Por Angelina Sánchez-Vilchis
Resulta que como todos los días salí de casa muy temprano para hacer lo que me toca día a día entonces decidí ser más amable que siempre, la verdad es que si me considero una persona muy amable, pero ahora dije voy a exagerar porque creo que en nuestra agitada vida carecemos de amabilidad y civismo entonces pues pensé creo que si soy mas amable de lo normal, no va a pasar que me hagan algún gesto y ya, entonces me lancé literalmente a lo desconocido.
Pues que me subo al coche, y empecé a sonreír a todo el mundo, bueno me encontré con cada situación que se las cuento, primero sonreí a la primera persona que se me quedó viendo en la calle, sólo me volteó a ver como diciendo y: -"A ésta que le pasa, yo ni la conozco"-, o al menos de eso hizo cara, hubo un señor que cuando llegué al súper le sonreí y ¿Saben lo que hizo?, se me quedó viendo y me buscó la cara para volverme a sonreír, después me apené porque dije no vaya venir acompañado y piense que lo quiero "ligar" y mi intención era ser sólo un poco amable... Me dio mucha risa pero también pena porque no quiero que se mal entienda lo que no es, aunque sinceramente se me hizo muy chistoso que este señor reaccionara así.
Total que les sigo contando, entonces proseguí mi andar en la tienda, cuando frente a mí se le cayó una pertenencia a una adolescente, me agaché a ayudarle a recogerla y noté que esa chica, me dio las gracias, sí, pero ni siquiera me volteó a ver; yo le sonreí y me quedé con mi sonrisa "pintada" porque esta mujercita ni siquiera se percató que yo le había sonreído, creo que estamos muy abstraídos en nuestros pensamientos. No fue muy cordial de su parte, lo que pensé fue que no estamos enseñando lo esencial en casa, como a dar las gracias y voltear a ver a la gente para reconocerla como persona... En fin, entonces regresé a mi coche y preferí ver cómo reacciona la gente desde el auto, a una persona que le di el paso, esa sí me sonrió y dio las gracias, era una señora que pasaba de los cincuenta y bueno por lo visto, ella sí reaccionó amablemente.
Un camión se puso frente a mí para cruzar la calle y le di el paso, la cara que me pusieron el chofer y sus dos compañeros fue de -"Pásale mamita"- y hasta un beso me echaron, yo me doblé de risa y luego al darle el paso a una mujer que iba en su camionetota pues me volteó la cara y se pasó sin dar las gracias, ¡en serio, que deveras! Qué coraje, pero así son algunas, sobretodo mujeres que creen que por traer coches muy grandes o llamativos, se pueden dar el lujo de ser groseras y prepotentes, eso no me gustó porque aunque iba yo haciendo una prueba; noté que las mujeres habían reaccionado en forma menos cortés que los hombres, y me extrañó porque uno como mujer espera que las otras mujeres nos apoyemos, resulta que recibí más sonrisas de hombres que de mujeres, bueno como mujer me sentí halagada, pero también decepcionada de que el civismo no se nos dá mucho al “manejar” y menos a las mujeres, no digo que los hombres todos sean una amabilidad andando pero tuve mejor experiencia de ellos que de las demás, eso es preocupante porque si las mujeres llevamos las riendas del hogar y eso estamos enseñando con el ejemplo a nuestros hijos, no esperemos que el día de mañana ellos reaccionen bien ante cualquier situación de civilidad a los demás.
Para terminar con esta anécdota o prueba de amabilidad, sólo una cosa, hagan de vez en cuando este ejercicio y noten como reacciona la gente ante la sonrisa de un desconocid@ y tomen nota. Lo que sí es que nosotros debemos ser más amables para que esta sociedad vaya cambiando pues en nuestras manos está vivir en un México mas cálido, más vecinal, más de cuidarnos los unos a otros, como cuando éramos niños, no seamos tan apáticos, ni tan despegados de los demás veamos a la gente como un igual a nosotros no como seres de otro planeta que si les pasa algo malo, pensemos -seguramente se lo merecían-. Aprendamos a "manejar" y a salir de casa con una sonrisa en el rostro. ¡Nos hace falta!
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Comentarios
¡Que pena, tal y como lo narras pareciera que entre mujeres no nos podemos llevar bien, te comento, yo viajo en el metro, y prefiero ir en los vagones para hombres , porque en los de mujeres, es imposible, la que no te recuerda a la mama, te pisa, te da de codazos, te mira feo etc, etc, parece jungla. Que pena por que realmente qué les estamos enseñando a nuestros hijos será por eso que haya mas violencia? me pregunto por que nosotras como madres, hijas, esposas, nos hemos desensibilizado y eso es lo que proyectamos y enseñamos. Amigas por favor, hagamos conciencia y probremos de vez en cuando el ejercicio que nos proponen ser un poco màs amables, que tengan un excelente día y gracias por compartir. Dios Los Bendiga.
Me llamó la atención el título de tu blog porque me hizo recordar que hace tiempo... yo me consideraba a mí misma como "una coleccionista de sonrisas". Cierto, cuando iba en bici a mi trabajo, que quedaba cerca de mi anterior domicilio, me fascinaba regalar y recibir sonrisas. Eso me animaba para empezar el día fabulosamente. Había olvidado ese placer... y me has hecho recordar una frase que escuché recientemente: "Si no te gusta lo que estás recibiendo, revisa lo que estás emitiendo".
HOLA NO ERES CULPABLE DE LA CARA QUE TIENES PERO SI DE LA CARA QUE PONES ,GRACIAS POR COMPARTIR TUS ANECDOTAS EN VERDAD TODO FUERA MEJOR CON UNA SONRISA AMABLE ESPERO PONER EN PRACTICA ESTA RECOMENDACION SALUDOS
Hola!! Siempre he sido muy amable, y en alguna ocasión me topé con una lectura, donde decía, que al despertarme me mirara al espejo y me sonriera, y de esa manera, me mantuviera el resto del dia,si al contestar el telefóno siempre tienes que sonreir, porque al otro lado la persona estará igual.
Cuando voy manejando le cedo el paso, al del camión, al joven estudiante, a la persona mayor,al que va en bibicleta, moto, cuando me encuentro en la tienda saludo estrechando la mano y con un beso, que en ocasiones me tildan de loquita,en las circunstancias en que me enuentre a mis sobrinos,y digo a mis sobrinos porque mi hijo ya es un adulto y él es muy amable, atento y respetuoso, les enseño con ejemplos como debemos de ser, comportarnos con nuestros semejantes, independientemente de la clase social. Bendiciones
YO SIEMPRE HE PENSADO QUE LAS PALABRAS "POR FAVOR" Y "GRACIAS" SON MAGICAS, ASICOMO SALUDAR, SONREIR Y RECONOCER CUANDO UNA PERSONA TIENE LA RAZON, SOY DE LAS QUE PIENZAN QUE "EN EL PEDIR, ESTA EL DAR", TRATAR A LA GENTE COMO DESEAS QUE TE TRATENA TI, CON ESA SIMPLE TECNICA ESTARIAMOS DEL OTRO LADO, DEBERIAMOS DE INTENTARLO TODOS LOS DIAS PARA VIVIR ENARMONIA, SALUDOS Y GRACIAS POR HACERNOS RECAPACITAR DE VEZ ENCUANDO
Muy bien!!! Te comento, hoy estando en una fila para pagar y siendo la quinta en espera viví algo realmente "penoso". La cajera al cobrar a una señora no tenía cambio, le pregunta a la siguiente persona si le pagaría con billetes de $50, la señora contestó que no, yo tampoco lo haría así, por lo tanto no dije nada. A como pudo la cajera completó el cambio, pasa la señora que no traía billetes de $50, paga y pasa el siguiente señor y aunque no lo creas pagó con puros billetes de $50. ¿Cómo? no escuchó, no le interesó, no se dirigieron a él, etc. Cuando llegué a pagar yo le comenté a la chica lo que había pasado y le recomendé que pregunte en general, porque parece que si no es exclusivamente a nosotros no entendemos que vivimos con los otros. Salir a la calle a hacerle más fácil la vida a los demás, tan simple como poner a su disposición nuestras monedas o billetes que simplifiquen una operación, que ahorren tiempo, etc. Salir a la calle a ponernos al servicio de los demás con información, con ideas, con voluntad. Platicar con el otro aligera la espera y tendremos alguien más que nos conoce, no sabemos cuándo lo volveremos a ver y en qué circunstancias.Si llegamos a encontrarnos por la calle de seguro nos sonreiremos una a la otra, yo si lo hago.
Saludos Sol