridad, tanto femenina como masculina. De esta forma se integra el concepto de totalidad.

Durante los siguientes capítulos nos iremos adentrando en las formas de trabajo para
lograr este equilibrio al desarrollar nuestra parte femenina. En esta tarea caminaremos juntos hacia la manifestación de la totalidad en cada uno de los Seres.

 

Durante los últimos siglos, los seres humanos hemos olvidado nuestro origen y por
consiguiente hemos descuidado nuestra propia energía femenina. La misma que en
las antiguas culturas se protegía, se respetaba y adoraba. Ese olvido nos está
costando bastante caro en este final de tiempo, pues no sólo hemos descuidado
nuestro origen sino que nos hemos desconectado de nuestro espíritu, en
consecuencia. Esta desconexión es lo que hace que en el mundo actual predomine
la violencia por sobre la tolerancia y que el amor esté circunscripto a las
relaciones interpersonales. Hemos olvidado de alguna manera el legado que
nuestra Madre nos deja: el AMOR INCONDICIONAL –el amor hacia todo ser
viviente–. Ese amor que se conserva aún cuando desencarnamos de nuestro cuerpo
físico y llegamos a la conexión energética con el Todo.

La energía femenina es, sin dudas, la que nos ayudará a retornar a este origen.
Aquella que podemos rescatar e invocar sólo dirigiéndonos hacia nuestro
interior. Esta energía está implícita en los actos cotidianos, no la tenemos
que ir a buscar con ningún gurú ni en ningún lugar en particular más que en
nuestro propio ser interior.

 

En todo momento nos planteamos ciertos roles en nuestra vida en los cuales tomamos
papeles que consideramos socialmente aprobados. Estos roles nos han alejado
mucho de nuestra propia intuición, de nuestro propio deseo interior, ya sea por
haberlos tomado de estándares de éxito, o de imágenes que publicitariamente son
“perfectas”. La mujer ha perdido en estos tiempos la sensibilidad sobre sus
propios deseos en la vida, que no son más que los que nos conducen a la Misión
que hemos olvidado en el momento de encarnar y que sólo a través de esta
sensibilidad podemos recuperar.

En la feminidad, la mujer se visualiza dentro de la totalidad del Ser, ubica de
manera ordenada las prioridades, desde lo importante y no desde lo superficial.
Como dijimos y ya todos sabemos, o al menos intuimos, este es el fin de un
ciclo importante a nivel planetario. Final que nuestros abuelos de culturas
antiguas como la egipcia, la hindú, la tibetana, la china, la tolteca y la
maya, entre otras, nos anunciaron en escritos sobre piedra, en calendarios y en
prácticas espirituales.

 

El fin de un ciclo no significa el Apocalipsis en la forma que solemos concebirlo con
nuestra mente llena de miedo y culpa. El Apocalipsis es nada menos que el
CAMBIO, la transmutación.  


“Lo que para el gusano de seda es el fin… es el nacimiento para una mariposa.”

El cambio genera miedo… pues es lo que nos hace adentrar en lo desconocido.  Precisamente eso significa lanzarse a un universo de infinitas posibilidades nuevas y con todo por delante. Es romper
paradigmas, es romper estructuras y “ser libre”.

¡Por supuesto que eso genera miedo! Simplemente, ¡seríamos tontos si no lo
tuviéramos! Porque el miedo es lo que nos hace ser cautos, agudizar nuestros
sentidos, estar alertas, intuitivos, al acecho de las nuevas posibilidades para
¡zas!, atraparlas cuando sea el mejor momento. Por lo tanto, el miedo es un
elemento muy útil a la hora de cambiar, de transmutar. Es lo que nos hace salir
del útero al momento de nacer. Es esa fuerza que sale desde nuestra memoria
ancestral y nos dice: “¡Estás listo!”.

Este cambio es lo que se avecina en estos tiempos. En este momento estamos
transitando los últimos años de cierre de Calendario Maya. Se nos ha dicho en
muchos escritos antiguos y en muchas predicciones de personas que han
desarrollado un nivel de conexión con el Akash, muy sutil, que a partir del
2007 comenzó la aceleración de la evolución planetaria hacia el 2012.   


Por supuesto, hubo un evento que fue muy importante en agosto de 1999 cuando la
cruz cósmica se alineó en el cielo y pudimos vivenciar un enorme cambio. Esta
cruz estuvo compuesta por todos los 
planetas que en un evento cósmico se alinearon de esa forma. Un hecho
que se produce cada 25.000 años. En este período se produjo un eclipse y esta
alineación en forma de “cruz cósmica” que, como corolario de todo lo que
sucedía, enmarcó el centro de poder femenino para manifestarse en este ciclo
que comienza. Este alineamiento nos preparó energéticamente para estos tiempos
y contribuyó a aquello que se reforzaría a partir del 2000 como el despertar de
muchas personas, que hoy están trabajando por el cambio de energía planetaria.

Luego de toda esta preparación energética es que a partir del 2007 la energía se
acelera.

Mayo del 2007 ha sido un mes revelador en estas cuestiones, pues a partir de allí comenzaron las
meditaciones globales a tener más fuerza, más asiduidad en todos los grupos de
meditación del mundo que se unieron en un fin común: la paz. Incluso se ha
evidenciado con el trabajo de medición energética de impacto en la naturaleza y
en las personas, hecho por universidades de todo el mundo. Estas iniciativas
muestran un punto de inflexión en la ciencia en la búsqueda de las
explicaciones necesarias para la toma de conciencia planetaria.

Obviamente, no implica que nos tengamos que quedar sentados de brazos cruzados esperando
que esto suceda, “pues total sucederá”. Tenemos que aunar conciencias para
poder definir la dirección que llevará ese proceso de aceleración. Esta
aceleración y esta dirección está relacionada con la energía femenina.


Podemos acelerar los tiempos hacia donde queramos, pues nosotros somos los artífices de
nuestro propio destino y somos los que generamos la conciencia planetaria. Si
deseamos que todo sea guerra, ¡pues lo será! Si deseamos la paz, ¡pues la
tendremos!    Este entramado de intenciones y voluntades que se une en el campo energético de la tierra es el que mueve la suficiente cantidad de energía como para que la masa planetaria se
sume en un pensamiento global.

Pero ¿qué hacer desde la individualidad para que esto cambie? ¿Cómo puedes hacer tú
para que esto cambie en el sentido que deseas? Bien, esto tiene una respuesta
sencilla pero no por eso menos trabajosa. ¡Sólo debes dar el paso hacia donde
quieres dirigirte!         

En el transcurso de estas páginas continuaremos haciendo diversas prácticas y tareas
para que la energía cambie en este sentido.

Volviendo al concepto de cambio, se trata de algo que hacemos permanentemente.  Nada está fijo en el universo, todo está en permanente evolución y cambio. Los universos desaparecen y se regeneran con el
respirar de Brahma, en donde cada respiración es la destrucción y construcción
de un universo nuevo.

Nuestras células están permanentemente muriendo y se están generando nuevas que nos
hacen cambiar ciertos aspectos físicos, los cuales nos permiten pasar cada una
de las etapas de la vida con todo lo que necesitamos para hacerlo. Pero lo que
sucede es que este cambio es paulatino y permanente, pero no se nota porque se
produce en una misma dirección. Tiene tanta intensidad como para, por ejemplo,
hacer cambiar los huesos, regenerar un órgano o cambiar la piel.

Tú cambias tus células y tus órganos cada año. No eres la misma persona que eras
el año pasado. Aunque en tu exterior pareciera todo igual, todo lo que ha
sucedido a nivel celular en tu cuerpo te hace una persona totalmente distinta.
Por lo cual, puedes tomar otro punto de vista como persona diferente que eres
para cambiar todo lo que quieras, a cada instante.

Todo sucede al mismo tiempo. Respiramos y cuando lo hacemos 1030 átomos
circulan por nuestros cuerpos. Átomos y partículas subatómicas que alguna vez
pasaron por el cuerpo de una persona en África, por el de Einstein o por el de
Cristo…  Pero también han pasado por
millones de personas antes de llegar a nosotros y pasarán por millones más.
Esto implica que como estamos hechos de lo mismo, como compartimos esta “sopa
cuántica” que es el universo, vivimos en permanente evolución, pues un poquito
de cada uno de los millones por los que pasó ese átomo queda como información
en nosotros. Información a la que podemos acceder sólo si despertamos nuestra
conciencia. Sólo si nos convertimos en Sacerdotisas.


En los capítulos siguientes ampliaré información sobre ejercicios para utilizar esta
información y de esta forma poder acceder a un estado mayor de conciencia. Este
cambio planetario que necesitamos se producirá sólo si dirigimos nuestra
intención, pensamientos, palabras y acciones hacia el objetivo altruista de ser
un Ser planetario.  Este Ser planetario será el que evolucione en este nuevo milenio y el que genere la energía de la masa crítica necesaria para que todo el resto se vea influenciado por esa misma
energía y actúe en consecuencia.


 La masa crítica es una proporción de seres en una misma frecuencia de onda que influyen
sobre el Todo. Esta frecuencia es generada por cada uno de los integrantes,
vibrando al unísono con la misma frecuencia de onda. Al generarse a partir de
ellos una sintonía en particular logran cambiar el estado vibratorio de la
totalidad, modificando conductas y pensamientos y por extensión la energía
global del planeta.

 

En el comienzo la Tierra inició un camino de evolución. Hoy nos toca a nosotros como
conciencias realizar el cambio y tomar la responsabilidad para que el nuevo
tiempo sea un tiempo de Luz.

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