La sexualidad es parte integral del ser humano desde que nace y a lo largo de toda su vida. “Hablar de sexualidad es hablar de la esencia misma del ser humano”. Sin embargo y desafortunadamente para muchos sigue siendo un tema sucio, lleno de tabúes.
Tomando en cuenta que en la actualidad gran parte de la educación sexual que recibimos es inconsistente y confusa. En el mejor de los casos la mayoría de los programas educativos son programas para educar en la reproducción, o sea para enseñarle a los jóvenes cómo nos reproducimos y cómo podemos evitar hacerlo, y las consecuencias que podría provocar tener relaciones sexuales, tales como las enfermedades de transmisión sexual.
Pero estos temas abarcan una pequeñísima parte de la educación en la sexualidad. Estoy convencida que si tuviéramos programas que educaran en los afectos, que formaran en valores y educaran en el erotismo no habría tantas mujeres anorgásmicas, tantos eyaculadores precoces ni tanta violencia sexual. ¿Y por qué digo tantas?, porque para la mitad de las mujeres adultas de nuestro país el placer sexual no existe, y porque las estadísticas también nos muestran que casi el 40% de los hombres del mundo muestran síntomas de eyaculación precoz aunque muchos por vergüenza o miedo lo nieguen.
De hecho, si habláramos más de sexualidad y menos de sexo, habría menos sentimientos de culpa y más hombres y mujeres sexualmente satisfechos. En nuestros días los conceptos relacionados con el sexo están en todas partes. El sexo despierta probablemente más intereses y al mismo tiempo más confusión que cualquier otro aspecto de la vida humana, es a lo mejor por eso es que se usa para vender coches, alcohol y ropa y los medios de comunicación subrayan cualquier nota que pueda tener un toque morboso o de escándalo sexual, pero en paralelo hay muy poca cultura sexual.
"Sexo" se refiere a los caracteres sexuales masculinos o femeninos. A ser hombre o mujer, mientras que "sexualidad" es un concepto mucho más amplio que abarca todas la dimensiones de la persona, o sea la biológica, la psicológica y la social. En otras palabras, la sexualidad implica desde el ejercicio de una vida sexual hasta la manera cómo nos relacionamos con nuestro sexo, con el sexo opuesto... bueno, incluye hasta cómo caminamos. La sexología se trata de una formación basada en el humanismo y la ciencia a la cual, lamentablemente, solo el 5% de las y los mexicanos ha tenido acceso, el resto está educado en el machismo, la misoginia, la falocracia y la homofobia y sus consecuencias no solo es la incapacidad de sentir placer o guardar secretos gigantescos que te hacen sufrir, sino también violencia y muerte.
En la mayoría de los hogares mexicanos, los papás no hablan directamente de sexualidad con sus hijos y, si lo hacen, son las mamás para decirle a sus hijas en tono de secretismo y vergüenza que la menstruación es algo que TENEMOS QUE SOPORTAR y que más vale que se cuiden de los hombres, porque éstos lo único que van a querer es acostarse con ellas. Con estos mensajes no educativos ¿saben qué es lo que se logra?, que la niña crezca sintiéndose victima de la sexualidad masculina y sin control sobre si misma. Y a los hijos varones... ni eso, la mayoría no reciben ningún tipo de información sexual y muchos enfrentan su primera eyaculación sin tener idea de lo que ésta significa. El varón no pregunta por vergüenza y queda un vacío de conocimientos muy difícil de llenar.
Hay familias donde la educación sexual del varón consiste en que el padre lo lleve al prostíbulo para que se inicie sexualmente con una prostituta y, ¿saben cuál es el mensaje de fondo?, “no es necesario ni el afecto, ni el amor, ni satisfacer a una pareja, para tener una experiencia sexual". Estos chavos, por supuesto, crecen creyendo que existen 2 tipos de mujeres, la mujer con la que te casas que tiene que ser virgen, casta, maternal, hogareña y dulce, y la mujer con la que disfrutas del sexo y con la que todo se vale, que tiene que estar BUENA y servirte como objeto sexual.
Para poder sentir amor y placer es necesario aprender, descubrir y, más que nada, tirar a la basura MUCHOS mitos y mentiras acerca de lo que constituye la intimidad y el sexo.¿Quieres convertirte en un buen amante?, ¿quieres aprender a sentir y dar placer a tu pareja? La sexualidad es algo tan natural como comer o dormir, pero, aún hoy, es un tema cargado de prejuicios. Todos somos seres sexuales y tenemos el derecho de descubrir el placer que nuestro cuerpo puede ofrecer a través del sexo. Todos podemos ser mejores amantes si nos enseñan cómo serlo y estamos dispuestos a aprender. Ser un gran amante es más fácil de lo que muchos creen; no se necesita ni de un cuerpo escultural, ni ser guapísima, ni estar superdotado. El secreto para gozar y hacer gozar a tu pareja es hacer a un lado los mitos, miedos y vergüenzas que solo sirven para ahuyentar el placer de amar.
Tips para las mujeres:
1. Olvídate del mito “el camino al corazón del hombre empieza por el estomago”. (la verdad es que empieza un poquito más abajo). Así que atrévete a tocar y explorar
2. No seas llamarada de petate o lo que comúnmente se conoce como “calientapollos”. Esto provoca en tu pareja dolor en los testículos, frustración y enojo.
3. Prende la luz al hacer el amor, no le niegues a tu pareja el estimulo visual que desea.
Tips para hombres:
1. Los hombres y las mujeres estamos construidos de diferente manera. El clítoris no es un pene pequeño; es mucho más sensible. Acariciarlo directamente provoca dolor, en vez de placer.
2. Generalmente el hombre se excita mucho más rápido que la mujer. Las prisas y la falta de romanticismo matan las ganas de tu pareja. A las mujeres nos gusta sentirnos seducidas, no violadas.
3. El acto sexual no finaliza con un orgasmo, si te duermes apenas y terminas de eyacular haces sentir a tu pareja abandonada y utilizada.
Y por ultimo tips para la pareja:
1. El sexo no es un acto egoísta. Sea lo que sea, es tu responsabilidad aprender dentro de tus posibilidades a dar placer a tu pareja. Deben de trabajar juntos para darle al otro lo más posible de si mismos. Para ser el mejor amante que puedes llegar a ser, necesitas preguntarle a tu pareja lo que le gusta y decirle lo que tú esperas. Cuanto más compartan mejor les irá.
2. Eso de que el sexo espontáneo es maravilloso no siempre es cierto, vale la pena. planear y preparar el escenario anticipada y cuidadosamente y sorprender con detalles románticos.
3. No caigan en la rutina. Después de un tiempo, la novedad inevitablemente se irá extinguiendo. Para contrarrestar la monotonía prueben posiciones diferentes y hagan el amor a otra hora o en diferente lugar.
4. Oblígate a probar algo nuevo de vez en cuando. Lo nuevo hace que aprecies más lo conocido.
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