Cómo afrontarlo, Consejos y Signos de Alerta
¿Qué es el TDAH?
- El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta la capacidad de una persona para prestar atención, controlar impulsos y regular el nivel de actividad. Aunque suele diagnosticarse en la infancia, sus síntomas pueden continuar en la adolescencia y la adultez. El TDAH se caracteriza por tres síntomas principales:
- Déficit de atención: Dificultad para concentrarse, prestar atención a detalles y seguir instrucciones.
- Hiperactividad: Inquietud constante, necesidad de moverse y dificultad para permanecer quieto.
- Impulsividad: Actuar sin pensar, interrumpir a los demás y dificultad para esperar.
Signos de alerta del TDAH
El TDAH puede manifestarse de diferentes maneras, pero algunos de los signos de alerta más comunes incluyen:
Inatención:
- Comete errores por descuido o falta de atención en las tareas.
- Tiene dificultad para organizar actividades o mantener el orden.
- Evita tareas que requieren esfuerzo mental prolongado.
- A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
Hiperactividad:
- Está en constante movimiento, incluso en situaciones donde se espera que esté quieto.
- Habla excesivamente y tiene dificultades para jugar o relajarse de manera tranquila.
- Muestra impaciencia extrema, necesita moverse constantemente o se siente "enérgico".
Impulsividad:
- Interrumpe a los demás o se entromete en conversaciones y juegos.
- Responde antes de que se complete la pregunta o no espera su turno en actividades grupales.
- Tiene dificultades para controlar emociones, puede ser impulsivo en decisiones o reacciones.
Cómo afrontar el TDAH
El TDAH puede ser desafiante tanto para los afectados como para sus familias, pero con las estrategias adecuadas, es posible gestionarlo de manera efectiva. Aquí algunos enfoques para afrontar el TDAH:
- Diagnóstico y tratamiento adecuado
- Evaluación profesional: Si sospechas que tú o un ser querido tiene TDAH, es fundamental buscar una evaluación profesional por un psicólogo, psiquiatra o pediatra. Un diagnóstico temprano ayuda a implementar estrategias personalizadas.
- Terapia farmacológica: Para algunos, los medicamentos como los estimulantes (metilfenidato o anfetaminas) pueden mejorar la atención y reducir la hiperactividad. Sin embargo, siempre debe evaluarse su uso junto con un profesional de la salud.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a cambiar patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades de afrontamiento para el TDAH.
- Establecimiento de rutinas claras
- Las personas con TDAH se benefician de una estructura y organización en su vida diaria. Crea una rutina regular que incluya tiempo específico para estudiar, trabajar, hacer ejercicio y relajarse. Usa listas de tareas, calendarios y recordatorios visuales para organizar actividades.
- Dividir tareas en pequeños pasos
- Las personas con TDAH pueden sentirse abrumadas por proyectos grandes. Dividir las tareas en pasos pequeños y manejables hace que sea más fácil mantenerse enfocado y motivado. Al finalizar cada paso, tómate un breve descanso como recompensa.
- Estrategias de autorregulación
- Técnicas de mindfulness o meditación: Ayudan a calmar la mente y mejorar la atención, permitiendo a las personas con TDAH concentrarse más fácilmente.
- Ejercicio físico regular: El ejercicio libera endorfinas, mejora el estado de ánimo y reduce los niveles de ansiedad, lo cual es muy beneficioso para quienes tienen TDAH.
- Control de estímulos: Reducir distracciones en el ambiente (como eliminar el desorden en el lugar de trabajo o estudio) facilita la concentración.
- Entrenamiento en habilidades sociales
- Dado que el TDAH a menudo afecta la capacidad de relacionarse con otros, puede ser útil trabajar en habilidades sociales. Esto incluye aprender a esperar turnos, escuchar activamente y regular las respuestas emocionales. Los programas de entrenamiento en habilidades sociales pueden ser muy efectivos.
Consejos: Qué hacer y qué no hacer
Qué hacer:
- Brindar apoyo positivo: Refuerza los logros y esfuerzos, no solo los resultados. El refuerzo positivo es más efectivo que señalar los errores.
- Fomentar el uso de herramientas de organización: Aplicaciones móviles, alarmas y recordatorios pueden ayudar a las personas con TDAH a organizar sus tareas y cumplir plazos.
- Promover el autocuidado: Dormir lo suficiente, comer bien y practicar actividades relajantes contribuye a una mejor gestión de los síntomas.
- Educarse sobre el TDAH: Padres, maestros y personas cercanas deben aprender sobre el TDAH para comprender mejor las conductas y ser más empáticos.
Qué no hacer:
- No etiquetar o estigmatizar: Decirle a alguien que es “perezoso” o “desorganizado” puede dañar su autoestima y agravar los problemas de comportamiento.
- Evitar críticas constantes: La crítica frecuente, sin ofrecer soluciones o apoyo, puede ser contraproducente y llevar a la frustración.
- No esperar perfección: El TDAH implica dificultades persistentes. Establecer expectativas realistas permite que las personas se sientan capaces de avanzar sin sentir presión extrema.
- No ignorar los síntomas: El TDAH no desaparece con la edad si no se trata. Ignorar los síntomas puede llevar a problemas adicionales en la vida adulta, como ansiedad, depresión o bajo rendimiento académico/laboral.
El TDAH es un trastorno complejo, pero con el tratamiento adecuado, apoyo y estrategias de manejo personalizadas, las personas que lo padecen pueden llevar una vida exitosa y satisfactoria. Es importante reconocer los signos de alerta temprano y actuar con empatía y comprensión. Recuerda que cada persona con TDAH es única y lo que funciona para una puede no funcionar para otra, por lo que un enfoque flexible y basado en las necesidades individuales es clave para el éxito en su manejo.
(Imagen tomada de internet)
Comentarios