Sigues viv@? Todavía el día de ayer algunos hacían preparativos (por sí acaso) para el fin del mundo. La verdad es que la sola idea de desaparecer como raza humana puso a uno que otro de cabeza. Así son los pensamientos. Tienen el poder de provocar todo tipo de emociones, sensaciones e incluso llevarnos a actuar de determinada manera.
Muchos se mantuvieron en la negación: que no era posible, que si los mayas no tenían forma de predecirlo, que si en realidad se trata de una nueva era, de un renacer, que si habría que permanecer en casa, en familia, desconectado de los aparatos eléctricos, etc. Para éstos, la fecha del 21-12 era una señal de recogimiento.
Pero quizá la reflexión que más nos atrae y a la que queremos invitarte es: de haber sido el fin, habrías vivido plenamente, con tus cinco sentidos? Habrías apagado el piloto automático en el que pareces funcionar la mayor parte del tiempo? Puede ser que te sorprenda cuanto han crecido tus hijos o cuanto ha cambiado tu pareja. O el entorno en el que vives. Quizá apenas te des cuenta de los cambios en tí mismo.
Vivir en el presente es vivir con conciencia plena, disfrutando el día a día y ser capaz de percibir, valga la redundancia “con todo tu ser”.
Para explicarte mejor lo anterior, te proponemos a continuación realizar los siguientes ejercicios sensoriales, los cuales tienen por objeto enseñarte a recuperar esa vitalidad perdida y conciencia plena. La intención de estos ejercicios es también involucrar todos y cada uno de tus sentidos.
1. La vista. Muchos de nosotros efectivamente vemos, pero no observamos. La vista es una de las formas primarias a través de las cuales nos relacionamos. Ejercita tu capacidad de observación: Colócate en un espacio abierto, dirige tu mirada al cielo. Si estás en piloto automático, tu respuesta inmediata será: “Claro que es azul, no necesito mirarlo, porque lo sé”. Intenta hacerlo. Observa las distintas tonalidades y las formas que aparecen en él.
2. El tacto. Para muchos, un sentido prohibido, erotizado, poco desarrollado por los tabúes sociales. Recuperar tu sentido del tacto es en realidad más fácil de lo que piensas. Si estás sentado, experimenta el contacto de tus pompas y piernas con el asiento. Si tienes las piernas cruzadas, siente el contacto o roce entre tus piernas. Si estás incómodo, corrige la posición y experimenta nuevamente. Siente ahora tu ropa sobre tu piel, siente su textura suave, áspera, acolchonada, ceñida al cuerpo u holgada.
3. El olfato. Es otro de los sentidos primarios y que compartimos con otros seres vivos. El olfato, puede advertirnos del peligro e incluso puede hacer que nos sintamos cómodos o incómodos con alguien. La memoria olfativa es algo que nos permite recordar una situación determinada ¿Te acuerdas a qué huele la casa de la abuela? Realiza este ejercicio oliéndote a ti mismo, reconoce tu olor. Si tienes pareja invítala a realizar este ejercicio de reconocimiento juntos, huélanse. Si eres madre y tienes un bebé o niño pequeño, acércate y huélelo.
4. El oído. Como en el caso de la vista, muchos de nosotros oímos, pero no escuchamos. Nuestra capacidad auditiva por otro lado, frecuentemente se ve afectada por la contaminación auditiva - ruido – . Ubícate en una habitación a solas, si prefieres hazlo sentado o acostado. Escucha el silencio. Escucha los latidos de tu corazón. Escucha tu respiración. Intenta apagar el ruido interior.
5. El gusto. Parte un trozo pequeño de comida, llévalo a tu boca y troza lo con tus dientes. Mastícalo lentamente, al menos unas 20 veces, siente su sabor con la lengua, que es donde se encuentran las papilas gustativas. Trágalo lentamente. Al hacer esto cuando comes, la señal de saciedad se activa más rápidamente, comerás menos y te sentirás más satisfecho.
Al practicar estos ejercicios con regularidad, irás tomando conciencia de tí mismo y lo que te rodea y vivirás de manera más plena tu existencia.
El fin del mundo... algún día llegará.
Si te gustó este artículo, compártelo.
Si te gustaría entrar en contacto con nosotros, visita
Imagen: freedigitalphotos.net
Comentarios