El Complejo de Peter Pan aparentemente habla de los hombres que quieren ser rescatadores y ayudar a los desvalidos. Parece tratarse de un cuento que habla de los héroes. Pero en el fondo el cuento transmite simbólicamente que se trata de personas que aparentemente ayudan pero que la realidad es que hacen por otros lo que quisieran recibir ellos mismos. Es decir que tratan de cumplir su propio deseo de ser ayudados, salvados y guiados de forma proyectiva. Peter Pan hace por los niños perdidos lo que él desearía que alguien más hiciera por él: que lo salven y lo guíen, es decir, que en el fondo él también se siente perdido y por eso no puede crecer. Ahí es donde entra Wendy a ayudarlo y a salvarlo.
Ciertamente se trata de personas que quisieran siempre depender infantilmente de alguien más, parecen los perpetuos adolescentes, o mejor dicho, los niños perpetuos por su dependencia tan infantil. En términos de su historia de vida, no tuvieron una relación que les hiciera sentir seguros ni que los capacitara para tener motivaciones que les ayuden a crecer y a hacerse cargo de sus responsabilidades. Esto dificultó desarrollar la confianza de que así como ellos tenían a alguien en quien confiar en caso de necesitar ayuda, ellos podrían a su vez desarrollar su propia autonomía y confiar que uno puede hacer las cosas por uno mismo y que sabrá resolver los problemas que se presenten. De modo que Peter Pan en forma inconsciente repite ese apego inseguro, no puede confiar en sus propias capacidades para tomar decisiones y asumir responsabilidades y por ello, inconscientemente espera a que alguien más, como Wendy, le resuelva todos los problemas y que no le pida lo mismo a cambio. Es que además hay que tomar en cuenta que estas personas tienen un problema de reciprocidad: esperan recibir mucho y dar poco o nada.
Como adultos, quienes crecen con el Complejo de Peter Pan no tienen conciencia de su responsabilidad y menos de lo que el otro quiere de él: no crecieron, no se desarrollaron no pasaron de la dependencia y el egoísmo, del recibir al dar. Peter Pan difícilmente será un buen candidato de pareja, a menos que se case con Wendy.
En el caso de Wendy, se trata de mujeres con un complejo psicológico que las vuelve sobreprotectoras igualmente detenidas en su desarrollo. Se acostumbran a hacer por el otro lo que hubieran querido que hicieran por ellas: les brindan cuidados y atenciones como suponen que el otro necesita y pueden ser a simple vista, muy buenas al hacerlo pero no se dan cuenta de que pueden hacer cosas por el otro que el otro sí podría hacer por sí mismo y sus cuidados pueden llegar a ser excesivos y a inhibir la iniciativa de la otra persona o incluso, sin darse cuenta, pueden hacerlo sentir inútil. También, no caen en cuenta de que pueden inhibir el crecimiento del otro. Hay un problema de identidad en ellas mismas pues no saben quiénes son por sí mismas, sienten que su importancia y su significado sólo se encuentra en función de sentirse necesitadas. Esto puede verse tanmbien en situaciones de codependencia (la codependencia es cuando se vive para cuidar a alguien que necesita ser atendido por estar una persona enferma por adicción, por enfermedad crónico-degenerativa por alcoholismo o por cualquier otra situación de dificultad o discapacidad.
Es importante que quienes se identifiquen con el funcionamiento de la personalidad de Wendy sepan primero, que es inconsciente y que el primer paso es adquirir consciencia de su conducta para empezar a cambiarla. Y que no se favorezca la dependencia de las personas en su entorno para sentir que se es importante como mujer o para darle sentido a su vida. Wendy es una mujer valiosa por sí misma y capaz de despertar admiración y reconocimiento como persona y no porque se sacrifica y se entrega al cuidado y la guía de Peter Pan para hallarle sentido a su existencia.
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