Para comprender cómo decide el subconsciente, debemos tener presentes cuatro características importantes que presento a continuación.
La ilusión no existe
Para el subconsciente lo real, lo simbólico y lo imaginario es lo mismo. Nuestra mente subconsciente no puede diferenciar algo real de algo virtual. Cuántas veces nos hemos preocupado por nuestros hijos cuando nos despertamos a las tres de la madrugada y ellos no están en casa. Pensamos que les podía haber ocurrido algo, y nuestro cuerpo experimenta toda una serie de sensaciones. Estamos viviendo algo virtual, pero nuestra mente subconsciente no puede ver que no es real.
El ser humano tiene una gran capacidad de imaginar, es lo que mejor se le da a la mente consciente: viajar en el tiempo, recordar el pasado o desplazarnos al futuro. Mientras, nuestro subconsciente se ocupa de lo que sucede en el momento presente y no puede separar LO QUE OCURRE DE LO QUE IMAGINAMOS QUE OCURRE; para el subconsciente es exactamente lo mismo.
Seguro que en más de una ocasión has ido al cine a ver una película de un determinado género y has experimentado emociones tales como: miedo, que te hace estremecer; tristeza, que te hace llorar; o alegría inmensa, que te hace reír y sollozar. ¿Quién activa esas emociones? Es más que evidente que las activa tu mente subconsciente dado que no diferencia lo imaginario de lo real.
Imagina que estás tomando una comida suculenta, saludable y exquisita y dices en voz alta "esta comida está de muerte".Si repites estas palabras unas cuantas veces la comida terminará sentándote mal. ¿Por qué? Porque EL SUBCONSCIENTE ES REACTIVO; es decir, reacciona, pero no razona. Conscientemente sabemos que lo que estamos comiendo es saludable y exquisito, pero el subconsciente crea el programa mental "esta comida está de muerte", se genera un pensamiento asociado a ese mensaje y finalmente terminaremos por sentirnos mal. Como veremos en otros artículos la palabra tiene un gran poder de sugestión sobre la mente subconsciente. Facundo Cabral tenía mucha razón cuando llegó a decir: “¡No digas no puedo ni en broma, por que el subconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!”.
Te pido que hagas el siguiente ejercicio: pon tu mano derecha a la altura de tu boca y repite en voz alta "estoy chupando limón" al menos seis veces. ¿Qué ha sucedido? Que estás salivando. Pero, ¿quién disparó tu mecanismo de salivación, tu mente consciente o tu mente subconsciente? Está claro que lo activó tu mente subconsciente, ya que tu mente consciente –que es activada por la razón y por los sentidos– no ve limón, no toca limón, no huele limón, no siente el limón en tu mano.
Es atemporal
Para el subconsciente el tiempo no existe, solo existe el presente. Esa parte de nuestra mente no almacena las experiencias vividas cronológicamente. Sí es cierto que unas experiencias tienen más peso que otras, DEPENDIENDO DE LA CARGA EMOCIONAL ASOCIADA A LA EXPERIENCIA VIVIDA. La mente subconsciente jamás olvida una experiencia, pero CARECE DE LA DIMENSIÓN PARA UBICARLA EN EL TIEMPO.
Si te pregunto, “¿qué cenaste hace quince días?” tardarás en darme una respuesta en torno a un minuto, ya que esa información está almacenada en tu memoria de largo plazo. En cambio, si te pregunto, “¿recuerdas la primera vez que estuviste enamorado?” me responderás a tiempo real. ¿Qué diferencia a ambas experiencias? La carga emocional asociada a dichas experiencias. Ese es el criterio que utiliza tu mente subconsciente para almacenar tus experiencias de vida.
Es inocente
La mente subconsciente NO PUEDE JUZGAR PORQUE SU FUNCIÓN ES SOBREVIVIR. Se activa a través de la repetición de las palabras y de las emociones, dándole una respuesta aprendida a través de la evolución; no puede juzgar lo que está bien o mal, porque eso pertenece al ámbito del consciente y del lóbulo frontal (neo-córtex). Nuestra mente consciente siempre tiene una historia que explica y argumenta la falta de coherencia de nuestros actos. Todos inventamos, de alguna manera, nuestras propias historias, nuestra propia película, para explicarnos a nosotros mismos y justificar nuestros actos.
El otro no existe
Para el subconsciente todo es uno, TODO ES “YO”. La proyección que hacemos acerca de los demás es una proyección de nuestras propias necesidades. La empatía, esa capacidad de ponernos en el lugar de los demás y hacer propio el problema que afecta a otro, es lo que abre la puerta a la gran mayoría de los conflictos de identificación y proyección.
Podemos hacer nuestros los problemas de los demás, sufrirlos y que nos pongan enfermos. Hay una frase muy recurrente que dice: "Me pones enfermo". Está claro que podríamos sustituirla perfectamente por: "Me pongo enfermo por un problema que no es mío".
Feliz Camino !!
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