Cuántas veces has sentido que tus emociones se salen de control en el momento menos indicado?
Digamos que tu jefe te acaba de dar la noticia de que te toca trabajar horas extra y sin sobre sueldo. Y la indignación te sube a la cabeza, los ojos se te llenan de lágrimas, te dan ganas de gritar que no es justo, pero un gran nudo en la garganta te lo impide. Sólo se te sube el color, aumenta tu ritmo cardiaco y sin el menor éxito, tratas de “controlarte”.
Mientras tanto, tu jefe te mira con cara de “pobrecita” y te deja ahí, sola, sin poder decir nada y, claro, con la orden de cubrir horas extra y sin goce de sueldo…
O ese sujeto que conoce bien tus puntos débiles se acaba de burlar de ti enfrente de un montón de personas. Y te sientes humillad@ y te gustaría ser ecuánime y ponerle en su lugar diciéndole: “me molestan tus burlas”. Pero en vez de eso, agachas la cabeza, comienzas a temblar y el llanto corre por tus mejillas, aunque por dentro podrías dar lo que fuera para que nadie se diera cuenta de cuánto te dolió la “bromita” pesada. “No es para tanto” te dicen algunos que, claro, no tienen idea de la profundidad de tus heridas.
No digamos esta otra: el individuo que te gusta viene caminando y se dirige justo hacia donde estás. Tu corazón late, los nervios te traicionan, la mente se te nubla y el rubor te delata. “Torre de control! Torre de control! Por nada del mundo quiero que NADIE sepa que esta persona me gusta, me quiero morir de vergüenza…” Y para colmo no falta el “observador” que se da cuenta perfecto “Ay, te pusiste rojísima!” grita para que la oigan hasta China o más lejos y te agarran de botana todo un mes.
A casi tod@s, alguna vez, nos ha pasado que las emociones nos ganan la partida, se nos salen de control y entonces hemos deseado que alguien ponga orden, que una “torre de control emocional” se haga cargo de la situación y nos diga qué hacer: “No se preocupe, Capitana, en este instante activamos una unidad anti llanto. Cambio” “Todo en orden. Ya mandamos un comando a que deshaga ese nudo en su garganta, me copia?” “Hemos controlado su temperatura y los latidos de su corazón, el operativo fue un éxito y su aspecto externo es de calma y sosiego. Felicidades. Misión cumplida”
Pero no. Resulta que, aunque en nuestro fuero íntimo deseamos fuertemente poder dominarnos, es como si de pronto perdiéramos toda comunicación y capacidad de control con nosotr@s mism@s y justo aquello que deseamos ocultar, se manifiesta con intensidad desmedida.
Esta, te lo anticipo, es una batalla perdida. Las emociones constituyen el lenguaje de nuestra alma. Y si de pronto expresamos emociones muy fuertes aparentemente sin control, es porque nuestra alma está GRITANDO un mensaje que no hemos querido escuchar. Está diciendo “tengo miedo” “no quiero esto para mí” “necesito que pongas un límite” y mil mensajes más que es urgente atender, en vez de tratar de esconderlos.
La solución para este tipo de “estallidos” es una: aceptarlos. Sé que suena como una cosa muy riesgosa. Pero intenta algo la próxima vez que sientas que una situación te supera: respira profundo, date permiso de sentirte “dominada” por los hechos, no pelees contigo y admite ante ti tu ira, tu miedo, tu vergüenza, tu indignación, tu cariño o lo que sientas y no te exijas sentir algo diferente, porque no eres un radio al que se le pueda cambiar de estación como si tal cosa. Después de admitirlo ante ti, amando la persona que eres y honrando a tu corazón, tal vez podrás decir a los demás algo como: “Esto es lo que siento y aunque me gustaría mantenerlo en secreto, mi alma se acaba de transparentar. No quise esconderme esta vez”
Ojalá pronto todos los seres podamos manifestar nuestra realidad del alma sin fingimentas. Mientras a ti, mujer valiente, te toca poner la muestra dejándote sentir todos tus sentimientos y olvidar la idea de “controlar” la verdad de tu corazón.
Bendiciones de amor y verdad!
@AuroraDelVillar
Comentarios
Gracias a ti, querida Sandra!!! Bendiciones!
Te agradezco que compartas estos temas con los que aprendo, me ha tocado sentirme así. Me encanta la forma en la que lo planteas, gracias!
Querida araceli, gracias a ti! Un abrazo!!!
hermosa aurora gracias por compartir bendiciones, gracias, gracias, gracias
Hola, Rebeca, Virginia y Patricia!!! Les agradezco muchísimo que se tomen el tiempo para compartir conmigo! Un abrazo y bendiciones :)
Es complicado y difícil controlarlas cuando se desvordan, me paso con una persona y termine por alejarme y ahora me arrepiento, pero lo hecho, hecho esta. Gracias por este artículo, bendiciones.
mmmh, es algo dificil reconocer nuestras frustraciones ante los ojos de los demàs, pero vale la pena intentarlo, gracias