Muchos de nosotros hemos vivido el momento de buscar trabajo, solicitar un empleo. Las entrevistas laborales suelen ser el punto final para determinar si un candidato será o no contratado. De aquí la importancia de platicar hoy sobre este tema.
En ella juegan diversos factores, como el lenguaje corporal, conocimientos específicos y el tipo de respuestas y preguntas que haga el aspirante.
Te recomiendo llevar tu curriculum bien estructurado en donde se detalle tu recorrido laboral, académico y personal. Que sea sencillo, veraz, breve y homogéneo. Probablemente la persona que te va a entrevistar ya lo analizó antes, pero es importante que lo lleves.
Hoy comparto contigo lo que diversos estudiantes de la prestigiada universidad de Harvard han establecido para preparar una entrevista exitosa de trabajo:
- Hacer la tarea: se refiere a estudiar primero a la compañía y al puesto laboral al que se busca aspirar, con material que va desde libros, pruebas previas, e incluso resolviendo problemas.
- Desarrollar una estructura para resolución de problemas: ¿Qué significa esto? Que, si vas a una entrevista sin haberte preparado, terminará en momentos donde las respuestas que se pidan no serán las correctas; o peor aún, habrá nervios de por medio. Tienes que llevar realizadas preguntas del puesto, que funciones vas a desempeñar, hablar sobre el sueldo y prestaciones que esperas recibir, comprobar suposiciones, buscar enfoques a preguntas que pueden realizarte discutir ventajas, y generar ideas que puedan enriquecer tu entrevista.
- Practicar y elaborar estrategias: hay sitios en el internet que ofrecen entrevistas simuladas sin costo. Con esta herramienta puedes hacer una entrevista en todo momento, dependienta del área y profesión. Practícala las veces que sea necesario.
- Tener plan como copia de seguridad: cuando se es novato es probable que acudas a varias entrevistas sin éxito, por lo que tener un plan puede ayudarte a reducir el estrés del momento, porque las ideas vagas no suelen funcionar al aterrizar respuestas, por lo que cuantas más opciones tengas, más relajado irás a cada entrevista. Se trata de contar con objetivos y exigirte personalmente, aunque el reclutador no lo haga. Cada vez lo irás haciendo mejor.
- Invertir tiempo: el proceso de entrevistas no se trata solo de poner tiempo aparte para hablar con un grupo de personas que contratan. Se tendrá que dedicar tiempo previamente a la lectura, práctica e incluso realizar actividades, de tal modo que permitan tener una agenda paralela a solo buscar empleo. Esto es sano tanto para ti, como para la persona que te entrevistará.
- Crear un banco de preguntas: después de cada entrevista, se recomienda que escribas las preguntas que surgieron a lo largo de esta, después enfócate a investigar sus soluciones, y después analiza tus fortalezas y las áreas en que puedes mejorar. Esto te ayudará si te llaman a una segunda entrevista en el mismo lugar o en otro nuevo.
Sobra decir lo importante que será tu arreglo personal, poniéndole cuidado, pero tampoco exagerando; la puntualidad, unos diez minutos antes, llegar demasiado temprano resulta inadecuado; cuidar tu tono de voz y comunicación no verbal.
Los expertos afirman que la impresión final es muy importante. Piensa muy bien cómo vas a concluir y a despedirte.
Por último, un buen consejo que escuché: siempre después de una entrevista, envía un mail de agradecimiento diciendo cuanto te interesa la oportunidad y agradeciendo su tiempo.
LUCIA LEGORRETA DE CERVANTES. Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.
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