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Hay días en que solo quiero ser changarrera…

¿Qué pasa con esos días que solo quiero ser changarrera, esos días donde el miedo seinstala en la mente y esta se niega y te paraliza para que no salgas de tu zonade confort?

Todas los tenemos y si leemos biografías de gente exitosa te dirán que muchas vecesse estacionaron en este espacio. Son esos días donde sientes que no te puedescomer el mundo, donde, como dice la cantante Rosana, “hoy no tengo ganas decambiar el mundo”. Son momentos tan densos que se nos olvida completamentenuestro objetivo y todo se ve totalmente obscuro. En esos momentos es cuandotener en papel nuestra meta es muy importante y abrir la libreta donde estánnuestros sueños es una acción muy pertinente. La mente humana puede ser unagran aliada o una gran enemiga todo depende de cómo aprendamos a usarla y comola domestiquemos como dice Don Miguel Ruiz.

El escenario puede suceder de una manera así: Te despiertas a las 4:30 de la mañanay tratas de volverte a dormir, tu mente no descansa y tu crítico interno (noteseque en mi caso es masculino, ¿por qué sera?) te dice cosas como, no se para quete metiste en esto, tan bien que estábamos con nuestro trabajito de 9 a 5, noera mucho el sueldo pero ahí la íbamos pasando, por lo menos no tenias quetrabajar horas extras. Ahora, mira nada mas, no paras de trabajar en disque “tusueño” y antes tus sábados y domingos eran intocables y ahora no hay descanso.No se para que te metiste en todo esto de ser una “empresaria”, nunca lolograrás. No te acuerdas lo mediocre que fuiste en la escuela y no se te olvideque traes una herencia difícil de romper. ¿Qué te pasa Aurora Medina? Mejorcomienza a mandar tu curriculum, trabaja en un lugar seguro donde recibas uncheque cada quince días y no tengas que andar en ese rollo de hacer lo que teapasiona, ¡que rayos es eso! Mira, si tanto insistes en trabajar en tu cuentapues ya mejor quédate de changarrera, hasta el ex-presidente mexicano Vicente Fox los enzalsaba.Eso es más fácil, no hay que batallarle tanto y no tienes que estudiar para seruna changarrera, todo se hace al ahí se va. Ya no me des tanto trabajo, estoycansado…

Bla, bla, bla, esa es la perorata del crítico interno y ¿cómo desmantelarlo? Puessaco mi hoja de razones porque decidí volverme una empresaria y me recuerdo ami misma que esto pasará que es solo una prueba para demostrarle al universoque estoy seria en este negocio que haré lo que sea necesario para lograr misueño y trabajar en lo que mas me apasiona.

Sí, se que hay días que son malos pero tengo que admitir que mis días buenos son mayoresy que con mi enfoque en la mira podré superar los obstáculos que mi mente en suafán por mantenerme en mi zona de confort tiene a bien poner frente a mi. Seque cada vez que enfrento uno de ellos me fortalezco.

Acepto los días malos, observo a mi berrinchudo crítico interno y visualizo una luz deesperanza para mañana o con un poco de disciplina solo serán un par de horas. ¡Seque triunfaré!