Trabajar como emprendedor puede ser un camino bastante rudo y en ocasiones de mucha soledad. Me refiero a que puedes estar aislado porque las decisiones que tomas o dejas de tomar son en base a tu instinto, a tu poder de razonamiento. ¿Cómo te aseguras entonces que están bien alineadas o bien tomadas cuando tú eres la cabeza de tu negocio?
Esto le puede pasar muy seguido al emprendedor y este camino puede tornarse de pronto difícil, de soledad, por decirlo de alguna forma. Pero hay una solución: rodéate de un coach que te guíe en tus decisiones. Es alguien objetivo que te podrá escuchar y guiar por los retos que vas enfrentando.
Si bien no te dará todas las soluciones, te podrá orientar en cómo comunicar mejor tus ideas, o te ayudará a que te inspires a encontrar otras formas innovadoras de resolver estos retos que se van presentando.
Esto no le sucede solamente al emprendedor. De igual forma, cuando llegas a niveles altos en la organización tiendes a quedarte solo porque tu equipo quizá ya no se atreva a darte retroalimentación valiosa de cómo estás ejecutando. También porque hay puntos ciegos que dejas de observar y que limitan tu actuación.
Acudir a un coach externo, que te haga ver cómo comunicar mejor, qué está condicionando el trabajo en equipo, que te está impidiendo actuar con claridad, es lo que ayuda a fortalecer tu poder de liderazgo.
Directivos sin coach
Cuando estuve en el medio financiero vi cómo en el nivel de directores nadie se atrevía a decirles lo que veían los equipos de trabajo. Eran los últimos en enterarse de algunos detalles que, si bien no eran tan delicados, sí sumaban para provocar mejor actuación o mejores resultados.
Lo he visto en los últimos años con varios de mis clientes. ¿Quién se va atrever a decirle al jefe que no es claro su mensaje? ¿Quién se va a atrever a comentarle que hay un liderazgo débil? Aunque en ciertas organizaciones, los departamentos de desarrollo de talento y RH hacen este tipo de evaluaciones, no siempre es fácil hacerle ver a un directivo que puede apoyarse en un coach. Ahí es cuando viene el riesgo más grande, deciden cambiar de directivo, y el implicado nunca entendió qué hizo mal.
Tener un coach no es signo de debilidad, sino de visón por mejorar. Piensa que cuando alguien te sugiere tener una guía, es porque tu talento puede ser explotado y magnificado para provocar más éxito. No lo veas como un castigo, sino como un halago para potenciar tus talentos.
¿Cómo escoger un buen coach?
- Está dispuesto a acompañarte al 100% en el camino de la transformación profesional.
- Te estira para que no te quedes en zona de confort y estires tu pensamiento.
- Inspira para que sientas un aliado en tu toma de decisiones y puedas intercambiar estas nuevas ideas que se van presentando.
- Te hará sentir cómodo, genera empatía y hay química entre él y tú.
- Se asegura que tengas metas concretas que alcanzar.
- Se enfoca en cambios de comportamiento y no en tu persona.
El artículo de Harvard Business Review. “What can coaches do for you?” comparte resultados de una encuesta realizada en empresas y entre coaches, explica qué debes buscar en un profesional especializado, y cuándo es mejor tomar otro tipo de terapia.
Si tú crees que es momento de re inventar la forma en cómo enfrentas tus retos, de cómo comunicas con tus equipos, de cómo proyectar liderazgo, o simplemente de no hacerlo tan sólo si eres emprendedor, apóyate en un coach que te de la guía y que te permita ver con mayor claridad y visión, cómo alcanzar resultados exitosos.
El contenido original de esta publicación se encuentra en el siguiente enlace https://www.alemarroquin.com/2019/02/18/acompana-tu-camino-profesional-con-un-coach/
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