un dia sin violencia

Hoy parecía un día normal, un día como cualquier otro: me desperté y, aunque a ciencia cierta no lo podía explicar, había algo que era diferente.

Por principio de cuentas, me miré en el espejo, y en lugar de lamentar el paso del tiempo reflejado en mis arrugas, las canas en mi cabeza, y la grasa acumulada en mi abdomen, admiré la sonrisa que me saludaba al otro lado del espejo, y me pregunté; por qué no sonrío más si mi sonrisa es tan hermosa!!

Al desayunar, decidí no hacerlo con prisa, disfruté el proceso de hacerme un desayuno balanceado, pero sobre todo, me di el tiempo de contemplar la sala vacía, y no preocuparme por el sinfín de pendientes que me esperaban en la oficina.

Me vestí con la misma calma, pero esta vez, decidí ponerme del perfume caro, los pendientes de las "ocasiones especiales", y la blusa sexi que tenía guardada (para cuando volviera a ser delgada"

Al llegar a la oficina, ese aire de cambio se percibía con más fuerza; todos me saludaron con amabilidad, me hicieron un par de chistes, y hasta compartieron conmigo algunos detalles de sus hijos y el fin de semana. ¡Fue tan extraño! No podía entender cómo en un día todos habían cambiado tanto, y, sobre todo, no entendía qué los motivaba a cederme el paso en la avenida, a abrirme la puerta de la tienda cuando iba entrando, a regalarme una sonrisa aunque no me conocieran.

Y de repente, entendí a qué se debía ese cambio: me miré en el reflejo de un aparador, y me di cuenta. La sonrisa de la mañana era la responsable de todo ese cambio. El traer la "sonrisa puesta" todo el día había cambiado al mundo, mi pequeño mundo

Al llegar a casa en la noche, sin sentirme agobiada por el estrés o por los problemas cotidianos, después de pasar un día sin culpar al gobierno por mis deudas, o a mis compañeros por mi sueldo, tuve una revelación que cambió mi vida. había vivido un día sin violencia; un día en el que decidí quererme y ver lo mejor de mi en el espejo, y después, mostrarlo a todo el mundo; decidí no maltratarme, y no maltratar a los demás. Lo que más me sorprendió fue, por qué no decidí hacerlo antes ... esto se siente tan bien!!!! y lo único que necesité, fue decidirlo. Decidí decirle no a la violencia, decidí ser responsable de mi vida, y eso, eso es lo importante.

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