Hablar en público es una habilidad crucial en diversos ámbitos, pero para muchas mujeres representa un desafío debido al miedo escénico. Cuando te atreves, te das cuenta de que "no pasa nada" y que el miedo estaba en tu mente. Tengo amigas y familiares que te aseguran que "ni de loca" tomo el micrófono y no hay forma de convencerlas para que se atrevan.
Te comparto algunos consejos que les doy, esperando que también te funcionen, porque es importante superar este miedo y mejorar tu desempeño.
Primero tienes que entender el origen del miedo. El miedo a hablar en público suele estar vinculado al temor al juicio o al fracaso. Reconocer estas preocupaciones es el primer paso para enfrentarlas.
Tienes que prepararte al máximo. Conocer a fondo tu tema te dará confianza. No puedes hablar de lo que desconoces o no dominas. Practica tu discurso varias veces, primero en solitario y luego frente a amigos o familiares para recibir retroalimentación. Usa técnicas de relajación. Respiración profunda, meditación o ejercicios de visualización positiva pueden ayudarte a calmar los nervios antes de hablar. Enfócate en el mensaje, no en ti misma. En lugar de centrarte en cómo te perciben, concéntrate en el valor que tu mensaje aporta a la audiencia. Esto reduce la presión personal.
Comienza con pequeños públicos. Practicar con grupos reducidos o en ambientes menos formales te ayudará a ganar confianza antes de enfrentarte a una audiencia más grande. Acepta que los errores son normales. Incluso los oradores más experimentados cometen errores. Si algo sale mal, sigue adelante sin darle demasiada importancia. Busca apoyo y capacitación, para practicar y mejorar tus habilidades.
Superar el miedo de hablar en público es un proceso que requiere práctica y paciencia. Con las estrategias adecuadas, puedes transformar el temor en confianza y convertirte en una oradora eficaz.
Otra duda que me han compartido es ¿cómo vestirte de forma ejecutiva para hablar en público? Lo primero que les pido es que piensen en ¿cómo quieres que te vean?, ¿qué quieres proyectar?, ¿qué impresión quieres dar, ya que percepción es realidad? La forma en que te vistes al hablar en público puede impactar significativamente la percepción de tu audiencia. No solo se trata de vestimenta, sino de proyectar confianza, profesionalismo y credibilidad. Si tu marca personal es una de tus prioridades, te comparto lo que le ha dado valor a la mía y que cuido al máximo. Tu imagen debe reflejar tu personalidad y valores. Ser auténtica genera confianza y te permite destacar de manera genuina. Asegúrate de que tu estilo sea coherente con tu rol y la cultura organizacional.
1. Conoce a tu audiencia y el contexto: El nivel de formalidad de tu vestimenta debe alinearse con el tipo de evento y el público. Un atuendo más formal es ideal para reuniones corporativas, mientras que algo más casual puede ser apropiado en eventos informales.
2. Vestimenta adecuada y profesional: Elige prendas de calidad y bien ajustadas. Opta por trajes de corte clásico, camisas o blusas de colores neutros, y pantalones o faldas que te queden bien. Evita ropa demasiado ajustada o suelta, ya que puede distraer o incomodarte. Opta por ropa de buena calidad que te quede bien. Los trajes, blazers y pantalones de corte clásico son básicos del guardarropa ejecutivo.
3. Colores y estampados sobrios: Prefiere tonos neutros como gris, azul marino o negro, que transmiten autoridad y confianza, mientras que tonos como blanco o beige añaden un toque de accesibilidad. Usa colores más vivos en accesorios o detalles para destacar sin exagerar.. Si incluyes estampados, asegúrate de que sean discretos.
4. Elige zapatos cerrados y cómodos, ya que pasarás tiempo de pie, con tacones moderados o flats elegantes, limpios y bien conservados.
5. Accesorios minimalistas: Evita joyas o accesorios llamativos que puedan distraer. Un reloj elegante o un collar discreto complementan el look sin robar protagonismo. Invierte en un bolso o portafolio de calidad, funcional y profesional.
6. Un aspecto pulcro es fundamental, refuerza tu imagen profesional. Asegúrate de que tu ropa esté limpia y planchada, y presta atención al cuidado personal. El peinado debe tener unn estilo bien cuidado y adecuado para tu entorno profesional. Si decides usar maquillaje, mantenlo discreto y elegante. Mantén tus uñas limpias y cuidadas.
7. Antes del evento, prueba el conjunto completo para asegurarte de que te sientes cómoda y confiada.
Vestirse de forma ejecutiva no solo mejora tu apariencia, sino que también influye en cómo te perciben y aumenta tu seguridad. Al cuidar tu imagen, refuerzas la efectividad de tu mensaje y le das valor a tu marca personal, esencial del liderazgo.
Tu lenguaje corporal es tan importante como tu vestimenta. Mantén una postura erguida para proyectar seguridad. Muestra interés y autoridad al mantener contacto visual con tu interlocutor. Usa movimientos de manos moderados para enfatizar puntos clave sin distraer. La confianza es un pilar de la imagen ejecutiva. Habla con claridad, escucha activamente y muestra empatía. Una actitud positiva y resolutiva refuerza tu liderazgo.
La imagen y la marca personal es una combinación de presencia física, comunicación y actitud. Definirla requiere conocerte, definir tu meta, saber cómo quieres posicionarte y un equilibrio entre profesionalismo y autenticidad, adaptándola al entorno y a tus objetivos de liderazgo.
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