En muchas ocasiones las creencias suelen llevarnos a vivir en paradigmas difíciles de romper y el seguir una corriente o moda puede afectar, no solo nuestra economía, sino también nuestra salud.
Al hablar de alimentos orgánicos, si usted decide consumirlos por la creencia de que aportan más valor nutricional a su organismo, es una creencia falsa, pero si los compra y consume con el conocimiento de que son el resultado de procesos agrícolas y ganaderos comprometidos con el medio ambiente, tal y como lo realizaba nuestros ancestros, ya que nuestros antepasados no utilizaban, abonos, fertilizantes ni sustancias químicas para erradicar plagas y tampoco se valían de hormonas ni aditivos para acelerar su crecimiento, es una decisión valida.
“En la producción vegetal se aprovechan los recursos renovables y las variedades criollas, se promueve la conservación del agua y del suelo, y se evita la utilización de fertilizantes sintéticos, pesticidas, aguas residuales y variedades transgénicas; en el ganado no se emplean las hormonas de crecimiento, los anabólicos ni los antibióticos, y cuando se trata de alimentos procesados, a éstos no se les añaden aditivos o conservadores artificiales. En pocas palabras, son alimentos libres de los residuos que suelen estar presentes en los alimentos producidos por métodos convencionales”, www.profeco.gob.mx
¿Y por qué pueden afectar a nuestra salud y economía el adquirir este tipo de productos?
Porque mucho de lo que se vende como orgánico, simplemente no es orgánico, y si tiene interés en comprar y consumir alimentos orgánicos, asegúrese que estos cuenten con su certificado orgánico, ya que son alimentos sometidos a pruebas y análisis que vigilan el cumplimiento de la normativa orgánica nacional vigente o en su caso la normativa internacional vigente, cuando los productores están certificados se les otorga un sello de calidad que coloca en sus productos.
Q.F.B. Ángeles Carpinteiro.
5535627315
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