Antes de solicitar una tarjeta de crédito o incluso si ya tienes una, es importante que analices si es la que mejor se adapta a tus necesidades, por lo que el primer paso sería que definas el uso que le vas a dar a la tarjeta o que ya le estás dando.
Si eres de los que casi no utiliza el plástico, si sólo lo hace cuando se te presenta alguna emergencia o para aprovechar alguna promoción a meses sin intereses, elige una tarjeta que cobre una anualidad baja o incluso que no cobre ésta, sin poner ninguna condición para gozar de este beneficio.
Verifica si existen o no otros costos y comisiones, por ejemplo, si el banco aplica una comisión por no usar la tarjeta con frecuencia.
Aunque no la utilices, revisa siempre tus estados de cuenta ya que podrías estar teniendo cargos sin saberlo.
Revisa tu contrato y todo aquello que aparezca en letra chiquita, pues así sabrás si hay algún cambio en las políticas, cómo podría repercutir en un mayor costo de tu línea de crédito.
Verifica que no te estén cargando algún seguro que no necesites; si ese es el caso, solicita su cancelación.
Si por el contrario, quieres usarla para pagar todas tus compras y consumos del mes, analiza la anualidad, las comisiones y costos aplicados en las operaciones que realices. Por ejemplo las transacciones en línea (domiciliación de pagos, traspaso de saldos, etcétera), consultas de saldo en cajeros automáticos (ATM) y disposición de efectivo.
Éste último suele registrar los mayores costos relacionados con el uso de la tarjeta de crédito (de hasta el 10% del monto retirado más otras comisiones).
Lo recomendable es no disponer de efectivo por este medio.
Las tarjetas de crédito son un instrumento muy valioso, si sabes utilizarlas.
Hay personas que viven a “puro tarjetazo” al final terminan perdiendo el control de sus finanzas ya que al ser tan fácil solamente firmar, cuando se dan cuenta resulta que están con deudas mucho más elevadas de lo que algún día pensaron poder pagar y al final sus ingresos mensuales se van en pagar puros saldos mínimos, y como sabes bien, los saldos mínimos únicamente se van a pagar intereses sin que se reduzca tu adeudo.
Ahora, una cosa muy importante que hay que tener en cuenta cuando usas tarjeta de crédito, es tratar de siempre pagar antes de tu fecha límite para evitar el pagar intereses.
Aquí te pongo un pequeño “test” para que te hagas consciente de si tu tarjeta y tú son compatibles:
1.- Cada mes acostumbro:
a) Atrasarme en los pagos
b) Pagar el mínimo o un poco más.
c) Acostumbro pagar el total de mis consumos
2.- Para qué utilizo mi tarjeta?:
a) Para casos de emergencia
b) Para aprovechar promociones de pagos sin intereses
c) Como medio de pago para casi todas mis compras del mes
3.- A cuánto ascienden mis ingresos?:
a) $15,000.00
b) Mas de $15,000.00
c) Mas de $35,000.00
4.- En qué gastas más y con mayor frecuencia con tu tarjeta?:
a) Viajes
b) Compras en diversos establecimientos
c) Compras en la misma tienda
5.- Mi tarjeta:
a) No me ofrece ninguna recompensa o beneficio
b) Si me ofrece pero no los ocupo
c) No me interesan las promociones
6.- Existe un equilibrio entre lo que pago al mes y los beneficios que recibo de mi tarjeta?:
a) Pago muchos intereses y comisiones y no siento que me ofrezca mucho a cambio.
b) No, aunque mi tarjeta no es tan cara, no me ofrece todo lo que yo quisiera.
c) Es “justo” lo que pago con lo que recibo.
Tus respuestas te servirán para saber si tu tarjeta y tú, hacen buena mancuerna.
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