Todos los problemas tienen solución, solo que hay unos que son más complicados…
Si hay algo que te produce molestia, tensión e incomodidad lo lógico es que lo trates de resolver lo más rápido posible, pensando lógicamente. A nadie le gusta vivir con problemas y menos si estos causan daño o te afectan directamente. Sin embargo, no siempre es tan fácil como parece. Hay ocasiones que no se puede solucionar el problema sencillamente, ni tan pronto como uno quisiera. Las relaciones personales son complicadas y más cuando estas son cercanas y hay intereses de por medio.
Entonces ¿qué pasa cuando hay problemas con personas que no se les puede evitar del todo, pero al mismo tiempo, tampoco se cuenta con las herramientas necesarias para poder solucionar el conflicto?
Obvio se tiene que buscar alguna otra manera para resolver el problema, no es sano vivir así. Evitar a la persona con la cual se tiene el problema a la larga solo se complica, confrontar la situación, sin tener un cambio de percepción del asunto, solo empeora, incrementa la frustración y la intensidad del mismo. ¿Entonces que se puede hacer? ¿Cómo se puede solucionar un problema, agobiante que no deja de crecer y se complica cada día más?
La solución ante esta problemática mucho más simple de lo que parece. Cuando llegas al punto de estar entre la espada y la pared, y además te estas sofocando porque no vez la solución, lo más recomendable es: NO SEGUIR TRATANDO de solucionar el problema. Esto no quiere decir que se le va a evadir para siempre, tampoco quiere decir que se le va a negar. Simplemente por el momento hay que dejar por la paz. Reconocer que para poder solucionar esa cuestión, hay que buscar otra alternativa más efectiva.
¿Qué quiere decir esto? Para empezar, quiere decir que hay que soltar un poquito el problema y la relación que está provocando dicha condición. Reconocer que un poco de aire fresco y tiempo es necesario para despejar el ambiente tan condensado y contaminado. Esto, seguro puede ayudar a encontrar nuevas posibilidades para reiniciar un nuevo dialogo. Por el otro lado, posiblemente se va a requerir buscar la ayuda de una tercera persona, que sea objetiva y esté preparada profesionalmente para ayudar.
Esta persona tendrá que tener la posibilidad de mediar y de encontrar un punto justo para ambos. El encontrar un mediador adecuado, será quizá un reto más grande que el problema mismo, ya que además que esta persona deberá tener la capacidad y el poder para proporcionar soluciones prácticas y terminar con el problema, también deberá de ser suficientemente neutral para no convertirse en juez y parte del problema.
A pesar de que hay ciertos problemas que no tienen solución, siempre hay algo que se puede aprender y mejorar. Quizá el conflicto sea una oportunidad para crecer y aprender a ver el mundo con otros ojos, o simplemente sea un reto que se tenga que superar.
La receta
Solucionado lo complicado
Ingredientes
1 taza de valor – aceptar que no se tiene lo que se requiere para resolver el problema
1 taza de compasión – entender que la otra persona también tiene algo de dificultad
2 manojos de prudencia - sensatez para dejar de insistir lo que no se puede solucionar por ahora
1 pieza de visión – percibir el futuro de la situación, buscar nuevas posibilidades, tener perspectiva
1 pizca de tiempo - paciencia, dar espacio a que las cosas fluyan y se acomoden sin forzarlas
Recomendación del chef: Cuando te atores con un problema, cambia el foco de tu atención acerca de la situación o la persona que te está causando el problema. No te enfoques en todo lo malo que está sucediendo en este momento.
Como poder resolver problemas
1. Todo problema tiene solución, no hay que darse por vencido hasta encontrarla. Reconocer que por más complicada que sea la situación, siempre hay otra posibilidad desconocida que puede servir para mejorar la realidad.
2. Los problemas son pruebas que ayudan a fortalecer el carácter y la misión de vida. Hay que perder el miedo a la manera de cómo se perciben los problemas, lejos de perjudicar siempre dejan enseñanzas inolvidables e invaluables muchas veces cambian hasta la forma de vivir.
3. Poner distancia y perspectiva ayuda a ver las cosas con mayor claridad. Ver el problema como si fuera de otra persona. Convertirse en el que se escucha, entiende y aconseja, con compasión y un poco de sentido del humor facilita el poder resolver mejor los problemas.
Pedir ayuda cuando no se puede resolver un problema es símbolo de fortaleza y valor*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2017 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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