TOMARSE EN SERIO LA VIDA

Desde pequeñ@s hemos aprendido que la existencia es una cosa muy trascendente, que no es para tomársela a la ligera y andar echando relajo sin ton ni son.

 

También aprendimos que la vocación es un tema que precisa todo nuestro buen juicio porque elegir carreras que no dan dinero se ve muy mal y así no se construye un futuro sólido.

 

Y aún más: desde la primera infancia sabemos que equivocarse es un lujo que no se puede uno permitir. Mejor es abandonar un proyecto si parece que no va a funcionar, antes que perder tiempo y recursos en algo sin futuro.

 

Si bien algo hay de verdad en esos conceptos tan gastados y extendidos, aquí pongo el ejemplo de Rafael o, mejor dicho, el licenciado Rafael.

 

Rafa fue un niño muy simpático que amaba a los perros, a los gatos y a cualquier animal con que se topara. Tenía, además, el don de entenderse con ellos muy bien. Era como si supiera hablar su idioma. “Será un gran veterinario” decían algunos, cosa que alegraba el corazón de Rafa.

 

Ah, pero  el buen Rafa vino a nacer en una familia de abogados de mucho abolengo y fortuna, donde la idea de trabajar sanando perritos sonaba punto menos que descabellada. “¡¿Quién toma en serio a un veterinario, si lo único que hacen es bañar perros y cortarles los pelos?!” , fue el argumento con que Don Rafael, el papá de Rafa, dio por zanjada la discusión sobre la carrera de su hijo.

 

Y así fue como este joven tuvo que desoír las voces que desde su corazón le pedían ir a la Facultad de Veterinaria y realizó el examen de admisión para Derecho. Su futuro estaba más que asegurado en la empresa familiar y a fuerza de estudiar las leyes, poco a poco nuestro amigo se convirtió en el Licenciado Rafael y de aquel niño que se iluminaba al ver un animal, no quedó más que el recuerdo.

 

Me gustaría decirte que Rafael se convirtió en un gran abogado y que al final pudo constatar que su padre tenía razón y que aquello de los animales había sido una locura. Pero lo cierto es que su desempeño en la abogacía no fue malo, pero tampoco constituyó nada fuera de lo ordinario.

 

Me gustaría decirte que un día el buen Rafael tuvo una epifanía y decidió dejar el mundo del derecho y probar suerte como veterinario, mas lo cierto es que cada año que transcurrió en el mundo de las leyes, alejó a Rafael cada vez más de su sueño infantil de curar animalitos.

 

Me gustaría contarte que Rafael fue feliz, pero la verdad es que, aunque lo tuvo todo en el negocio de su padre y a la larga lo heredó, una sensación de vacío lo acompañó hasta el final de sus días.

 

En medio de su desempeño como abogado, Rafael conoció a Carla, se enamoró de ella, se casaron y tuvieron un hijo que trajo un poco de dicha a su apesadumbrado espíritu. Y esto sí te lo cuento con mucho gusto: Cuando Alejandro (el hijo de Rafa y Carla) comunicó a sus padres su deseo de ser pintor, ella puso el grito en el cielo y dijo “Te vas a morir de hambre”. Rafael, en cambio, le dijo “Si eso es lo que quieres, cuenta con mi apoyo”.

 

No te voy a decir que Alejandro es el pintor más exitoso del mundo. Es algo mejor: es un hombre feliz y realizado que pudo cumplir con sus sueños, gracias a que su padre sabía lo caro y doloroso que resulta, a la larga, hacer caso de mandatos externos y no escuchar los llamados de tu alma.

 

Toma en serio los mensajes de tu corazón, emprende tus sueños aunque a otros les parezca que no van para ningún lado, no te traiciones ni te pongas  a un lado por dar gusto a otros. Sobre todo, no te tomes la vida tan en serio y gózala hasta el último aliento. Conviértete en la persona que deseas ser y no en lo que alguien más asume que te conviene. Jamás será tarde.

 

Que las bendiciones de auto realización y sueños cumplidos lleguen hacia ti!!!

 

@AuroraDelVillar

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Comentarios

  • Excelente historia!!!
    Elegir lo que queremos hacer por el resto de nuestra vida a los 17 años y con la presión famiar, social y económica en ocasiones nos lleva a tomar caminos equivocados los cuales son: los que más nos convienen. Es común escuchar entre los jóvenes que no se sienten del todo realizados con la carrera que están estudiando que NO se cambian a otra porque No quieren perder un año o dos ; sin embargo, todo lo que aprendemos siempre suma y equivocarnos o no hacer la mejor elección profesional a la primera es parte esencial de descubrir Qué es lo que verdaderamente nos apasiona en la vida? . Así qué: sin importar la edad que tengas tómate unos minutos para escuchar a tu corazón , el siempre te habla con la verdad.
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