La obesidad, al igual que muchos otros padecimientos, puede causar una serie de reacciones físicas, intelectuales, sociales y emocionales en la persona, por lo tanto la autoestima se ve deteriorada.
A veces los padres con intención de ayudar a sus hijos les dicen cosas que los van marcando:Deja de comer mira nada más como estás gord@, mi hijo parece una maquinita de comer, denle lo que sobra a x que siempre tiene hambre, etc.
Esos comentarios en lugar de ayudar están invitando a que tengan más ansiedad y necesiten calmarla de alguna manera, lo que muchas veces ocurre con la comida. Es como cuando un enfermo alcohólico llega a su casa en estado alcohólico y su esposa le recrimina la forma de beber, en lugar de ayudarlo lo está empujando a beber más.
Cuando a un niño desde pequeño se le enseña que cuando se cae lo consuelan con un dulce o golosina y le inhiben el sentimiento real, lo que le enseña a relacionar la comida/ bienestar, alivio.
La raíz de estos problemas generalmente viene desde la infancia. Los padres juegan una parte muy importante en este aspecto, debido a que el primer contacto que se tiene con el mundo exterior es a través de ellos, son una pieza muy importante en la formación de los cimientos de cada persona y, en gran medida, la forma en la que se enfrenta la vida es la forma que se aprende de pequeños en casa. Es importante modificar nuestra conducta empezando por hacernos conscientes de nuestras necesidades y realmente detenernos para saber qué es lo que queremos.
Para recuperar la valía debes reconocerte como personas, amándote y aceptándote.
Yolanda Padilla
Twitter @Yolanda_Padilla
www.terapeutayolandapadilla.com
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