Y YO TAMBIEN

Hoy quiero compartir con vosotros, por si os sirviera para algo (como me sirvió a mí) mi curioso encuentro con Momo de este fin de semana, y la historia que ella me contó.Todos conocéis a Momo. Momo es la niña que mejor sabe escuchar del mundo. Momo sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. Sabía escuchar de tal manera que la gente indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería. O los tímidos se sentían de súbito libres y valerosos. O los desgraciados se volvían confiados y alegres. Y si alguien creía que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones y le contaba eso a la pequeña Momo, le resultaba claro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era solo había uno entre todos los hombres y que, por eso, era importante a su manera, para el mundo.¡Así sabía escuchar Momo!. Simplemente estaba allí y sabía escuchar con toda su atención y toda su simpatía.- Hola Momo.- Hola Félix, me alegro de verte- Y yo también.Sentada sobre una piedra, Momo dibujaba con un palo sobre el polvo del camino. No sentía que tuviera nada que contarle, pero con Momo eso era igual, escuchaba tan bien que siempre salía algo.- Ahora me estaba acordando de un amigo.- ¿Sí?- Mi amigo es una buena persona, de buenos sentimientos, pero le faltaba algo para sentirse completamente feliz.- ¿Y que era Félix?- El no hablaba, nI hacía por sí mismo, solo respondía. Su frase favorita era “y yo también”.Momo apuntó y arrojó la piedrecita que tenía en la mano hacia una roca cercana.- ¿Y yo también?- Sí, verás. Cuando alguien le decía “creo que hoy será un gran día” el respondía, “y yo también”. O “hoy voy a hacer esto o aquello”, el respondía con su “y yo también”. O, si alguien le decía “te quiero” el decía “y yo también”.- ¿Siempre decía lo mismo?- No, no siempre, pero muchas veces. Y no es que no lo sintiera. Cuando decía “y yo también” él era sincero.- Eso está bien.- Pero no era suficiente. Los que le querían solo recibían la confirmación de su propia afirmación, y aunque no se alejaban de él, tampoco hacían esfuerzos por acercarse más. Un día, hablando con una nueva amiga esta le dijo, “¿Sabes que es lo que más me gusta decir, lo que a mí me hace más feliz?. “¿Qué es?” Le preguntó mi amigo. “Son solo dos palabras: te quiero”. Mi amigo sintió ganas de decir “y yo también”, pero esta vez las palabras se le atascaron en la boca.Momo me miró directamente. Cuando Momo escucha rara vez te mira directamente a los ojos. Porque cuando lo hace tienes la sensación de que ve tu alma, y a algunas personas eso les hace sentirse inseguras.- ¿Y que fue lo que hizo tu amigo?- Pues esa misma tarde, cuando llegó a casa, se encontró con su hijo. Le observó de lejos y en silencio mientras jugaba. En verdad le quería mucho. Le quería como quieren los padres a sus hijos, de esa manera que cuando le ves sonreír, su sonrisa te inunda y te traspasa el alma. Le quería tanto, que no sabía como decírselo. Cuando su hijo le vió corrió hacia él y le saludó. “Hola papá, te quiero mucho”.- ¿Y que dijo él?- Le abrazó, le apretó contra su cuerpo para sentirle el alma y, a la vez que una lágrima asomaba en sus ojos le dijo. “Y yo también hijo mío”.- ¿Nada más?- Nada más. Después lo abrazó, fuerte, muy fuerte durante minutos. Y cuando su hijo extrañado le preguntó “¿te pasa algo papá?”, el le respondió. “Nada hijo, que te yo también te quiero mucho”. Y rieron, rieron durante horas, y creo que aún hoy están riendo.- Es una bonita historia Félix.- Ya lo creo Momo.Pero Momo ya no estaba a mi lado, se había levantado y seguía a una mariposa que revoloteaba impaciente y juguetona sobre su cabezaEsa es la historia que me contó Momo en nuestro último encuentro y que quería compartir con vosotros. ¿Y mi amigo? Hace tiempo que no hablamos, pero probablemente hoy mi amigo es capaz de decir lo que siente. Probablemente la gente se acerca más a él. Probablemente sea más feliz expresando a los demás lo que siente sin esperar a saber que sienten o piensan ellos. Y probablemente también hoy, por lo mismo, escuche silencios donde antes no escuchaba nada. ¿Qué crees tú?.
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Comentarios

  • Hola Mª Guadalupe, yo tambien estoy encantado de conocerte y de que dejaras una nota en mi blog. Que tengas un gran día... Se feliz
  • Hola teresa, gracias por tu comentario, me anima mucho. En realidad fue una anecdota personal, real. Algo que aprendí a partir del consejo de una amiga... Cuando quieras a alguien díselo, no esperes a que tenga que notarlo, y sobre todo a aquellos que por su porximidad constante parece que se sobreentiende. un beso, gracias por interesarte por mi blog
  • hermoso me encanta tu reflexion, tienes toda la razon algunos adultos no estan acostumbrados a expresar sus sentimientos, damos por hecho que, papa, o nuestros hijos nos quieren y no se lo decimos y creo que es muy importante hablarlo con ellos
    saludos
  • Nunca los había "leído"........... ..... que hermoso es encontrar en un escrito tus propios pensamientos o reflexiones...... ¡Encantada de conocerlos!
  • Hola Felix:

    Pensaba en ese punto en que dices que a veces las preguntas se topan con las limitaciones...

    En lo particular no me parece que tu respuesta haya sido limitada al análisis... incluso me dejó pensando realmente en el punto referente a la autenticidad del alma y de ganarse el interés de un niño (en edad... ó en circunstancia)

    Ves cómo tu comentario no resultó poco profundo?... y de hecho... aún cuando de manera consiente, de tu parte pareciera que no pusiste trampa alguna... yo encuentro un laberito de ideas que nos pueden llevar a un buen número de salidas como respuesta (lo cual es totalmente innusitado incluso en un laberinto)

    El tiempo me come... la "racionalidad" y circunstancia de mujer adulta hace que tenga que sumirme necesariamente en mis responsabilidades cotidianas (aunque lamentablemente les he dejado de encontrar sentido.... y sí... se que tengo que solucionarlo... no sé puede vivir sin pasión por lo que se hace... al menos... yo no puedo)

    Como quisiera ser Momo en este momento... para poder escuchar en libertad... sentir en libertad... crear en libertad... hacer en libertad... o simplemente permitirme poder perder a la vista de todos el interés en lo que ya no me interesa para perseguir mis sueños e ideas concretas como ella al perseguir una hermosa mariposa...

    parece que a veces el no poder decir: "y yo también"... resulta bastante pesado...

    como pesado también es tener que decir: "yo también"... cuando ya no se quiere decirlo más...

    con estas ideas muy sueltas... desgarbadas... sin optimismo .... sin casi ninguna coherencia... y puede que también sin ningún sentido... me quedo por un rato.... hasta que llegue mi hora de comida en que mis minutos sean solo míos (al menos sin culpa) y pueda responderte como corresponde...

    pero algo si quiero que sepas sin dejar pasar un minuto más: me encanta saber que en medio de tu madurés conservas la sensibilidad del alma de un niño ilusionado que no le afectan sus propias limitaciones (si las tiene).... porque sabe perfectamente lo que es sentir... en libertad

    hasta pronto

    Laura Eugenia
  • Hola Laura Eugenia,

    al releer ahora mi respuesta, siento que esta no está a la altura de la profundidad tu comentario. Me pregunto si porque no dediqué suficiente tiempo para pensar en ello, o si simplemente tus preguntas se toparon con mis limitaciones.
    Desearía haber sido más brillante en mi respuesta, algo más sorprendente y haber sabido incluir alguna de esas "trampas" como tú las llamas, y que no son más que puntos abiertos, afirmaciones poco concretas, pequeños silencios en el relato que permitan a cada cual rellenarlos consciente o inconscientemente con su propia experiencia o percepción de la situación.
    En cualquiera de los casos, Laura, ten por seguro que mi respuesta la preparé con todo mi caríño y pensando, como pensaría un niño ilusionado, que no me afectan mis propias limitaciones.

    Saludos,

    Félix
  • Respuesta al comentario de Laura Eugenia

    ¿Habéis visto a un niño escuchar un cuento? Yo sí. Nadie puede igualar eso, ningún adulto puede escuchar así. Su capacidad de escuchar en ese momento es solo comparable a su capacidad de distraerse si encuentra algo más interesante, o si lo que le cuentas carece de interés para él.

    Momo es una niña, como no podía ser de otra forma, pero una niña un poco especial, una niña que sabe ver en el fondo de las personas.

    ¿Por qué Momo actuó como lo hizo? La verdad habría que preguntársela a ella, pero yo, que estuve allí, lo interpreto de esta forma:

    1.- Momo estaba hablando conmigo amablemente, pero no estaba muy interesada (dibujaba con un palo en el suelo). Ella arrojó la piedra, lo que la mantenía algo distraída en el momento en que la historia captó verdaderamente su atención. Pero un niño no deja la piedra tranquilamente en el suelo, eso no es divertido. Un niño apunta y lanza la piedra contra algo (yo lo haría).

    2.- Como te dije, Momo sabe ver en el fondo de las personas, por eso me miró a los ojos al hacer aquella pregunta, porque quería dirigirla directamente a mí, y no a mi amigo.
    Aprovecho este punto para hacer un comentario al margen de tu pregunta. Las miradas con los ojos no pueden ver el alma, es un mito. Solo se ve el alma cuando miras con el alma. Pero todos tenemos esa sensación ante algunas miradas alguna vez. Esto sucede, cuando estamos ocultando algo, cuando hay algo de nosotros que queremos que el otro no pueda ver.

    3.- En este caso, Momo eligió el final (así lo reconoció con su última frase) evitando que continuara la historia. No había ya nada interesante que añadir, y para forzar el final (y que este resonara en mi cabeza) Momo encontró algo mejor y más sorprendente que hacer, observar una preciosa mariposa.


    Repito que las respuestas a tus preguntas tendría que darlas Momo. Si la ves algún día, pregúntale a ella. Esta es solo mi interpretación. Pero quiero devolverte las preguntas, ¿Cuál es la tuya?

    Respecto a tu última pregunta…. Si, yo también (como se declara en mi saludo a Momo).

    Gracias, Laura Eugenia, una vez más, por tu valiosa opinión y tu inestimable apoyo.

    Se feliz
  • A mi me parece que es maravilloso tener la capacidad de poder escuchar la suave melodía del silencio... donde antes no se escuchaba nada...

    porque entonces se podrían escuchar respuestas interesantes y con sentido en lugar de perderse en el barullo de lo cotidiano...

    es como cuando aprendes a escuchar... a entender... a sentir y a vibrar con lo que dicen las notas del Intermezzo.... el claro de luna...o... de una estrujante y sensible opera de Mozart... o quizá de su concierto núm 21

    Es bueno saber que la gente puede ser más feliz... cuando puede decir lo que quiere decir...

    Es bueno saber que hay quien aún se atreve a ser... a vivir... y a sentir...a pesar de todo...

    y es cierto... a veces podemos sentirnos inseguros... cuando tenemos la sensación extraña de que alguien está aprendiendo a ver enteramente a través de nuestra alma.... sobretodo...si se tiene la capacidad de desnudar el alma...

    por lo menos... a mi... alguna vez me ha pasado...

    y tal vez... no queda más remedio que decir "yo también..." cuando en realidad se quisiera decir... "si... también te quiero yo"... aunque no se diga...

    esto como poder decir cualquier otra cosa.... o expresar alguna otra idea... como decir por ejemplo...me gustan las zanahorias... ó no me gustan los higos...

    o como decir... hace calor cuando todo el mundo pregona que hace frío...

    tu historia da para pensar mucho... y antes de atreverme a plasmar una idea mas concreta... tengo algunas preguntas...

    1.- porqué Momo (en el primer intento) en lugar de escuchar atentamente... arrojó esa pequeña piedrecita a una roca cercana?

    2.- porqué Momo (en el segundo intento)te miro directamente a los ojos cuando le contabas la historia de tu amigo.... siendo que no era su costumbre mirar realmente?

    3.- porque Momo se levantó a seguir a una mariposa que revoloteaba impaciente y juguetona sobre su cabeza....? dejo de interesarle la historia?...tomo otra opción?... supo que tu ya tenías una respuesta... o tan solo estaba buscando las de ella misma...

    y la ultima... y la mas reveladora desde mi punto de vista... porque tu siempre pones una especie de "trampa" mental en tus escritos... (lo que los hace verdaderamente intereantes...) : y... tu también???

    nuevamente gracias por la reflexión y por lo que nos permites aprender en esta mañana (en algunas cordenadas) aunque aquí... aun es de noche.

    Respetuosamente

    Laura Eugenia
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