Usar Excel, apps o automatizaciones no es solo un tema técnico: es una forma de decir “sí” o “no” desde tu historia como mujer.
Hay silencios que duelen más que los gritos.
El silencio que ocurre cuando ves tu cuenta bancaria y no sabes cómo llegaste ahí.
El silencio que aparece cuando tienes que decir "sí" a algo que no puedes pagar porque no sabes cómo decir "no".
El silencio que se instala cuando alguien más ha decidido por ti durante tanto tiempo, que ya no recuerdas cómo se toma una decisión financiera desde ti.
Muchas mujeres hemos aprendido que callar, complacer o ceder es más seguro que decir: “esto no me conviene”.
Y eso también se ve en el dinero.
🧍♀️ Porque durante generaciones nos enseñaron a no molestar, no exigir, no incomodar… tampoco con la tarjeta de crédito.
Y entonces terminamos sin usar herramientas que podrían ser nuestras aliadas.
Evitamos apps. Le tenemos miedo al Excel. Nos sentimos torpes con los números, aunque seamos brillantes en tantas otras áreas.
Pero no es torpeza. Es herida.
Herida de no haber sido escuchadas. De no haber sido incluidas en decisiones.
De haber tenido que "hacer milagros" con lo poco que quedaba después de priorizar a otros.
Las herramientas financieras no son solo técnicas. Son lenguajes.
Y cada vez que no usas una, no es que no puedas. Es que algo adentro duda si tienes "permiso".
Te comparto algunos ejemplos de cómo el desuso de herramientas también es una forma de silenciamiento financiero:
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No usar Excel porque "eso es de contadores".
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No tener app de gastos porque “si mi pareja ya lleva el control, yo para qué”.
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No automatizar ahorros porque "me da miedo que falte para otros".
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No revisar el estado de cuenta porque "ni al caso, yo ni gano tanto".
🧨 Cada una de esas frases revela una voz que se apagó.
Pero el dinero también se pronuncia.
Y si no lo haces tú, lo hará el sistema, tu entorno o tu pasado.
Por eso hoy quiero invitarte a mirar tus herramientas como tus micrófonos.
Como las formas en que puedes empezar a decirte:
“Ya no me callo.”
“Ya no dejo que otros decidan.”
“Ya no quiero sentirme muda frente a mis finanzas.”
No necesitas convertirte en experta en Excel.
No necesitas tener la app perfecta.
Solo necesitas crear un sistema que esté al servicio de tu poder, no al servicio del miedo.
Hoy te comparto el método R.E.S.P.I.R.A.:
una forma de empezar a organizar tus herramientas financieras desde tu historia, tu voz y tu posibilidad actual.
R – Reconoce qué estás evitando
Pregúntate: ¿qué conversación financiera no me he atrevido a tener conmigo? ¿Qué datos me da miedo mirar?
E – Elige herramientas alineadas contigo
No todas te van a funcionar. Y está bien. Elige aquellas que te den paz, no ansiedad. Tal vez es una libreta, una app visual, una hoja en blanco. Hazlo tuyo.
S – Simplifica
No necesitas 10 herramientas. Tres son suficientes: una para registrar, una para automatizar, una para visualizar.
P – Programa recordatorios con amor
No más alarmas que suenan como regaños. Escribe frases suaves: “Hoy me organizo para cuidarme”, “Revisar mi dinero también es darme voz”.
O mi favorita del Coaching Grupal para Salir de Deudas... "Gracias por mis deudas. Ahora elijo prosperar" cada día de pago de tu tarjeta.
I – Incluye mensajes que te representen
Colores, frases, símbolos, nombres. Haz que tus finanzas se vean como tú. Que tu Excel no parezca una oficina ajena, sino tu casa.
R – Repasa lo que sientes al tomar decisiones
No solo lo que gastas. Pregúntate: ¿esto me hizo sentir libre? ¿Esto fue un sí desde mi poder o desde la culpa?
A – Ajusta sin culpa
Cambiar no es fracasar. Es evolucionar. Acepta que tus necesidades cambian. Y tus herramientas también deben hacerlo.
Muchísimas mujeres fuimos educadas para obedecer, no para decidir. Y eso también dejó huellas en cómo usamos o evitamos nuestras herramientas financieras.
Pero hoy podemos hacer algo distinto.
Podemos ver un Excel y decir: "Esto es mío. Aquí estoy yo."
Podemos usar una app y ponerle nuestro nombre, nuestros colores, nuestra intención.
Podemos automatizar pagos no para que nos controlen, sino para liberar tiempo y energía para lo que sí importa.
✨ Podemos dejar de ver las herramientas como enemigos
y empezar a verlas como amplificadores de nuestra autoridad interna. ✨
Y eso no es algo técnico. Es algo profundamente feminista.
Porque recuperar tu voz financiera también es una forma de resistencia.
Quiero que cierres esta lectura con esta imagen:
🌬️ Cada vez que te organizas con amor, le estás diciendo al mundo:
“Mi dinero no me calla. Mi dinero me escucha.” 🌬️
Y si te tiembla la voz, está bien.
Nadie nos enseñó a hablar de dinero sin miedo.
Pero aquí estamos. Haciéndolo distinto. Paso a paso. Frase por frase.
Herramienta por herramienta.
Con todo lo que somos.
Si este boletín resonó contigo, te invito a conocer el Santuario de Identidad Financiera, una comunidad de personas que están aprendiendo a ponerle voz a sus finanzas desde un lugar tierno, claro y valiente. (Durante Junio estoy abriendo las puertas debloqueando un año gratis para miembros fundadores. Escríbeme y te comparto el código de desbloqueo)
También puedes unirte a mi programa Identidad Financiera Consciente, donde trabajamos 1 a 1 chakra por chakra, para alinear tu energía, tus herramientas y tus decisiones con una versión de ti que ya no se calla frente al dinero. Agenda una sesión de exploración para saber si es tu momento y si esto es para ti.
Te espero donde ya no tengas que pedir permiso para prosperar.
Con amor,
Marijó Codesal
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