¡YA BASTA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!

¡YA BASTA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!

Por: Marcela De León

 

Aunque ahora estoy de pie, aparentemente sana, yo fui una mujer golpeada casi hasta la muerte. Y a pesar de que me duele hacerlo, he comprendido que el primer paso para terminar con la violencia de género es ROMPER EL SILENCIO. Por eso escribo. Por eso estoy hoy aquí.

La gran poeta mexicana Rosario Castellanos dijo: “Recuerdo, recordemos, hasta que la Justicia se siente entre nosotros”

Sí. Hoy recuerdo. Muy a mi pesar, recuerdo su salvaje ataque.

Recuerdo porque mi cuerpo recuerda, porque las heridas y dolores de mi cuerpo me lo recuerdan cada momento. 

Jamás imaginé ser una mujer maltratada, a la que el hombre que decía amarla, quiso matar. 

Hace poco más de un año, sin razón alguna (¿puede haber razón en un crimen?) mi pareja sentimental durante más de 4 años, me golpeó con saña y alevosía; intentó estrangularme, hasta casi matarme. ¿Locura? ¿Drogas? Nunca lo sabré. Sólo sé lo que sufrí, y que en ese momento, vi el rostro del diablo. Escapé por un milagro, gracias a que pedí auxilio a un conocido mío, a quien le estaré eternamente agradecida…Sí…hay muchos hombres buenos; hombres, HOMBRES!

Después del ataque, estuve casi 30 días hospitalizada. Sufrí traumatismos múltiples; todo mi cuerpo, desde la cabeza a los pies, era un solo hematoma. Costillas rotas, esguince cervical...y el corazón hecho añicos. Por golpearme repetidamente la cabeza contra el piso cuando me tenía tirada, tuve edema cerebral y hemorragias cerebrales, y debieron inducirme un coma. Todavía no sabemos si habrá secuelas irreversibles (confío en que no). Debido a la rodilla que él presionó contra mi vientre para inmovilizarme, presenté hemorragia, parálisis y perforación intestinal.  Tuvieron que operarme de emergencia o me moría en menos de una hora. Mis hijos, mi familia, enloquecidos de dolor. 

Me pusieron sondas por todos lados. Tuvieron que torturarme, pincharme, picarme, abrirme, cortarme...para salvarme la vida, esa vida que él quiso arrebatarme, sin ninguna justificación, sin ninguna agresión física de mi parte, estando completamente desarmada, indefensa y en su territorio… Después, desprendimiento de retina, cuatro cirugías más y un difícil proceso de rehabilitación.

Sin embargo, ¡me salvé! en algo que los doctores sólo pueden calificar como extraordinario.

He tenido mucho miedo. Si. Quise olvidar para siempre el infierno al que me arrojó. Dejar atrás las pesadillas donde sólo veía su cara con los ojos desorbitados mientras me estaba maltratando, con esas manos que antes me acariciaban y después me golpearon y estrangularon hasta perder el sentido…hasta casi matarme.

Ése es el recuento de los daños físicos….En cuanto a mi alma, no hay heridas. Ésa jamás la tocó. Podrá haberme insultado, gritado, golpeado en todos lados; me pisó, me pateó, me golpeó con toda su fuerza hasta cansarse; golpeó mis ojos, mi rostro, mi cabeza, mi columna. Quiso anularme, callarme… Pero a mi alma no pudo golpearla. Ésa nunca la pudo herir, porque es mi esencia, ¡lo que esta Mujer es!

A partir de ahí encontré una nuevo sentido, UNA CAUSA. A mí me bastó una vez. Pero hay millones de mujeres que viven esa pesadilla de golpes y maltrato por años y años…hasta que terminan muertas. Por no hablar, por miedo, por vergüenza, por callarse, como él me gritaba esa noche que lo hiciera yo. Hoy, no sólo no callo, ¡sino que lo grito! Por mí, por las mujeres violentadas, en memoria y homenaje a todas las que han muerto y ya no pueden hablar.

En cuanto a la justicia, hoy entiendo, muy dolorosamente y en carne propia, porqué hay tanta desesperación en las mujeres maltratadas. Hoy comprendo la razón por la que se niegan a denunciar: porque es someterse a un desgaste terrible, de todo tipo, físico y emocional. Tristemente, muchas veces somos re-victimizadas por el mismo sistema judicial. Por eso, las mujeres tenemos que darnos cuenta de nuestro propio valor; armarnos de paciencia y no rendirnos, aún a costa de lo desgastante y muchas veces humillante que es este proceso. Debemos hacerlo, no por venganza -que mantiene la historia abierta para siempre-, sino por justicia -que cierra al fin el Capítulo-. Debemos hacerlo para que otras mujeres se identifiquen y se protejan. Para que ¡Ni UNA MÁS! ¡NUNCA MÁS! Para que la humanidad entienda que nadie más fuerte puede abusar del más débil, para crear sociedades más libres y más vivibles.

Pero aún en medio de todo el difícil proceso legal, siempre hay luceros. En mi caso, he sido apoyada y acompañada por mujeres extraordinarias, amigas nuevas que de pronto aparecieron al pie de mi cama de hospital, como si hubieran sido convocadas por el mismo fuego, por la misma llama, y que hoy son brasas de mi hoguera. Ellas me han apoyado y orientado en todo momento del proceso, con una sensibilidad y empatía que casi nunca esperamos de los servidores públicos. Sin todas ellas, sin el sensible acompañamiento de la Comisión de Derechos Humanos -que yo he comprobado-, las mujeres que sufrimos este tipo de violencia nos sentiríamos totalmente solas, abandonadas, desoladas; sí, en un mundo sin sol…

Hoy, yo quiero ofrecerles mi mano a todas esas mujeres que han sido víctimas de la violencia, de hombres que las han golpeado, lastimado, insultado, violado… y acompañarlas por un camino que yo ya he recorrido.

Perseverando, hemos logrado la Orden de Aprehensión contra mi agresor. Y no sólo eso: está entre “Los más buscados” de la PGJDF. Nunca antes, un golpeador de mujeres había estado en esa lista. Esto sienta un precedente para que otras mujeres en la misma situación, puedan acogerse de mi caso. Aunque no han logrado capturarlo, es un prófugo de la justicia, y sé que la vida se encargará de darle las lecciones que tiene que aprender.

No se trata de la Ley del Talión, pero dejar en la impunidad delitos graves como la violencia hacia la mujer, no sólo es ilegal, sino que supone banalizar el mal, que es un gran fracaso de la inteligencia, y nos deja en la más absoluta indefensión, sobre todo a las víctimas, a las mujeres. Dejar sin castigo a los misóginos, golpeadores o violadores, supone aceptar que el daño a lo más sagrado que tenemos como Humanidad es una forma legítima de solucionar los conflictos. Implica normalizar la barbarie. Nos expone a su repetición.

No hay ningún motivo, ninguna excusa, que justifique la violencia, y menos hacia un ser más frágil físicamente, hacia una mujer. Por eso, ¡recordemos! Por eso, ¡eduquemos! Por eso, ¡rompamos el silencio!!

Yo lo estoy haciendo, y ya no quiero olvidar, porque de nada habría valido la experiencia. Confío en mi espíritu para saber que algún día llegaré al punto en que pueda recordar…sin dolor.

Ahora estoy rodeada de personas que me nutren con su amor y su solidaridad....amigos a los que se han unido en mi corazón ustedes, los que están ahora aquí;  aquellas mujeres que me permiten asomarme a sus ojos en cada lugar donde me presento. Esta Causa es la fuerza para seguirme aferrando a la vida, primero por MI, y después por mis dos amorosísimos hijos, que todavía quieren ver a su mamá rockeando con ellos.

Hace poco, la escritora Herta Müller dijo que “ningún hombre, por más que nos haya maltratado, por siniestro y cruel que sea, nos podrá arrancar nuestro valor y las ganas de vivir y crear...aunque las pesadillas nos persigan…”, aunque hayamos quedado marcadas, esas marcas son huellas de nuestra victoria. Ahí radica nuestra esperanza.

Yo estoy viva después de esta terrible experiencia. Pero millones de mujeres no lo están, o han quedado paralizadas, física o emocionalmente, muertas en vida para siempre. Esto debe detenerse. Todas y todos debemos detenerlo para que, como escribió Arturo Pérez Reverte, "la mujer no siga siendo un soldado perdido en territorio enemigo". Nunca había aplicado tan bien una frase: yo comprobé, muy dolorosamente, como tantas otras mujeres, que esa noche, fui un soldado perdido -e indefenso-  en su territorio...enemigo.

Juntos, hombres, mujeres, autoridades, podemos trabajar de la mano para crear una sociedad, un país y un mundo mejor. Ya es hora de que demos un paso adelante para que cesen la discriminación y la violencia contra la mujer.

Todos los seres humanos, empezando por nosotras mismas, las mujeres, debemos tener presente lo que podemos ser cuando nos lo proponemos: ¡guerreras, invencibles, dadoras de vida, nutridoras de una nueva humanidad…guardianas del Amor!

 

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Comentarios

  • Gracias a todas!!! Y más a ti, mi Ady, por reproducirlo. Mi perfil aquí en Retos.. es Mar De León. Y si...solo con Dios junto a mí es que estoy pudiendo superar esto. Y sublimando mi dolor dando testimoios y conferencias. Participo tamniën enun Noticiero por internet: "Panorama Informativo con Libertad en Morelos", donde tengo a mi cargo la difusión y análisis de las Causas sociales, empezando por ėsta, de la violencia contra la mujer. Pueden sefuirnos a través de nuestra pág de facebook que se llama igual que el Noticiero, y en vivo, en www.la5tvmorelos.com.mx.... Todo esto, para que, como siempre digo: NI UNA MÁS, NUNCA MÁS!! Amėmonos más a nosotras mismas <3
  • Por fortuna la escritora es muy apegada a Dios, gracias a Él nos sigue dando lata en esta Tierra ;-)

    1. LA CLAVE ES PEDIR AYUDA DURANTE Y DESPUES DE UNA AGRECION,SABER QUE NO ESTAMOS SOLAS QUE HAY MUCHA GENTE QUE NOS QUIERE Y NOS APOYA QUE IGUAL NOSOTROS QUEREMOS,DE AHORA EN ADELANTE TODOS VAN A ESTAR MEJOR ;SIGUE LOS PASOS DE DIOS

     

     

  • Me gustaría decirle que Dios transforma vidas, buscarlo a él el es el mejor Abogado.
  • gracias por sus comentarios, efectivamente quien lo escribió es una MUJER ADMIRABLE ÍNTEGRA, con una fortaleza que si la conocieran la querrían TANTO COMO YO COMO MI MEJOR AMIGA COMO UNA HERMANA. En algún momento por mi conducto verán a la que sólo es un nombre en este momento para formar esa imagen de quien ha pasado difíciles situaciones en su vida y le ha permitido quien ahora es quien es. que Dios las bendiga y les agradeceré difundan este mensaje entre sus amigos familiares y conocidos. Si me pueden enviar su correo a adriana_2606_1@hotmail.com les compartiré fotos del más buscado. Con su apoyo lograremos decir YA BASTA 

  • UNA MUY IMPACTANTE HISTORIA REAL...QUÈ LÀSTIMA QUE TENGAMOS QUE RECURRIR A LAS AUTORIDADES Y QUE ÈSTAS NOS SOMETAN A SITUACIONES A VECES HASTA MAS PENOSAS..."ERES UN ÀNGEL" HAZ HECHO LO CORRECTO: DENUNCIAR! DECIRLO! CONTARLO! GRITARLO! NO QUEDARTE CALLADA..."ERES LUZ". RECIBE MI MAS CALUROSO ABRAZO CON MUCHO RESPETO Y GRAN ADMIRACIÒN.

  • QUE VALIENTE! me hiciste llorar y recordar. Sí, te pueden maltratar, golpear secuestrar, tu cuerpo; pero como bien dijiste JAMAS TU ALMA. Y sí,  tienes razón, no se vale quedarse callada. Basta de mantenerse al margen, porque eso que nos pasó, le puede pasar a nuestras hijas y eso no lo debemos permitir. hoy soy una mujer  feliz,  una agradecida con Dios y con la vida; por esa experiencia, que me convirtió en una  mejor persona, mamá, amiga, hermana, tía, etc..

    " Lo malo, no es que las personas malas hagan cosas malas; lo peor es que la gente buena no haga nada"  ¡¡ Te mando un fuerte abrazo !!  ánimo, cuenta conmigo...

  • ME GUSTARÍA ME COMPARTAN LOS COMENTARIOS QUE REALICEN LOS LECTORES PARA REMITIRLOS A LA AUTORA. GRACIAS POR LA PUBLICACIÓN

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