Vivir, es vibrar cada instante, ante la emoción de percibir las maravillas que cada momento nos concede.
Es ese sentir, que en las fechas como hoy, que se acercan las navidades y la conclusión de un año más, saltan a mi mente.
Quizá ya con la responsabilidad de los años, los sueños más claros, las caídas ya superadas, los cariños más cercanos y la sabiduría más evidente.
Hoy Gioconda Belli, Poeta y novelista nicaragüense, iniciadora de la renovación de la poesía de Nicaragua, me lo recuerda con su “Estoy viva como fruta madura”…
Dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.
No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.
Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.
Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.
Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.
Comentarios
Benditas palabras con las que uno puede expresarse de esta manera... benditas mujeres que lo hacen tan hábilmente... felicidades!!
Què hermoso¡¡¡¡¡¡¡¡¡