"Tres cosas no pueden ser escondidas: el sol, la luna y la verdad"- Buda Sakyamuni
Caminando por la alameda, mejor dicho corriendo, ya era muy tarde, estaba justo en el tiempo que decía iba a comenzar la conferencia. Apenas me había estrenado en el metro de la ciudad de México, desde una de las más concurridas estaciones, hasta el propio centro histórico de la ciudad. A cada paso trataba de recordar y orientarme para no olvidar y saber que camino tomar una vez hubiera salido de la conferencia.Un lobby sofisticado y elegante recibía a una venezolana despeinada y con la frente brillante por la caminata recién hecha,- ¡Ahora a buscar el salón!… no había quien me atendiera, y yo no tenía tiempo de andar preguntando, así que comencé a mirar rápidamente alguna pizarra que me indicara donde estaban los salones… rápidamente encontré una: Salón Don Diego……. Piso 2… OK, ¿ascensores?, no tengo tiempo… escaleras.Un hombre, pasó a mi lado con más prisa de la que yo llevaba, y en un español machucado (o sea, un gringo hablando español), iba saludando a otros diciéndoles que aun no había empezado. Me distraje por el alivio que me dio saber que aun estaba a tiempo, pero mis pupilas se fueron dilatando al ver un chorro de gente parada haciendo una fila monstruosa para entrar a la misma conferencia a la que iba a ir yo. Parecía arte abstracto, no sabía cual era la punta… el signo de alfa se quedó pendejo, me dije a mi misma. Voy y pregunto a la primera persona que encuentro que me está mirando: - ¿Esta fila es para entrar?,- ¡Si! me responde. – ¿Y donde está el final de la fila? – Creo que la pregunta era muy difícil, pues me quedé esperando su respuesta. Vi que todos tenían boletos a mi alrededor por lo que deduje sabiamente que estaba en la fila incorrecta, así que salí corriendo para preguntar decentemente ¿Dónde coños compro el boleto? Llegando casi a la cabeza de la fila, le pregunté a una dama mayor, ¿esta fila es para comprar o para entrar?. Voltea a mirarme y me pregunta ¿Tu que quieres? – ¡Las dos cosas, pero primero comprar!. Extendió un boleto y me lo da. – Gracias, dije mientras sacaba el dinero para pagarle $ 180, con un billete de $ 500 (todo mi capital ahorrado) y ella me dice: Ainnnns ¡No tengo cambio!La fila avanza, la señora me quita el boleto y me devuelve el dinero, le digo NOOOOO, espere, vamos a buscar quien nos cambia. Las demás amigas de la señora, (mayores que ella) le lanzan una mirada reprobatoria, algo así como: NO TE SALGAS DE LA FILA.La fila avanza… la señora no puede caminar a más de una velocidad promedio de 1 metro por minuto…, yo me adelanto, me regreso, me adelanto, me regreso… finalmente llegamos a una mesa atestada de gente donde vendían los souvenirs del evento, y les digo, ¿tienen cambio para 500?, y se me quedan viendo como ¡Excsuismi, Ai don understen yu!, la anciana benefactora, comienza a hablar en Inglés, tan perfecto, que terminó entendiéndome EN ESPAÑOL uno de los chicos, dándome dos billetes de 200 y uno de 100. Acompaño a la señora a donde estaban las amigas “nuestras”, y llegamos justo cuando estábamos pasando el umbral de la entrada al gran salón.Una persona de protocolo, nos dice que ya los puestos delanteros de la parte central están ocupados, pero me dije: puff, yo soy sólo una… me despedí de la señora y me dirigí a buscar un solo asiento.Encontré un asiento vacio al lado de otro donde sólo estaba una bolsa, agradecí mi suerte ya que estaba sólo a 4 filas del lugar preparado desde donde estaría sentado el Lama para dar la conferencia. Me dispuse a llenar un formato tipo encuesta que estaba en mi asiento, y una postal con información sobre Buda. De cuando en cuando miraba a ver si lograba ver a mis “amigas” de la entrada, pero entre tanta gente y el salón lleno no pude verlas. Comencé a observar la gente a mi alrededor, viendo a los de primera fila, conversando, saludando, reconocí entre ellos al señor que venía más apurado que yo cuando llegué al hotel (si, el del español machucao). Gente linda, y hasta me acordé de la canción Kusha La Paya: “Me siento rompeolas rodeá de gente guapa”, parecía más bien un casting de belleza, de todas las edades, las mujeres enfundadas en chalines elegantes, zapatos de tacones altos, y los edecanes, cada uno más guapo que otro, todos vestidos de negro, caminando de un lado a otro, y yo allí, con mis zapatos viejos de tenis, con el maquillaje chorriado por la caminata, despeinada, y como si fuera la nota discordante del evento, pensando que de haber sabido, me hubiese mandado a alisar el pelo. Observo las cámaras de TV, micrófonos varios, así como fotógrafos pensé: “WOW, esta conferencia promete estar muy interesante”. Luego a mi mano izquierda, vi a los técnicos de sonido, desgarbados y profesionales, típicos gringos bohemios, en chancletas y bermudas, con la tez colorada por el calor y todos hablando un perfecto inglés (o al menos así me lo parecía, porque yo no hablo inglés), y seguro que si lo era, ya que los demás, parecían entenderles… y hasta le respondían en inglés.Ya está por empezar la conferencia, veo al Lama Ole Nydahl (lo reconozco porque es el mismo de la foto), veo como le van poniendo el micrófono manos-libres, y veo a otra persona sentándose al lado de él, nada más y nada menos que el traductor simultáneo… wow.Una mujer se me acerca y me dice:- ¡Estás en mi puesto!- No, no estoy, este puesto estaba vacío cuando llegué, le respondo desconcertada.- No, estaba apartado, puse mi bolsa para apartarlo.- No, tu bolsa está allí, y no estaba apartando el puesto. (Ruidos que indican que ya está por comenzar la conferencia, y mi corazón se acelera).- Si, está, porque estaba apartando el puesto.- Que no, te juro que no estaba, si no, no me hubiese sentado. (sonido, sonido… están probando los micrófonos, comienzo a sudar)La gente de las demás filas comienzan a vernos, y ella, una joven altiva, muuuuucho más alta que yo y con una mirada de odio viendo que está por empezar la conferencia, termina diciendo:- Hazte a un lado, CÓRRETE entonces, porque yo estoy acá con los del sonido.Me fui a la silla contigua, la que ella estaba apartando (LA UNICA QUE ESTABA APARTANDO) y ambas nos sentamos en silencio, claro, la respiración de ella y la mía, le movían el cabello a las señora de delante de nosotras. Y pensaba: - Si esta caraja es budista, estoy jodida en esta conferencia, porque de feliz no tiene un coño y menos voy a enterarme porque son felices… aunque al menos YA SE QUE LOS PONE DE MALAS. Al ratito, llega un hombre alto junto a la chica, y ella, con toda la intención y una voz melosa le dice: - Amor, éste era tu puesto, pero ELLA decidió que no y se sentó aquí. Y yo grito: QUE NO, que no estaba apartado, que estaba disponible (esto último lo dije casi que imperceptiblemente porque los budistas me estaban lanzando miradas no muy felices). Finalmente el hombre, al ver que los ánimos estaban un tanto alterados, le dijo con dulce voz, descuida amor, déjala. Y allí le sobrevino una iluminación cósmica interplanetaria a la chica: - Trae una silla y la pones acá. (respiré y dije: SANSEACABÓ)Comienzo a poner atención en la presentación de la conferencia, mientras trataba de respirar no tan duro, no fuera que eso también molestara el “happy air”. El escenario florido, con un fondo donde se veían tres imágenes gigantes de lamas sonrientes. Una mesa servida con jugos, agua, té, galletas, panecillos era el centro del escenario. Al lado izquierdo de esta, estaba el traductor simultáneo, un hombre maduro, con una hermosa voz. Al lado derecho de la mesa central estaba el Lama Ole Nydahl, hombre sencillo, pero, sin la vestimenta que esperaba, y con más cabello del que imaginaba. Su primer comentario, causó carcajadas entre los asistentes, (carcajadas de las que fui partícipe, una vez el traductor tradujo el chiste). Obvio, la budista a mi lado, era de las primeras en reír el chiste, a lo que estuve atenta, al próximo chiste, reírme conjuntamente con los primeros, y callarme para escuchar la traducción después. Así transcurrió la conferencia, donde fui insertada en el mundo de Buda, Lamas, Karma, Karmapas, etc, y sus conocimientos por los que se dicen son los seres más felices del mundo.El desapego y el control de nuestras emociones, la vaciedad, son entre muchas otras cosas, las razones por la que esta disciplina hace que uno encuentre placer y gozo en las cosas más sencillas de la vida. El respeto a la vida misma, se traduce en un amor completo, puro y entregado, y nosotros como parte del todo, los responsables de esa realidad y de ese amor.Dijo que el sentimiento del odio, crea vínculos muy fuertes, de tal manera que explicó algo así como esto: “Odiar, es darle una habitación en tu mente, de manera gratuita e ilimitada a esa persona. ¡Es estúpido! Mejor es perdonar, para que la conexión con esta persona desaparezca. Manejar el perdón, enviando pensamientos de bienestar y que sea feliz, pero bien lejos”. Cuando llegó al punto de explicar como las conciencias colectivas en negativo, promueven el apego, fue lo que me hizo tener la necesidad de acercarme a él para preguntarle cuando iría a Venezuela (es que vamos a estar claro, ya hay una cultura de promover el odio en Chávez, que es difícil no odiarlo).De vez en cuando dejaba ir mi mirada por el rabillo del ojo y comenzaba a verle la pedicure a la budista de al lado… perfecta: agghh ¡Como la odio! Trataba de ver si le quedaba algún pelo asomado de una mala depilación en las piernas: No, ni uno, la piel lisa totalmente… agghh que odiosa. Ver como juntaba las manos con la de su pareja y escuchaban la conferencia riendo sin necesidad de traducción.. agghh los hacía más detestables aún. Y cuando se levantaba de la silla, para ir a la mesa de sonido que estaba al lado, colocaba su chalina encima de su silla y la de su marido… aggghhhh que chalina tan bella y que mujer tan odiosa POR DIOOOOS!!Finalmente el Lama, dice que todo lo que dijo hasta ese momento, era lo que quería compartir, pero que quería darnos un regalo a los que quisieran quedarse… ya eran mas de las 10:30 de la noche, diría que eran casi las 11, pero la idea de preguntarle si iba a visitar Venezuela, era una premisa, así que me dije, que debía quedarme hasta el final. El detalle es que no era el final, informaron de un coffe break de unos 15 minutos… y claro, todo el mundo se dispuso a salir a tomar café o ir al baño. Yo me mantuve firme, viendo hacia adelante como si aún estuviese el conferencista, mientras la budista de al lado, colocaba su chalina en las sillas… estuve a punto de decirle: “Querida, ¿por que mejor no meas alrededor de las sillas y así marcas mejor el territorio? Pedazo e bestia!.Yo por si las dudas, no quería ni moverme de la silla… no fuera que la Budista Feliz me estuviese tendiendo una trampa para quitarme mi sitio… y ni pensar en dejar mi bolso solo… no, que va, las venezolanas eso si tenemos, que no soltamos la cartera!! en fin, me llamó la atención un grupo de personas alrededor del Lama, y la curiosidad me pudo más, así, que disimulando, como si estuviese viendo a alguien me levanto, y saludo a la nada, sólo como una táctica para despistar al enemigo, ya saben un sutil mensaje de: “Hey, No anda sola ni es tan pendeja como parece”. Resultó favorable pues me devolvió el saludo un Budista de los que estaban sentados en los puestos reservados… o sea pues, un chivo pesao. Eso me dio más confianza y sonriendo, comienzo a mirar pa’ todos lados como pajarito en grama, pero en realidad hacía un escaneo de la zona para detectar a la budista feliz y sus secuaces. No estaba en concentración detectable por mis herramientas de análisis, así que decidí abandonar mi puesto y acercarme al pasillo, sin dejar de ver la silla, y mirando para atrás con movimientos rápidos de cabeza. Al acercarme al pasillo, noto, que el Lama estaba dando bendiciones a un pequeño grupo de personas, las tomaba del cuello, juntaban las frentes, y luego les tocaba el corazón con una especie de relicario que llevaba colgando. ¡Que bonito!... yo quiero!Me persigné, sin que los budistas me vieran, y me acerqué hasta el grupo que se arremolinaba alrededor del Lama, puse mi mejor cara de NO asombro, una cara de: - ¡Esta ya me la sabía!, y justo cuando estaba el Lama por llegar a mi, le hablaron (creo que le recordaron que tenía que ir al baño) y comenzó a ponernos el relicario en la cabeza como si de coscorrones se tratara (coscorrones suaves aclaro) y lo sacaron rápidamente, y nos dijeron entonces que al final, de la meditación, el Lama iba a bendecirnos a todos.El aroma del café me sedujo y me abalancé sobre un señor que traía una aromática taza de café y le pregunté: -¿Dónde las están dando?. – Las están repartiendo allí cerca de las escaleras. Me fui corriendo y un mesonero con cara de conejo, me dijo - se nos terminó todo - me respondió mientras levantaba las bandejas, vacias… (lo único que me falta es que la pajúa de la budista feliz esté jartándose mi café) Deseché ese pensamiento negativo inmediatamente, por aquello de no crear una conexión indisoluble con la #$%&/() esa.Voy entrando por el pasillo central del salón de conferencias, pensando en esto, cuando de pronto, se me cruza al lado nada más y nada menos que el mismísimo Lama Ole Nydahl… mucha gente a su paso pidiéndoles su bendición, y para mi, la oportunidad perfecta de preguntarle lo que quería preguntarle.- Master, Lama, ehmmm guarever… Güen yu gou tu Venezuela? Plis… Y sin detener su paso, me responde en un perfecto inglés que no entendí… y le sigo… me sigue hablando, y yo What?... llegamos al pie del escenario, la gente entrando al salón, él le pregunta a alguien… escucho que le y me responde ese alguien: Venezuela, We’ll go the next year!! Y Grito: EL AÑO QUE VIENE??? NOJOOOOO.Se hizo un silencio… el Lama sonríe, me dice: Chávez, es el problema (¿?)…(no supe si afirmaba o preguntaba) y ante la duda le digo… HELP US!!!, y fue justo en ese momento, que se me acercó, acercó su frente a mi frente, se acercó a mi oreja, como en una actitud de cercanía cómplice, me susurró algo al oído, y me mordió la oreja…
¡ME MORDIÓ LA OREJA! Jodeeeeer… EL LAMA ¡¡¡ME MORDIÓ LA OREJA…!!!¿Qué coño significa eso?
Mientras vi, como los que se dieron cuenta de lo que acababa de pasar, reían, no se si por nerviosismo o por la cara que puse… sentía mi oreja caliente… y ya no pude pensar más… fui directo a mi silla, caminando en shock y sentía como si la gente me viera y me señalara, ya no como la robasillas, sino como “a la que el Lama le mordió la oreja…” Estuve sentada allí, tocándome la oreja, haciendo la meditación, siguiendo el sonido de lo que escuchaba que cantaban los cientos de budistas que estaban en la sala… los mantras… y yo sólo pensaba..EL LAMA ME MORDIÓ LA OREJA.Y pensaba, debe ser algo bueno… ¿no?Digo, ¿De tantos budistas felices que habían allí, le mordió la oreja a la nota discordante del salón?... o ¿le caí bien?... ¿me estaría coqueteando? (dígame si lo que me susurró que no le entendí era su número de habitación, o me estaba pidiendo permiso)... pero ¿Por qué morderme la oreja? Pudo haberme dado una palmada, o un besito en la frente… pero ¿POR QUE MORDERME LA OREJA? ¿Estaremos tan jodidos internacionalmente los venezolanos que si nos acercamos, nos muerden?Salí de allí, todavía con la sensación pulsátil en mi oreja, y estuve todo el fin de semana pensando…
¿Qué significado tiene que un Lama te muerda una oreja? Por favor… ayúdenme…¿alguien me puede ayudar a saber que significa que un Lama te muerda una oreja?Por su ayuda... y de antemano: ¡Gracias!***
"Tres cosas no pueden ser escondidas: el sol, la luna y la verdad"- Buda SakyamuniYo quiero saber la verdad de que un Lama te muerda una oreja.Mélida Suárez
Comentarios
Gracias por estar aquí, por estar presente y por leerme.
Mélida
De cualquier forma, si me hubiese metido un mordisco como si fuera un entrenador de perro... te aseguro que los dientes se los hubiese hecho tragar de un sólo carajazo ... aunque así hubiese salido en el noticiero del canal 40.
Aunque debo confesarte (aquí entre nos) que también divagué pensando que el pobre no tuvo la culpa... cayó rendido ante la belleza de mi ALMA... (porque en las fachas que andaba... LO DUDO!!!)
Te mando muchísimos besos y un billón de sonrisas preciosa amiga.
Mélida
NO TENGO LA MENOR IDEA DE LO QUE SIGNIFIQUE, PERO POR LO MENOS ENTRE LOS ENTRENADORES DE PERROS DE TRINEO EN ALASKA, MORDER LA OREJA AL PERRO, ES UN SÍMBOLO FUERTÍSIMO DE DOMINACIÓN, PARA QUE EL PERRO TE OBEDEZCA...!!!! Y QUE SEPA QUE TU ERES EL AMO Y QUE EL TE SIRVE. Y TU TIENES TODA LA NOBLEZA DE LOS CANES. ASÍ QUE, YO MÁS BIEN LO TOMARÍA COMO UNA GRAN FALTA DE RESPETO, PORQUE CON UNA MORDIDA EN LA OREJA, PUEDES DESMAYAR A UN CRIMINAL SI TE ATACA, Y POR LO QUE COMENTAS, ESTA FUE MUY FUERTE... CON TODO RESPETO, NO SE VALE. HAY MORDIDITAS RICAS, DE AMOR... PERO ESTE MONJE SE PASÓ, EN SU AFÁN DE PROTAGONISMO Y LA VERDAD, TENGO MIS SERIAS DUDAS DE LAS PRACTICAS BUDISTAS, QUE SON MÁS COMO UN CLICHÉ DE MODA QUE DE UNA PROFUNDA PRÁCTICA ESPIRITUAL. ESTOS MONJES SACAN UNA BUENA LANA DE CONFERENCIAS COMO ESTA QUE NARRAS. QUE DIOS NOS LIBRE DE LOS FALSOS MAESTROS... YA VES LAS ACTITUDES DE TU COMPAÑERITA DE ASIENTO... Y DE QUE LOS HAY, LOS HAY!
UN GRAN ABRAZO... ENCANTADOR TU RELATO, PESE A LA MALA EXPERIENCIA. SIGUE ESCRIBIÉNDONOS. RECIBE UN GRAN ABRAZO Y MI ADMIRACIÓN. *GENA.
Gracias a ti, a tu comentario, por leerme... y por hacerme divagar aún mas... Bendiciones a ti.
Mélida
En cuanto a lo de la mordida en la oreja, desconozco el significado, pero imagino que en el fondo te sentiste una persona muy especial, por lo que creo bien vale la pena una mordida. Besos.