Un antiguo refrán español dice “ cura más la dieta que la lanceta” para significar que la dieta es más efectiva para conservar la salud que las medidas médicas.
La dieta está constituida por todos los alimentos que incorporamos a nuestro organismo pasando por nuestro aparato digestivo, es todo lo que ingerimos. En lo fundamental está constituida por proteínas, vegetales y grasas como macroelementos y también vitaminas y minerales como microelementos. Todos son indispensables para mantener la salud. En este punto debemos decir que todos los excesos son perjudiciales.
Existe una relación íntima entre peso corporal y dieta. Más del 30% de aigunos tumores están relacionados con la dieta. El sobrepeso es la puerta de entrada de muchas enfermedades incluyendo el cáncer, también la ingestión de muchas sustancias son capaces de desarrollar un tumor maligno. Por otro lado la ausencia de algunas sustancias también son capaces de favorecer la aparición de tumores malignos.
Debemos comer a diario:
Frutas: todas las que contengan resveratrol (un magnífico antioxidante) como las uvas moradas o negras, las de alto contenido en ácido elágico (otro buen antioxidante), por ejemplo la fresas, cerezas, zarzamora, las de elevado contenido en vitamina C que tiene también efecto antioxidante, como la guayaba y las cítricas, y todas en general por su contenido en fibras, vitaminas y minerales son muy recomendadas. Los antioxidantes actúan evitando mutaciones en los genes que pueden hacer que se desarrolle un cáncer.
El plátano es saludable, pero en las mujeres con condición fibrosoquística mamaria debe ingerirse con moderación por su contenido en xantinas, (también está contenida en el café, chocolate, té negro y refrescos de cola)
Vegetales y ensaladas: se deben también ingerir a diario, por su alto contenido en vitaminas minerales y fibra vegetal, por ejemplo, brócoli, col, lechuga, zanahorias, espinacas, verdolaga, apio, acelga, aguacate, Etc. Las fibras vegetales evitan al cáncer de colon
Los granos: como frijoles, lentejas, garbanzos, chicharos (guisantes), elote, arroz avena, trigo, sémola, Etc.
Nueces y semillas como: nuez de Castilla, avellana, cacahuate (maní), nuez de la India, pistaches, piñones, semillas de girasol y otras.
Pan y galletas integrales preferentemente, tortillas de maíz y de harina de trigo con moderación, pastas alimenticias, hojuelas de maíz, granola (todas estas con moderación, pues la harina de trigo blanca puede ser perjudicial y todas por su alto contenido en harinas pueden conducir a la obesidad
Los condimentos como, ajo, cebolla, ají, chile con moderación.
Líquidos: agua natural, jugos de frutas naturales, aguas frescas sin azúcar. Leche de soya, de almendras, de arroz y de coco. Té verde, de manzanilla, de limón, de hierba buena, de flor de Jamaica. Se deben ingerir diariamente aproximadamente de 1 a 2 litros de agua dependiendo del trabajo que uno realiza o los ejercicios que realiza, peso corporal, la dieta ingerida, pues casi un 60 a 70 % del peso de los alimentos crudos, es agua.
Lo que no debemos comer o tomar con frecuencia:
Carnes rojas, es decir de res, cerdo, carnero, cabra, chivo, cerdo, jabalí, avestruz y los mariscos. También los embutidos como jamón, jamonada, mortadela, chorizos, perros calientas, salchichas, peperoni, salchichón, chicharrones, Etc.
La leche de vaca, cabra, chiva, y todos sus derivados como yogurt, crema, quesos, de cualquier tipo, Etc.
Las grasas de origen animal como manteca de cerdo, sebo, mantequilla y otras.
Bebidas alcohólicas de cualquier tipo y todos los refrescos de botellas, latas, sobres las aguas frescas muy cargadas de azúcar.
Azúcar, sobre todo la azúcar refinada y la de pastelería. Los edulcorantes artificiales se deben consumir en muy poca cantidad y para endulzar se prefiere la miel y el azúcar mascabado en cantidades mínimas, algunos autores refieren que la azúcar es el alimento fundamental de las células cancerosas.
Evite comer los alimentos fritos por su alto contenido en acrilamidas y otras sustancias que está demostrado que aumentan el riesgo de cáncer de próstata, la reutilización de aceites para freír es también muy peligrosa por este mismo motivo.
También las carnes directamente expuestas al fuego y alta temperatura como la carne “al pastor” carnes a las brasas, a la parrilla y otras, acumulan hidrocarburos aromáticos policíclicos y las aminas heterocíclicas, ambas reputadas como productoras de cáncer del aparato digestivo.
Algunos alimentos se deben siempre comer cocidos, pues crudos pueden ser perjudiciales, pero las frutas, vegetales, ensaladas, hortalizas, no pues a más de 60°C la vitamina C se deteriora y otros nutrientes se deterioran.
Se debe establecer un equilibrio entre las calorías que se gastan diariamente con las que ingerimos para evitar la obesidad, se considera obesa una persona que pese más de un 5% de la fórmula resultante en restarle 100 a su estatura en centímetros. Por ejemplo a alguien que mida 170 centímetros su peso normal debe ser de 70 kilogramos y se comenzara a considerar obeso cuando pase de 75 kilogramos, existiendo diferentes grados que van desde la obesidad ligera hasta la obesidad morbosa (mas de un 40% de sobre peso).
Cuidar lo que comemos y la cantidad que comemos es una forma de evitar enfermarnos.
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