UNA NOVIA VESTIDA DE NEGROEl día más triste de tú vida: Fue el de tú boda. ¿Al fin con quién te casas? ¡Da lo mismo! Sería la respuesta. La sonrisa de una novia siempre habla de su pasado. ¡El blanco simboliza los sueños o es una forma de enmendar o purificar los traspiés del pasado? Vivimos apresados por los cepos del absurdo y las artimañas religiosas. No es fácil intentar dormir, para creer o vivir la sensación que el tiempo pasa más rápido. Ya no se lapidan a las novias ni se regresan como un animal impuro, por no haber soportado el enterrarse en la vida en las absurdas mazmorras o en los castradores calabozos inmisericordiosos. Las lágrimas de las novias siempre añoran el calor de las manos y los besos de sus padres; el oasis en que se convertía su propio espacio y sobre todo, ese fuego invisible que iluminaba y revitalizaba sus sueños. Ahora comprendo al dolor-amor de las madres. ¿Quién le robó la pasión y el sentimiento al sol? Nunca comprenderemos los absurdos ni las incompatibilidades de los mundos en nuestra naturaleza y universos. Hay tantas preguntas en el corazón de una novia que se viste de blanco, como el absurdo carnaval que se arma con una boda. Hay novias sensuales que no se imaginan con sus alas recortadas o encerradas entre las paredes invisibles de un absurdo minifundio. No entiendo al absurdo que nos eclipsa al sol y nos seca las lágrimas sin una caricia. No somos más que eternos solitarios persiguiendo a la felicidad, como una jauría de lobos hambreados. ¡El amor! ¡El amor! ¡El amor! Siempre verá con buenos ojos al demonio y sus diabólicas tentaciones. Todos creemos que el amor se impone sobre las costumbres, pero erramos. Siempre huimos cuando nos sentimos asfixiados, a esos refugios en donde nos reuníamos con nuestros súper héroes en la niñez o en donde escribimos nuestros primeros versos de amor. No sé que decir, o que le debo responder al silencio. La vida me sabe a amargura, cuando hay tristeza en la sonrisa de una novia. Jamás hablamos a tiempo y por lo general tapiamos al silencio para siempre. Vivimos persiguiendo al absurdo, empuñando banderas blancas. El amor siempre supera absurdas barreras y se aferra con las manos desnudas, a alambradas de seguridad. Sé que no volveré a ser feliz, ni volveré a hacer infeliz a una novia. Vivimos enamorados como el Sol de la Luna ; desde siempre y hasta nunca, siempre tan cerca y tan distantes, como un beso sin pasión ni fuego. Amo el aroma de las pieles enamoradas, cuando se petrifican en un amartelado sentimiento. Amo a las novias que se visten para siempre de negro y que conciben al matrimonio, como el ritual absurdo en el sacrificio dentro de un matadero. El día más triste de la vida, fue cuando al amor le robaron la magia con absurdos formalismos. Me fascinan las formas como la naturaleza expresa y vive sus instintos. El amor es la expresión más sensible el instinto. La felicidad en las parejas, solo depende del destino. Amor y fuego. Oremos para que regresen los tiempos en los que se vivía el amor sin barreras. No importa el color del traje de la novia, desde que su corazón este blanco.Héctor “El Perro Vagabundo” CedielHcediel2@hotmail.com
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