Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Khalil Gibran
A veces pensamos que las dificultades que se nos presentan en la vida son interminables, nos sentimos tan sumidos en la tristeza y la desesperación de la situación difícil en la que nos encontramos que empezamos a perder la fe y la confianza de decir:
“Esto también pasará”.
Cuando te encuentres en un momento donde la tormenta es tan grande y crees que nunca dejará de llover, solo piensa que esa dificultad es una prueba que se te ha impuesto en la que puedes demostrar que eres capaz de salir victorioso y superarlo.
Un evento que a pesar de lo duro que pueda ser, te dejará un aprendizaje de tanto valor que te hará más fuerte para las pruebas futuras.
La vida tiene sus altas y bajas, algunas veces tenemos que vivir cosas que quisiéramos evitar, pero es en esos momentos en donde obtenemos los más grandes aprendizajes, es allí entre las lágrimas donde entendemos que la fuerza no está afuera de nosotros, sino que es en nuestro interior donde guardamos la fortaleza que nos edifica como seres preparados para las más duras batallas.
Recuerda que después de la tormenta viene la calma, y que el sol brilla cuando en lugar de sumirte en el dolor buscas una solución que aminore el tiempo de sufrimiento a tan dura prueba.
Deja que tu sol brille, enfocándote en el resultado positivo que deseas.
De nada sirve seguir insistiendo en el problema, estar buscando culpables, o trata de encontrar razones que expliquen lo que estás viviendo, el sol se asomará cuando comiences a planificar los pasos que te ayudarán a seguir un camino donde la solución sea la vista más próxima en el sendero.
Sandra Patricia Coral Dulcey
Comentarios
Querida Anita es un gusto saber de tí, espero te encuentres bien. Aunque sea de vez en cuando siempre agradezco tus palabras. Un abrazo.
Hola Martha
Que hermosas palabras, llegan en el momento justo.
Siempre leyendo, tus aportaciones aunque últimamente no te he escrito.
Un fuerte abrazo
Como pasajeros de esta vida a todos nos tocan momentos muy difíciles, que en ocasiones se nos hace imposible salir de ellos. Gracias a Dios las cosas no son así, ya que siempre después de ello aparece como si fuera un amanecer la esperanza como una lucesita que nos llena de Fe y ganas de seguir luchando por los nuestros, apoyándolos hasta el fin, llenos de amor formando como siempre lazos tan fuertes de los cuales nunca podremos escaparnos. Eso es la Familia, por y para siempre. Gracias a ello cada vez más fuertes y sintiéndonos capaces de seguir de pie, sin permitir que esa unión se rompa.