“Ama tu verso, y ama sabiamente tu vida, la estrofa que más vive, siempre es la más vivida. José Angel Buesa.”
Quizá el acontecimiento más reciente, la partida de Robin Williams, me ha hecho revisar y considerar algunos puntos de la vida.
Buscando como aprovechar esa circunstancia, me pregunto ¿Por qué estamos aquí?, ¿Qué es la vida? y ¿Cuál es el significado de todo esto?
Dice el diccionario sobre el sentido de la vida ¨está profundamente mezclado con las concepciones filosóficas y religiosas de la existencia, la conciencia y la felicidad, afecta a muchas otras cuestiones, tales como el valor, el propósito, la ética, el bien y el mal, el libre albedrío¨.
Todos los días busco un por que y un para que vivir, a veces me dejo llevar por la marea de la vida y otras conducidas por mis metas, pero siempre cedo ante el deslumbramiento de este gran escenario, que es la vida.
Vivirla, sentirla, algunas veces con tropezones y encontronazos, otras tantas con aciertos y logros.
La vida elocuente, expresiva, auténtica, cierta y verídica, simplemente la veo pasar, la advierto, la contemplo, la pruebo y otras tantas la repruebo, a veces la ensayo y otras tantas la experimento.
Muy probablemente como dice Gabriel Celaya, en ¨La vida nada más¨...
La vida que murmura. La vida abierta.
La vida sonriente y siempre inquieta.
La vida que huye volviendo la cabeza,
Tentadora o quizá, solo niña traviesa.
La vida sin más. La vida ciega
Que quiere ser vivida sin mayores consecuencias,
Sin hacer aspavientos, sin históricas histerias,
sin dolores trascendentales ni alegrías triunfales,
Ligera, solo ligera, sencillamente bella
o lo que así solemos llamar en la tierra.
A sentir la vida, sin perder el entusiasmo.
Edith.
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