¿Eres de las personas que tienes una mezcla de emociones en el invierno? Tal vez te invada el espíritu navideño, pero, por otro lado, extrañas a quienes ya no están, no quieres levantarte para ir a trabajar, quisieras encerrarte a ver televisión todo el día, comes demasiado y luego te sientes culpable, crees que lo que hiciste a lo largo del año fue inútil o insuficiente; también quisieras regresar a otras épocas de tu vida en las que crees haber sido más feliz.
Probablemente no se trata de un momento de melancolía, sino del Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Es un padecimiento que no tiene una causa aparente, pero los cambios en el organismo sí son claros y a unos afectan más que a otros.
Pensemos que en invierno los días son más cortos y fríos, por lo que disminuye la producción de serotonina, que es la “hormona de la felicidad”, y, por otra parte, al ser la noche más prolongada, se incrementa la producción de melatonina, que es la hormona que impulsa el sueño…lo que podría explicar la disminución de energía. Al haber menos sol, se produce un déficit de vitamina D, lo que también contribuye al cambio del estado anímico.
El TAE es un trastorno depresivo, no un momento aislado de tristeza, sino una sensación continua de melancolía que representa un auténtico desafío para, hasta un 8% de la población en México, de acuerdo con reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social. En 2022, la Secretaría de Salud registró 123, 193 casos de depresión invernal, de ahí que resulte importante que identifiques los síntomas para contrarrestar sus posibles efectos:
- Estás durmiendo demasiado, en comparación con las horas de sueño que normalmente necesitas para sentirte descansado.
- Te atraen poderosamente los carbohidratos, que, además, en esta época se encuentran por todos lados: fruta cristalizada, turrones, chocolates, panes de diversos tipos, entre otras alternativas de consumo.
- Necesidad de aislamiento, porque desaparece la intención de socializar para pasar un momento agradable. Se prefiere permanecer en soledad y tristeza.
- Llegan pensamientos derrotistas a cada instante, que pueden llegar a ser suicidas.
- Se facilita entrar en episodios de enojo exagerado, a la mínima provocación.
Si tienes antecedentes de padecimientos emocionales, eres mucho más propenso a padecer el TAE; y si además, eres mujer, tienes cuatro veces más posibilidades de caer en él.
¿Qué puedes hacer si te sientes así?
En casos graves, es fundamental acudir con un especialista, pero, como coadyuvantes en el tratamiento te aconsejo que:
- Realices pequeñas caminatas a buen ritmo, en el exterior de la casa.
- Tomes siestas de no más de 20 minutos continuos, esto es, haz uso de alarmas y programa una actividad concreta para ocuparte y no volver a dormir.
- Aliméntate adecuadamente, incluyendo frutas de la estación y abundantes verduras.
- Reúnete con amigos y familiares (aunque no sientas muchas ganas) para platicar, practicar juegos de mesa o realizar alguna actividad física.
- Evita el consumo de alcohol porque puede agravar el estado depresivo.
- Date a la tarea de preparar tu Plan de Vida y Carrera para que te entusiasmes con nuevos proyectos.
Considera que estos padecimientos deben tratarse con un enfoque multifuncional porque intervienen factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales.
Si necesitas acompañamiento, búscame: gabycruzcoach@gmail.com
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