"COMPASIÓN"

Tú eres lo más importante. El Poder está en Ti.

El proceso de forjarnos un carácter comienza desde adentro, si es puro y honesto, se convierte en compasión. Cosas como el carácter y la integridad no tienen importancia alguna en un universo de una sola persona. De manera, que, a fin de cuentas, uno debe hacer que el carácter salga al mundo, donde la disposición y capacidad propias para mostrar respeto por los demás se vuelven elementos extremadamente importantes.

Para que la compasión pueda surgir resulta esencial reconocer la chispa de divinidad que existe en cada uno de nosotros. “A todos nos gustan las fortalezas o la belleza física de otros. Pero, ¿podrían gustarnos las debilidades de otra persona? ¿Las aceptaríamos por sus incapacidades? Pues eso es justo lo que debemos hacer. De eso de trata la compasión. No solo de las cosas buenas”

Algo que llenaría de mucho orgullo a los candidatos es que carezcan por completo de prejuicios e intolerancia. ¿Qué hay respecto de las formas en que nos agrupamos para mostrar menosprecio hacia los demás, y de las ocasiones en que mostramos una falta de respeto por las otras personas? Por ejemplo, en muchas culturas humanas que cuentan con un número relativamente pequeño de integrantes, así como en las organizaciones pequeñas, al recién llegado se le excluye, se le aísla y se le hace objeto de abusos de cualquier tipo. Con frecuencia omitimos una palabra que se requiere en cualquier momento del ser humano y que se olvida por completo en cualquier aspecto político por la creencia de no ser necesario y mucho menos, bien visto. Me refiero a la palabra: Amor. No podemos hablar de compasión si no amamos a nuestro prójimo.

“El amor es el respeto por la dignidad de cualquier individuo…el amor es caridad. El amor al que me refiero no tiene nada que ver con la denigración. El hombre que menos precia a los demás, es decir, que no muestra caridad hacia sus semejantes, que no es leal, que habla mal de los otros, no es un líder y no pertenece a los elevados estratos de la administración”

Cuando escuchamos la palabra amor a menudo la relacionamos con algo romántico. Cuando escuchamos el precepto de Jesús sobre “amarnos los unos a los otros”, lo aceptamos sin esfuerzo. El amor significa lealtad, trabajo en equipo, respeto por la dignidad de los demás; en suma, el poder del corazón, no del odio.

El término que busco al hablar de amor hacia los demás es comprender sus necesidades y respetar sus ideales, mientras los candidatos y líderes no lo logren, denotan ser individuos poco tolerantes a los sentimientos humanos, los cuales nuestra sociedad demanda para ser más receptivos y comprender de forma abierta y honesta sus mensajes. Lo que deben de buscar es compasión, que literalmente significa, “sufrir juntos” y, por lo general, implica el deseo, por parte de la persona compasiva, de presentar ayuda de alguna manera.

Lo opuesto a la compasión es la apatía, la ausencia de sentimiento, la indiferencia emocional. Una persona que vive en un estado de apatía ocupa el peldaño más bajo de la humanidad. De hecho, él o ella encarnan lo inhumano. En nuestra sociedad, en nuestro país se implora, ya no con exigencia, compasión de los candidatos para comprender el valor del ser humano. Si no son ejemplo de humildad y compasión, no podemos esperar un mínimo esfuerzo de comprensión hacia nuestras necesidades humanas. Ya no hablo de “deseos” esos, los logramos nosotros, pero lo esencial para nuestra supervivencia exige una persona de compromiso. Acaso alguno de nuestros candidatos sabrá lo que es la compasión…

La gente compasiva se preocupa por los demás, en el entendido de que, como seres humanos, en realidad son más nuestras semejanzas que nuestras diferencias. Todos provenimos de una misma fuente: la fuente de toda vida. Respiramos el mismo aire, ocupados el mismo pequeño rincón de la misma casi insignificante galaxia. Todos deseamos más o menos las mismas cosas en la vida: son sólo variaciones de un mismo concepto de la felicidad humana. Al final, todos habremos de enfrentar el mismo destino. ¿Acaso nos merecemos unos a otros algo de compasión? Si no contestas de inmediato que “si”, te propongo una manera un poco más egoísta de enunciar el mismo razonamiento:

“Si soy una persona digna de ser amada y que vale la pena, entonces también debe serlo todo aquel con quien tengo contacto. Si ellos no fueran dignos de ser amados ni valieran la pena, tampoco lo sería yo”

Si no existe un sentimiento de amor y compasión hacia el candidato que deseamos apoyar, cómo esperamos que van a reaccionar ante nuestras necesidades. Para poder crear una nación de carácter y de integridad, los candidatos deben de saberse dirigir con compasión, con el poder del corazón, y también de crear un entorno en el que las personas a quienes desean dirigir puedan mostrar compasión por los demás.

Recuerda, Tú tienes el Control, Tú eres lo más importante. Que Dios te bendiga, nos vemos el próximo martes. Gracias.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Comentarios


  • Amor. No podemos hablar de compasión si no amamos a nuestro prójimo.
    Felicidades, una bella manera de explicar algo tan grande en pocas palabras, es un artículo precioso con un gran mensaje para todos.  Saludos

This reply was deleted.