hace que caiga en una oscuridad
empapada de silencio.
El intento de vida se hace
lento,grotesco,inùtil.
Caminar desorbitado,
con un sentido que se esconde
en lo cotidiano.
Quiero secarme en gritos hùmedos
hasta agotarme de cansancio...de pena.
Deseo poder vaciar expectativas y arrojarlas
hasta que el aire se ponga denso.
Preciso que mis ojos no ardan de soledad.
Pretendo caminar con huellas que dejan
evidencias perpetuas.
Necesito el resplandor de un ramo
de certeza.
Ya no quiero noches calladas y de ausencia,
surcando caminos sin tù presencia.
DIANA ALEJANDRA.
Comentarios
Liz...
Que gusto ver q te ah llamado mi muy sentido poema.
Cuàntas noches oscuras no corren por nuestras vidas?....Cuàntas màs aguardan en el camino?..
La esperanza es q no todo es tinieblas, tambièn hay luz en la senda.
Te mando un abrazo querida Liz, gracias por leerme.
Mi quèrido Tony, mi fiel lector...
Gracias por escucharme con los ojos y dejar huella con tu comentario.
Te das cuenta...son de esos momentos en q las horas te consumen y sientes hacerte polvo.
Y percibes bien. Lùgubre el camino en q sea anda sin el sueño hecho realidad a un lado.
Fabuloso q te haya gustado !!
Muy muy bueno, Diana, tremendamente sentido y valiente.