Ámame cuando menos me lo merezco,
porque es cuando más lo necesito.
Un perrito es atropellado por un auto. Dos amigos pasan
caminando y presencian el accidente. Uno de los dos se
acerca a levantar al animal para llevarlo a un veterinario.
Cuando intenta sujetarlo, el perrito lo muerde.
El hombre lo suelta y se queja con su amigo:
—Perro desagradecido, lo quiero ayudar y me muerde…
El amigo contesta:
—No te enojes. No te muerde por falta de gratitud, te
muerde porque está herido.
Extracto del libro SEGUIR SIN TI de Jorge Bucay y Silvia Salinas
Comentarios
Algunas personas les he ofrecido mi amistad y me han "mordido" como el perrito de la historia; a veces no puedes ayudar a esas personas (o no se dejan ayudar) y terminas por alejarte de ellas.
Gracias por este mensaje, me hace ver que así he actuado cuando alguien me lastima, ahora se que tengo que cambiar esta actitud y agradecer la ayuda.
upps!! EXCELENTE REFLEXIÓN.