... por ejemplo:
“Yo soy malo para las matemáticas, gramática, idiomas, etc.”
Este “Yo soy” garantiza que no te esforzarás por cambiar. El “yo soy” académico sirve para evitar que tengas que hacer alguna vez el trabajo pesado que se necesita para dominar una materia que siempre te ha parecido difícil y aburrida. Mientras conserves la etiqueta de tu incapacidad (...), tienes una disculpa hecha a medida para evitar el esfuerzo.
“Yo soy pésimo para el tipo de actividades que necesiten cierta habilidad manual como la cocina, los deportes, hacer punto, dibujar, hacer teatro, etc.”
Este “yo soy” te da la seguridad de que no tendrás que hacer ninguna de estas cosas en el futuro y justifica cualquier mala actuación en esos campos en el pasado. “Siempre he sido así; así soy por naturaleza”. Esta actitud refuerza tu inercia y te ayuda a aferrarte a la absurda noción de que no vale la pena que hagas cualquier cosa si no la haces realmente bien. Así que, a menos que seas el campeón mundial, siempre es mejor esquivar el bulto que hacerlo.
Extraído de Tus zonas erróneas, Wayne W. Dyer
¿Qué otros conoces?
En estas semanas te estaremos compartiendo algunos más, para que descubras si te estás auto saboteando con creencias que volviste tuyas.
¿Cuál es tu "Yo soy"?
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