TESTIMONIO DE UNA AGONÍALocos de amor, despreciábamos la realidad y el presente bajo la lluvia.He visto llorar al sufrimiento y a la soledad, acongojado y absorto.¡Qué maravillosa delicia son las costumbres musicales del amor!El instinto mira sobre despojos de tormentas y sentires estrangulados.Vivo acompañado por la melancolía y las minucias de las tristezas.Deseo que mi corazón y el amor, latan al unísono. ¡Sístoles y diástoles!Me fascinan las caricias atrevidas, esa forma de amar loca y sin reservasMe deleita el sabor de tu luz y el apoyo infinito que me brinda tu energíaSolo vivo amores eternos, despertares emocionantes, sentires sin olvidoNo conozco una manera dulce de decir NO, aunque sea bastante el amorMe perdono a mi mismo cuando oro. ¡No frené el descontrol a tiempo!Estoy cansado de sortear entornos incomprendidos, tormentas enemigasNada vale amarte, si tus besos y tu piel no son coherentes en sus actosLa tristeza de mi alma es ver tanta amargura en tus lamentos necios.Quiero que regreses. Necesito tus te quieros, te amos, tu cuerpo y almaAmo la locura del desamor, porque me aclara los desprecios del corazónEs inevitable el rencor que el corazón expresa, al recordar la indolencia.Hay encuentros tardíos que impostan el sentir y expresiones del cuerpo.Enloquezco con imágenes de incendios y las desnudeces que huyen.Los paisajes son hermosos y románticos, al esculpir escenas del tiempo.Soy un cantor que interpreta el sentir de un alma, herida por absurdos.Lo que fue bello ayer, hoy son recuerdos reducidos a cenizas y suspiros.Me consolarás con espumas de tus depresiones, al ofrecerte mi NereidaNada es real, ni tus promesas, sueños ni intenciones ¡todo es teatro!El infortunio es razón del destino pálido y me bautiza con improperios.Vientos asesinos de pasiones y ternuras, los sepia cual fotos añejas.Canto alegrías que honraron tus lágrimas en la última noche de amor.Bésame con ternura. Bésame con mirada de adiós en silencio. ¡Bésame!Nos toleramos por la ironía de los sarcasmos que impiden lacerarnos.No me hables del mal de tu corazón. Solo hablar de la vida me excita.Ni de tu cáncer…ni de… ¿Será que la parca se ensaña, con lo que amo?Cual bastardo sin gloria, viajando por el viento al garete, me siento;O él dinosaurio que sobrevivió al último verano de la edad del hielo.Me aferro a la pureza de los cálices de los cadáveres de la esperanza.Eclosiono apesadumbrado en la agonía funeraria de un réquiem literario.Héctor “El perro Vagabundo” 2010-01-15hcediel2@hotmail.com
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