Lo ideal es que los padres no se separen ni se divorcien. Pero cuando este es el derrotero, es importante que lo hagan de manera civilizada: hablando, haciendo acuerdos, coordinándose en las responsabilidades a las que no se puede renunciar: los/as hijos/as.
En ocasiones una ayuda profesional alrededor del divorcio puede resultar altamente preventiva. A través de ella los/as niños/as pueden darle un sentido posible a la experiencia, como lo hizo esta niña de 10 años de edad, de quien comparto sus palabras puestas en escena en el espacio terapéutico:
El inicio: “Mis papás se conocieron en la universidad, fueron novios y ya se casaron… Yo tenía seis años cuando nació mi hermana; entonces me puse mal, me puse celosa: me ponía chiqueada, trataba de llamar la atención. Al principio si pedía una hermana, pero luego se me quitaron las ganas: un mes si quería y al otro ya no ―mientras mamá estaba embarazada―. Pero después entendí que aunque ya no era la hija única, me seguirían chiqueando porque mis papás me dijeron que seguiría siendo la primera”.
Los buenos momentos de la familia: “Todo era feliz. Salíamos a la plaza, al zoológico, a muchos lados, todos juntos”.
El divorcio: “Mis papás empezaron a pelear y a tener problemas debido al estrés por conseguir una casa propia, y desde ese día comenzaron a discutir por una cosa u otra. Al verlos discutir me sentía mal, triste; entonces me metía al cuarto a llorar y no sé si mis papás se daban cuenta… Yo no quería que mi familia se destruyera. Pero ellos decidieron separarse porque ya se peleaban mucho. Yo en ese momento no lo entendía, pues yo siempre estaba acostumbrada a que estuviéramos siempre juntos”.
“Un día estaban peleando y yo estaba en mi cuarto. De repente subieron y me dijeron que se iban a dar un tiempo, y mi papá es el que tomó sus cosas y se fue. Yo pensé que mi familia se destruía en ese momento. Imaginé que ya no volveríamos a ser una familia. Mi mamá se quedó conmigo y me decía que no llorara, que todo se iba a solucionar”. “Lo más difícil para mí en los primeros días era que ya no estábamos juntos como siempre… Mi hermanita no sabía nada, sólo me abrazaba y me decía que no llorara; entonces me sentía bien. Ahí entendí lo valioso que era tener una hermana”.
La actualidad: “Mis papás me trajeron a terapia para entender las cosas mejor y ahora ya entiendo lo que ellos decidieron, y me siento mucho más tranquila de saber que aunque estén separados, somos una familia… Una ventaja del divorcio es que ya no hay en la casa quien peleé, estoy tranquila, en paz... Mi papá me visita los fines de semana”.
Así ve su futuro: “Mi familia no sé que va a pasar con ella. Pero yo sé que en un futuro voy a estar muy feliz porque así, pase lo que pase, mis ideas siguen, la vida sigue. Estaré más contenta. Tengo la esperanza de que se recupere mi familia pero, si no es así, yo tengo qué seguir adelante”.
Para los/as hijos/as es mejor un hogar armónico aunque con padres separados a uno donde estos viven peleando en presencia de aquellos/as o lastimándolos.
Comentarios
En mi caso no existieron acuerdos pues duré 20 años de casada y nunca llegamos a ningún acuerdo, me dejó con toda la responsabilidad y por lo tanto no lo necesito ahora, mis hijas tienen 13 y 17 años y les manejé la situación de que el divorcio es de papás y ellas no tienen que ver en eso, en realidad no están acostumbradas al papá por lo tanto siento que no lo extrañan y espero que sigan así, el que extraña es él pues las busca muy seguido por teléfono (demasiado tarde) como le dije cuando eran bebés: disfrútalas el tiempo pasa muy rápido pero parece que le faltó madures pues lo tomó a la ligera, el único apoyo que han tenido es el mío quiero que sigan alegres como les he enseñado a disfrutar de la vida con lo que se tienen en ese momento,he procurado estar bien por mi y demostrarles que el matrimonio que tuve no quiero que lo repita, en fin es difícil al principio pero después viene lo mejor.
es dificil la situacion y como adultos las entendemos y comprendemos bien. pero a los pequeños los afectamos y mucho. yo tengo el caso de mi hija de 6 años y aunque creo que le maneje de la mejor manera el divorcio sus padres. hace unos dias viendo unas fotos de bebe, comenzo a llorar y le pregunte el porque y me dijo que queria ser otra vez bebe y que sus papas estuvieran juntos. la abraze y le dije todo es mejor asi. ahora ya nadie pelea en casa. ahora creo que va a ser necesario buscar un terapeuta para qyudarla y que no arrastre este dolor y lo externe mas adelante. gracias por compartir, un abrazo